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Juan Morote

Las ideas y los medios

Su pensamiento balbucea el siguiente discurso: como los medios que tienen una línea editorial liberal o conservadora no van a apoyar al PSOE, tendrán que respaldar al Partido Popular con independencia de su línea de actuación.

Cuando Rajoy señalaba que se podían marchar los liberales al partido liberal, le faltó señalar que lo hicieran antes de que él los echara a lassallazo limpio. Este neologismo, lassallar, significa sacudir con saña y malas artes a alguien recto y honesto por el hecho de serlo.

El flamante reelecto presidente popular (ya sabe el lector que líder es otra cosa) se olvida de una cuestión fundamental. Hace algo más de ochenta años que Mises, uno de los liberales a los que Rajoy habría lasallado, señaló que no hay nada más poderoso en el mundo que las ideas, y que estas sólo se combaten con ideas; así, es absurdo confiar en la amenaza y la orden porque sólo se puede disponer de la tropa cuando esta se halla dispuesta a obedecer.

Por tanto, el fundamento de todo poder y de todo dominio es, en definitiva, ideológico. De este modo, considerar que las bases, militantes y votantes van a estar dispuestos a obedecer sin el menor análisis ni ejercicio de crítica lo que cocine Lassalle y sirva Soraya es sin duda alguna el primer gran error de la nueva cúpula interina del provisionalmente nuevo PP.

El segundo gran error viene producido por la extrapolación de lo anterior al ámbito de los medios de comunicación. En este campo razonan como un niño de tres años. Si le preguntamos a un niño "¿Por qué te has caído?", el niño nos contesta "Porque me duele", confundiendo la causa con el efecto. Pues estos del PP, tres cuartos de lo mismo. Su pensamiento balbucea el siguiente discurso: como los medios que tienen una línea editorial liberal o conservadora no van a apoyar al PSOE, tendrán que respaldar al Partido Popular con independencia de su línea de actuación.

Lo anterior pone de manifiesto un absoluto desconocimiento de la realidad. Los medios, fundamentalmente libres, que han criticado con saña al PSOE, lo han hecho anclando la crítica en un conjunto de principios que vertebran una forma de concebir lo que España debe ser. No van a escribir al dictado; la consigna no es su estilo. Esto parece que nunca lo van a entender los dirigentes populares. Miren que les cuesta eso de la libertad.

Los integrantes de la caterva mediática están acostumbrados a la instrucción, siempre dicen lo que toca, prietas las filas, gesto propio de donde se amamantaron. En cambio, los supuestos apoyos mediáticos del PP sólo son tales en la medida en que el Partido Popular defiende unos valores coincidentes con los suyos. Una gran diferencia de la que aún no se ha percatado la nueva directiva interina del PP.

Espera Rajoy que sean los chicos del Grupo Prisa los que avalen el recurrente y enésimo viaje al centro. No se puede ser más ingenuo si piensa que le apoyarán por oposición a Roures y Mediapro. ¡Pero si no es usted de los suyos! Parece mentira que con lo que llovió entre el 11 y 14 de marzo de 2004, y durante los cuatro años siguientes, siga sus cantos de sirena. No es para atarse al mástil, es para machacarse los tímpanos.

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