iloriana,
Efectivamente el decreto de Nueva Planta fue devastador para Cataluña, sí se les abrieron los mercados americanos, se reactivó el puerto de Barcelona que creció de población a un ritmo acelerado por primera vez desde la Peste Negra. ¿El Precio? Uniformación jurídica con el resto de España (dejando atrás una legislación medieval), el lenguaje de los tribunales pasó a ser el castellano (¡en vez del latín!)... Las diferencias se pondrían en evidencia durante las guerras napoleónicas en las que a diferencia del resto de España donde se organizaron a la par movimientos afrancesados y una feroz resistencia y guerrillas contra el invasor francés. En Cataluña se organizaron a la par una feroz resistencia y guerrilas contra el invasor francés y movimientos afrancesados. Tras la Primera República fueron las burguesías catalanas los que trajeron al Borbón de vuelta a cambio de cerrar el mercado español para que ellos pudiesen desarrollarse. En cuanto al periodo de la dictadura franquista, se marginó el catalán en la educación (que no en el resto de la vida cultural) pero se reforzó la industria Catalana, mientras otras zonas de España se despoblaban para dar a esa industria mano de obra barata... Terrible problema el de Cataluña, sí señor.
Aquí no hay mas nación que la Nación Española, donde sus territorios están sujetas a ella. Todo lo demas, es hablar por hablar.
Hubo una vez, ciertamente -respondiendo Acsantan-, una Barcelona Ancha y Larga, en una Cataluña Ancha y Larga, en una, o mejor dicho, en unas, Españas Anchas y Largas. Lo que no hubo nunca en Barcelona fue una Calle Ancha. Era, de siempre, "el Carrer Ample", lo que sucedió fue que durante unos años de silencio, oscuridad y represión -¿se acuerda usted de los fusilamientos industriales, hechos con ametralladora, en el "Camp de la Bota", entoces llamado Campo de la Bota, que duraron del 1939 al 1952?-, alguien decidió borra del mapa toda seña de identidad catalana. No sé por qué, la verdad, porque ser catalán és una forma, por lo menos tan digna, de ser español como pueda serlo ser vasco, gallego o castellano. Pero bueno, és lo que hubo. ¿Se sorprende usted, ahora, de lo qué hay? El problema de España no es, ni nunca lo ha sido, Cataluña. El problema de Cataluña, bien al contrario, es y ha sido España, desde la Nueva Planta. ¿Tan difícil resulta entenderlo? Podrán darle ustedes todas las vueltas que quieran, vestir el santo y volver a desvestirlo, insultarnos -como hace el tal Ferruz- o amenazarnos -como hacen otros-, pero eso es también lo que hay, y desde principios del siglo XVIII. ¿No les parece que ya sería hora de afrontarlo de una vez por todas y, digamos, que con respeto y una cierta fraternidad?
A Rajoy como a Zapatero, parece que de España sólo quiere los votos, parece que la unidad y el respeto a la Constitución no son los objetivos; Rajoy como Zapatero sólo quiere gobernar, y tal vez piense que una vez conseguido el poder, su inteligencia le permitirá ir metiendo pequeños cambios en la dirección de la que veníamos. Rajoy se equivoca, su egoismo le equivoca y unido a su falta de liderazgo le hace patético.
Hace muchos años que resido en barcelona y, aunque efectivamente no todos los catalanes son iguales, sí hay cada vez más iguales a carod, montilla y compañía. Y esta es una de las razones fundamentales de que persista este castigo en que se ha convertido la política catalana. Todos los partidos (incluido el PP) saben que para ganar en ESPAÑA son necesarios los votos de cataluña y el voto catalán sólo lo tendrán con políticas antiespañolas que se dobleguen ante esa identidad catalana, asombro del mundo y poseída sólo por seres superiores, que ya no aguantan más al lado de esa pobre ESPAÑA que no ha hecho ni una sola contibrución digna a la humanidad. Menos mal que ahí ha estado siempre cataluña para compensar tanta miseria española. ¡ Gracias, Dios mío, por permitirnos vivir de ellos, como aclaró maragall (y, aunque él no lo hiciera, yo sí te reprocho que Jesús no naciera en tan sagrada tierra)!
Esta vez, querida Maite, un desacuerdo contigo. Los socialistas españoles afiliados al PSC SI QUE NECESITAN SER naZionalistas para gobernar. Lo decíamos hace 20 y pico años, cuando yo era un estudiantillo en Barcelona, me pateaba la calle Ancha (¿se acuerdan de ese nombre?) en busca de algún amor de ida y vuelta, ya habiendo encontrado el amor por aquella Barcelona también Ancha en la que cabíamos todos: si Pascual quiere ganar, tiene que comerle el terreno a los nacionalistas con sus gilipoyeces. En eso, nos han ganado. Después vino lo que ya sabemos. Y estamos en un 'cul de sac', porque, como tu muy bien dices, ni Carmen Chacón se va a quitar los pantalones, ni Montilla se desmontillará. Lo siento por esa Cataluña Ancha y Larga que marcó nuestra madurez jóven en la que creímos que todo era posible. Ahora ya nada es igual, aunque de lo mismo. Pero necesitan el "naZionaNismo" para mandar. Y disponer.
Claro que todos los catalanes no somos así. La mayoría, seguro que no. Pero existe un miedo cerval a decir lo que se piensa, te lo aseguro.
A los dizque nacionalsocialistas no les da miedo hacer saltar todo por los aires si el constitucional no les da la razón. Y los demás, como borreguitos, a callar. Esto, los "demócratas" de pedigrí, que tan bien viven a costa de nuestos impuestos, se lo saben muy bien. Al pincipio, en tiempos de la transición, en petit comité solían arrugarse un poco cuando había controversia. Ahora son unos gallos de peligrosos espolones.
Tengo para mí que el PP se va a arrugar si el Contitucional desmonta el Estatuto. Un problemón para ellos, vaya. ¿Dónde se esconderán?
Me entra la risa floja y todas las risas del mundo cada vez que hablas de Alicia. Mejor que Mortadelo y Filemón. Aguardo cada semana.
COITADINHA DO SERTÃO
luigiber,
Estoy absolutamente de acuerdo en todo lo que dice; quiero decir que coincido con usted en su análisis, pienso que objetivo. Sólo, si me lo permite, un par de matices. Usted habla de los catalanes favorecidos por el nuevo orden borbónico o luego, con el franquismo, que así fue. Però, claro, no fueron, ni en un caso ni en el otro, todos los catalanes, ¿sabe? Mientras algunos catalanes hacían grandes fortunas en América -básicamente con el trato de esclavos-, otros ponían a disposición sus cabezas, convenientemente separadas del cuerpo, por supuesto, para que fueran colgadas en lugares públicos, colocadas en jaulas de hierro -algunas permanecieron así, colgadas a la vista de todo el mundo para dar ejemplo al personal, casí 100 años-. De lo que hizo el franquismo con el pueblo de Catalunya, su lengua y su cultura, créame, fue algo más que prohibir enseñar la lengua -¿o acaso usted no se acuerda ya de aquello de: "Si eres español, habla español, y si no lo eres te jodes y lo hablas igualmente"?-, y no prohibió su uso cultural, ¿dice usted? Fue abriendo la mano, es verdad, porque a la misma burguesía catalana -tan favorecida económicamente- le repelía el trato que su lengua -la de algunos, todavía- recibía. Por último, y por lo que a la Nueva Planta se refiere, si que es cierto que hubo un progreso econòmico importante en toda España, Cataluña incluída, ¿però a qué precio? ¿Usted cree de verdad que no se huiese podido conseguir el mismo progreso económico sin, para ello, convertir a todos los españoles, por decreto, en castellanos o asimilados a Castilla? Yo y puedo equivocarme, claro, pero pienso que fue eso lo que rompió España, y que aún pagamos -todos-, ahora, las consecuencias de aquello. Mire, si no fue así, ¿cómo deberían entenderse la guerra "dels Carrasquets", la "dels Malcontents", la de los Siete Años, la "dels Matiners", la Tercera Guerra Carlina e incluso la Guerra Civil?