"Quiero doce guerreros", repetía una y otra vez Bozidar Maljkovic, un tipo tan curioso que un día aconsejó a su propio hijo que se dedicara a otra cosa porque estaba negado para el baloncesto. Tantas veces repitió Maljkovic que quería doce guerreros que, al final, quienes parodian al entrenador del Real Madrid suelen iniciar su imitación siempre por idéntica frase: "Quiero dose guereros, dose guereros, dose guereros". Maljkovic ha trabajado con astucia durante toda la temporada precisamente para conseguir eso, que sus jugadores fueran unas auténticas fieras sobre la cancha. Primero cayó el Juventud de Badalona (uno de los mejores equipos de la segunda vuelta de la Liga regular), luego le tocó, con más facilidad de la inicialmente prevista, al Estudiantes y, por último, al Tau Vitoria, vigente subcampeón de la Euroliga. Al final, Bozidar Maljkovic tuvo lo que quiso desde el primer día en que llegó al Real Madrid: "dose guereros".
La final que acaban de disputar Tau y Real Madrid ha sido, sin lugar a dudas, la mejor de todas las disputadas hasta el momento en la Liga ACB. Para empezar llegó al quinto partido, pero es que, además, las diferencias han sido lo suficientemente estrechas como para tener que esperar hasta los 39 minutos y cincuenta y cinco segundos del quinto partido para saber qué equipo se proclamaría al final campeón. Y, aún así, tras el triple salvador de Alberto Herreros, el Tau tuvo otra ocasión para anotar. El Real Madrid ganó en el primer partido por dos puntos, luego empató el Tau ganando por seis; ya en Madrid volvió a ganar el equipo vitoriano por un punto, aunque luego los madrileños empataron a dos victorias la final tras vencer por seis puntos y, en el quinto y definitivo choque, cuando el Madrid lo tenía todo perdido, apareció Herreros para darle la victoria a su equipo por un punto. Estaba claro que la final la ganarían doce guerreros, y con Maljkovic trece.
No me gustaron nada los lloriqueos de Querejeta e Ivanovic tras el cuarto partido. El presidente y el entrenador del Tau estaban tratando burdamente de meterles más presión a los árbitros, indiferentes al escándalo que supuso la dimisión de dos de los tres miembros de la comisión de arbitraje justo antes del tercer partido. Desde luego los pucheros vitorianos no iban en consonancia con la dureza física y mental de jugadores tan extraordinarios como Scola, Macijauskas, Splitter, Calderón, Vidal o Prigioni. Supongo que ahora Querejeta tendrá que llorarle a la todopoderosa NBA para que no le "pesque" a "Mache" y Scola.
