Efectivamente, me resisto a mantener en mi memoria ni un m^3 de conocimiento de valenciano o mejor dicho, catalán, que fue lo que me OBLIGARON a aprender en el Colegio Público Juan Llopis Marí, en Cullera desde que fuí a 3º de EGB, allá por 1983...
Desde entonces sigo luchando contra los que por aquél entonces me impusieron EL CATALÁN (que no valenciano de mano del ASQUEROSO Don Juan -que no Joan- Lerma) y ahora imponen el VALENCIANO.
El Valenciano me sirve para los chistes de Arévalo (a quien admiro y respeto) y los cartelitos de la sátira que podéis ver si venís a las fantásticas fiestas de Fallas, de las que estoy muy orgulloso como valenciano.
Por cierto, siempre saqué sobresaliente en "valenciano" a pesar de que LO DIABA Y LO ODIO, porque lo necesitaba para estudiar mi carrera universitaria, no por otra cosa. Ahora sólo hago esfuerzos POR OLVIDARLO. Nunca conseguirán que lo mantenga en mi memoria. Mi memoria tiene otras cosas que almacenar, porque :"el saber, SÍ ocupa lugar.
Soy valenciano y educo a mis hijos en español y en ingles. Si un hijo mio responde en español en una asignatura impartida en ingles entiendo que lo suspendan. Si esta asignatura se imparte en valenciano y el niño responde en español entiendo que lo suspendan, igualmente al contrario. Estoy en contra de la política educativa del Sr. Camps, creo que se esta pasando en la imposicion del valenciano por la fuerza pues en muchos centros no se puede elegir estudiar en español y no le votare mas. Creo que se debería luchar mucho en conseguir la verdadera libertad de poder elegir español en todos los centros pero en este caso perdonen pero creo que la señora Losada ha sacado las cosas de su sitio.
Dña. Cristina, no me creo que ud., desconociera que los colegios pudieran expedir dictàmenes o hacer examenes de padres fanàticos. Eso lo ha dicho para quitarle hierro al asunto, por eso de que estamos en Navidad. Sabe perfèctamente, que los Reyes Magos vienen de Oriente con su oro, sus censos y sus birrias, que dejan como regalo a todo aquel colegio que se preocupe por la pureza. El oro, se lo dejan a todos los afines al rico doble lenguaje. Los censos perpetuos, para cada familia que aguante el suyo, y las birrias por ahì deambulando entre la sociedad. Todo eso, al igual que los carnets de demòcratas, montados andan repartiendo a traves de la PSOE que es quien tiene la franquicia de ese producto. Y sin bajarse del dromedario, o el camello.
Das en el clavo Cristina. Pero en aras de la eficacia y de tocar las narices a ciertos impresentables, ya que se trata de un colegio público, cabe la posibilidad de que el padre denuncie al director si puede demostrar que éste se refirió a él como "fanático" o cualquier otra palabra que implique menosprecio. Está en el Reglamento de Régimen Disciplinario de los Funcionarios Públicos. Y no importa el fondo del asunto en este caso: un funcionario público ha de abstenerse de tratar con desconsideración y menos insultar a un ciudadano, y todavía menos por motivos ideológicos, que es un agravante de la conducta del funcionario. Yo no despreciaría esa vía, y a lo mejor se le quitan las ganas a otros talibán de insuktar a los que le pagan el sueldo.
La propia Ley 7/2007 del Estauto del Funcionario Público ya da pistas: artículos 53.4, 54.1, 95.2.b y 95.3. Yo iría a por los pájaros (y pájaras) talibán en cuestión por esta vía.
Vergüenza ajena, estos políticos que nos engañan y nos venden la moto sin ruedas el día de las votaciones, que más tarde comprobamos que todo lo que decían sobre la unidad de España y que todos los Españoles somos iguales, ¿dónde se les puede juzgar por cobardes y malversadores?
Se habla mucho de Cataluña pero aquí, en Valencia, también se vulnera el derecho de algunos a estudiar en la lengua materna. Aquí gobierna el PP, pero están en otros menesteres. Puedes solicitar colegio en castellano o valenciano, pero si lo solicitas en castellano y te toca en valenciano, ya sabes lo que hay. Lo mismo que en Cataluña. Luego al sr. Camps se le llena la boca de España y demás gaitas, pero vamos camino de lo de Cataluña y si no, al tiempo.
Si este hombre es un fanático, yo soy un fanático.
Hace unos días colgué en diversos lugares un texto en el que exponía, ante la deriva sin rumbo que lleva a España al desastre, unas reflexiones en el me expresaba en algunos puntos en un tono radical. El texto no exigía la aquiescencia de nadie; sólo trataba de suscitar la aportación de personas mejor preparadas. Por lo general, la acogida fue favorable. A algunas personas les pareció radical; pero sugirieron otras soluciones. Pero el rechazo, estúpido por demás, ha venido del sector facha. Es mejor dicho, facha-señoritil, incapaz de entender nada. . Pues bien, cuando uno se enfrenta a los hechos que denuncia la Sra. Losada, que no es más que una gota de agua, que anuncia el diluvio que se nos avecina, ¿qué hacer? ¿Qué decir?
Las revoluciones no las provoca un señor, quizás inofensivo, porque escriba ciertas cosas. No hay que refutarlo a él, sino desvelar los acontecimientos que pueden conducirnos a situaciones límites ante las cuales esas mismas personas no sabrán qué hacer.
Un país, como digo, que va a la deriva, en la que no se ve salida para la crisis económica, en la que la crisis institucional se agrava día a día, en la que la corrupción a todos los niveles es ya la normalidad, un país –añado- con el que cualquiera se atreve, etc. ¿se pueden arreglar las cosas con unos estúpidos desahogos de casino?
¿Quién puede negar la buena voluntad, e incluso la valentía cívica de la Sra. Losada que denuncia en cada artículo una tropelía o una cobardía? ¿Pero bastan las palabras para enderezar la situación?
Esa niña ha sido maltratada y humillada. A su padre se le ha insultado. ¿Y eso no constituye un delito? Tengo la sospecha de que a esos "educadores" no les va a pasar nada. Me gustaría constatar que los padres del resto de los alumnos reaccionasen ante semejante atropello.
Una pregunta para ellos. ¿están seguros de que un centro donde ejercen semejantes "docentes" es adecuado para sus hijos? Otra pregunta para el conjunto de los maestros de ese centro: ¿están todos de acuerdo o hay miedo?