El culebrón electoral se nutre del habitual sondeo semanal (de Sofres para Le Figaro, RTL y LCI), que no presenta grandes cambios. Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal cabalgan muy por delante de los otros candidatos declarados y una vez más empatan con un 33% cada uno en intención de voto, seguidos por Le Pen (11,5%) y François Bayrou (8%). Los otros, los "pequeños", siguen rondando en torno a los 2 o 3%.
Algunas observaciones, sin embargo: este sondeo se realizó los días 6 y 7 de diciembre, o sea, después del catastrófico viaje de Royal por Oriente Próximo, que no ha dejado rastro negativo, pero antes del abandono de Jean-Pierre Chevenement, que se rinde ante Segolène a cambio de magras propinas electorales para las próximas legislativas. Hay que señalar que en este sondeo, como en otros, Chevenement, teniendo en cuenta lo que es y lo que ha sido, alcanza la astronómica cifra de un 1% en intención de voto. (No es una errata, es un 1%). Eso no quita que la Royal arrasa en la izquierda y no tiene, por ahora, ningún adversario serio. Señalemos asimismo que la izquierda antiliberal, o sea, progrecarca, reunida en conclave este fin de semana, no ha logrado ponerse de acuerdo sobre un candidato único porque trotskistas, estalinistas, verdes y antimundialistas quieren un sólo candidato, pero a condición de que sea el suyo.
De la misma manera que, en ciertas elecciones locales o regionales, constituye una cita obligatoria y patriótica un ritual homenaje ante los monumentos a los muertos de las dos guerras mundiales, hoy todos los candidatos rinden rituales y hueros homenajes a la Diosa Ecología y a su bastardo Medio Ambiente. Todo se limita, eso sí, a frases demagógicas, a tomar té con Nicolas Hulot (el popular animador "ecológico" de televisión) y sobre todo a aumentar los impuestos con el antifaz de las "ecotasas". Menos mal que, pese a todo, en Francia y Reino Unido se prosigue la política nuclear civil (y militar en Inglaterra), no como en Alemania, Italia o España, pongamos, y todo el mundo sabe que es la única alternativa seria y no contaminante.
Mientras que con tanta hipocresía onusiana se prosiguen las conversaciones sobre el derecho de Irán a la energía nuclear, civil sí pero militar no o militar sí y civil también, el jefe supremo de los locos de Alá, el gran timonel del islam Ahmadinejad organiza una conferencia internacional para demostrar científicamente que el Holocausto jamás ha existido, que es una gigantesca estafa judía. El ministro galo de Exteriores, Philippe Douste-Balzy, dice que si los iraníes niegan el Holocausto estaría feo.
Tía Mercedes me informa que Pinochet ha muerto joven. Sólo tenía 91 años.
