Cuando hay que ir a manifestarse a Madrid o a Pamplona, vamos todos de todas partes. Cuando hacemos algo aquí en Cataluña no viene ni Dios del resto de España. Si un día fuéramos 40mil en lugar de 4mil (los que suelen manifestarse en estas cosas en un día generoso), Carod dormía en Perpiñán si Durán le dejaba compartir su cama. Y es por eso que a mí tampoco me da la gana de irme de aquí, total para vivir entre los que tanto nos han ayudado... ja, ja.
La cosa es mucho más sencilla. Simplemente, no hay que escurrir el bulto y que todo el que tenga algo de control lo ejerza. Da igual si te da o te quita votos, lo que hay que hacer es que todo el mundo, del Rey hacia abajo, cumpla las leyes. Ya hay asociaciones civiles que se desgañitan y ponen denuncias, pero hay un entramado político y judicial, totalmente interconectado y corrupto por ambos sentidos, que no cumple con su obligación. Si el primer día que alguien, da igual quién, se sale de madre, convocando referéndums ilegales, no te deja escolarizar en el idioma común, ni rotular en el idioma que quieras en tu propio negocio, aunque sea en vietnamita. Perdón, en vietnamita sí puedes, sólo se prohíbe el español. Se diera un puñetazo en el Congreso y otro en la mesa de un juzgado dando a entender que hasta ahí hemos llegado, y que la Constitución está para que se cumpla, nada de esto pasaría. Yo entiendo la postura de los que ya están hartos de clamar en el desierto y además verse amenazados por pedir la libertad y los derechos individuales. Yo también tengo pensamientos así. Soy aragonés y llevo treinta y cinco años en Cataluña. Entiendo como nadie el hastío que producen estas situaciones que vienen de siglos. De cuando los catalanes, antes de existir Cataluña como tal, y siendo vasallos del rey de Francia, iban a conquistar Monzón con las tropas francesas. Sólo faltó que Violante de Hungría, segunda mujer de Jaime I, le pidiera modificar el testamento y le quitara tierras a Aragón. Por un lado hasta el Segre (Lérida) y por otro la salida al mar por Tortosa. Ahora intentan colonizar La Ribagorza y La Litera. A veces también pienso que se vayan y nos dejen en paz. Pero resulta que hay más catalanes que no quieren seguir la corriente oficialista, -aunque no se les oiga y estén como en la clandestinidad-, que los cuatro voceras que con dinero oficial recorren la región de norte a sur pidiendo la independencia y "dignidad" para Cataluña. Como si los territorios tuvieran dignidad o derechos, y no las personas. Pues bien, por esos que no tienen voz hay que exigir que se respeten sus libertades individuales y estar a su lado en contra de los separatistas nazis.
Tan absolutamente de acuerdo, que me pongo a su entera disposición para organizar una resistenca frente a estos miserables. Repito estar dispuesto a hacer lo que se precise. ¡Ánimo y adelante!
FIRMADO: un aragonés asqueado de vivir entre esta sociedad "degradada-humillada-despreciadaydespreciable" barcelonesa
Claro que sí, Maite: tienes toda la razón -aunque tus "mayores" (como Federico, Boadella u otros) te dirán que "es que eres demasiado joven para poder verlo como nosotros-. Pero yo también pienso que si en el resto de España la gente (es decir, sobre todo la Prensa) no hubiera tratado a los nacionalistas como "catalanistas" o "nacionalistas moderados" y a los etarras como "terroristas vascos" (cuando todos los etarras son españoles salvo los que son franceses) las cosas, por lo menos en el plano semántico -que lo supone todo en el discurso político, claro- habrían sido de otro modo. En cualquier caso, sólo queda aguantar, resistir, rebelarse y actuar contra toda imposición del Separatismo. Vamos, como desde hace años en este maldito país. Y de Federico (y de otros como él en la misma lucha) se puede decir al cabo eso que escribió Karl Kraus: "Se pasa media vida indignado, la otra media, resistiendo". Esto es lo que hay, esto es lo que toca -pese al tremendo cansancio- y sólo así podremos finalmente vencer: recuperar nuestras libertades y derechos pisoteados al alimón por separatistas, socialistas y populares. Un saludo ¡y a seguir!
Pues tienes razón, pero visto desde fuera la tentación del escapismo es inevitable.
Por cierto, he aquí una idea que quizá sería bueno propalar:
Si yo fuese comerciante y arriesgase unas multas por lo del castellano que no pudiese asumir o recurrir, lo que tal vez haría como recurso al pataleo sería rotular en catalán, sí, pero en un catalán de coña que hiciese daño a la vista, a ver que podían alegar. No creo que se atreviesen a multar por faltas de ortografía (¿o sí?).
Por ejemplo, y pidiendo perdón de antemano:
Si jo fosi comerçiant i arriesgasi unes multes per lo del catellán que non pugui assumir, jo com recurs al patulet rotularia en catalá, si, mes en un catalá da conyi que damnase la veu, a veure que pudrían alegar. Etc. etc.
Maite, los nacionalistas no necesitan la independencia para imponer su proyecto monolingüista. De hecho, hace ya tiempo que lo están imponiendo a marchas forzadas. Creo que es un error dar a la posible independencia una importancia que, en realidad, no tiene. Los nacionalistas sólo la querrán si la ven necesaria para imponer su proyecto monolingüista, y por ahora es evidente que no hay tal necesidad. El que Cataluña siga siendo políticamente parte de España no tiene ya la más mínima relevancia en materias lingüísticas. El modelo parece ser Flandes, que sigue políticamente unido a Valonia, aunque lingüísticamente son dos países totalmente separados e incomunicantes.
Totalmente de acuerdo, Sra. Nolla.La reciente toma de posición de D. Federico conduce a una canalización del odio hacia Cataluña como conjunto, sin distinguir a los jerifaltes nacionalistas y sus séquitos de los catalano-españoles y deja desamparados a estos últimos con el pretexto de que no se rebelan. ¡Como si hubiese grandes rebeliones en el resto de España! Copia del seudo-filósofo y peor político Ortega y Gasset la demente esperanza en que una sacudida en Cataluña puede despertar a la bella durmiente central. Y, sobre todo, lo que hace D. Federico es diversionismo en relación con con la exigencia fundamental: la denuncia del régimen borbónico y su destructivo engendro autonómico.
Has dado en el clavo. La fábrica de nacionalismo está en Madrid, pero por las razones contrarias a las que dicen los nacionalistas. Lo que fomenta el independentismo no es discrepar del independentismo, sino la imagen de un político nacional quedándose con cara de tonto cuando les sacan estos temas. Y eso les pasa porque lo único que pasa por su cabeza en ese momento es la imagen (falsa, por supuesto) de una Cataluña homogéneamente ultranacionalista que los va a dejar sin un voto como rechisten algo. Desde Madrid es desde donde se estuvo endiosando a Jordi Pujol, haciéndole ganar elección tras elección, es desde Madrid que se dijo que la culpa del crecimiento de ERC en su momento era culpa de Aznar por su política "anticatalana", y no por los 23 años de pujolismo. Es en Madrid donde tragaron con un nacionalismo "moderado" que decía unas cosas en Madrid y otras en Cataluña. Es en Madrid donde se han empantanado todas las reivindicaciones sobre el castellano. Fue el niñato el que promovió el estatuto porque para ser presidente tenía que formar un frente anti-PP. Y se podría seguir así poniendo en evidencia que toda la política española no es más que la expresión de un enorme complejo ante el nacionalismo
Bien dicho Maite, somos muchos los que pensamos lo mismo, de hecho los nacionalistas/separatistas son una minoría. Los españoles catalanes que vivimos aquí tenemos derecho a que se nos defienda y a no pechar con la culpa de una minoría. Saludos, soy colega tuyo de Barcelona, mira el mail del Icab.
Soy un exilado a latinoamerica, pero para una lucha seria volveria a catalunya y echar a patadas a toda esta gentuza y pandilla de ladrones.
remontadordevallenato@