Es el virus de la gripe intervencionista.
Tuve unos padres (ya fallecidos) de los que siempre me he sentido muy, pero que muy orgulloso. Doy, pues, gracias a Dios de no ser un zp o una vicevogue o un bermejo o uno de esos tantos que se avergüenzan de sus progenitores (tal vez con razón). Creo que para tomar decisiones sensatas acerca de la edad penal, de voto, de aborto, de redes sociales etc. bastaría con aplicar la filosofía que me inculcaron mis queridos padres:"Los deberes se tienen. Los derechos se adquieren, mereciéndolos". Mi interpretación: los deberes desde que naces; los derechos cuando demuestres su merecimiento.
A lo mejor digo una chorrada, pero se me ocurre que se podría poner una suerte de "prueba de madurez" que una vez superada, y con independencia de la edad real te abriera las puertas al mundo adulto... una suerte de "Servicio Social+Revalida" o similar. Aunque me temo que muchos políticos actuales no serían capaces de superarla...