Menú
Juan Carlos Girauta

Empate por un increíble vacío

Si el presidente no le ha roto el ritmo, la prosodia y los nervios al gallego ha sido, por fortuna, por lo gallego que es.

Sería una amarga y trágica broma que las elecciones de 2008 volvieran a decidirse por la misma manipulación sobre Irak y el 11-M que decidió el resultado de las generales de 2004. Si así sucede, la razón habrá que buscarla en un incomprensible vacío argumental del Partido Popular. Incomprensible porque contrasta espectacularmente con el repaso que Mariano Rajoy le ha dado a su adversario en materia de economía, asuntos sociales, inmigración, ETA, derechos lingüísticos, política territorial y educación. Todo ello a pesar de la molesta licencia que la moderadora ha permitido desplegar a Rodríguez: la de interrumpir constante y sistemáticamente al líder popular. Si el presidente no le ha roto el ritmo, la prosodia y los nervios al gallego ha sido, por fortuna, por lo gallego que es.

La verdad es que, puestos a ser inconscientes de la calaña de quien alentó el 13-M y llamó a los diarios con la mentira de los terroristas suicidas, lo mejor es serlo del todo. Tan poco se esperaba Rajoy que el socialista volviera a chapotear en el fango de marzo de 2004 que ha tenido sus provocaciones por no hechas, sus palabras por no dichas y sus infundios por no vertidos. Y gracias a esa bendita inconsciencia ha podido mantener Rajoy la calma y el ritmo en la segunda parte del debate.

Si los minutos de la basura que Rodríguez le ha regalado a España con la reedición de la demagogia cainita no hubieran existido, este columnista estaría en estos momentos certificando el segundo KO de Rajoy sobre su contrincante. Pero han existido, y ni siquiera exprimiendo los recursos del análisis político de urgencia se puede concluir quién ha ganado. Depende de la capacidad de los españoles para detectar y sancionar los golpes bajos. Dejémoslo en empate. Triste resultado teniendo en cuenta que bastaba con preparar un fulminante argumentario, quince o veinte líneas bien aprendidas, para cubrir el riesgo de que el PSOE se lleve al huerto al PP dos veces con el mismo expediente falso.

Bastaba con unas cuantas informaciones sobre las manipulaciones socialistas en la materia más tenebrosa con que se ha tenido que enfrentar la democracia española. Han venido llenos estos años los medios amigos del PP. Pero a lo mejor los que mandan en el PP no leen los medios amigos y prefieren dejarse acomplejar por los enemigos. "La economía lo es todo", ha afirmado Rajoy en su intervención final. Dios mío.

En España

    0
    comentarios