En Cataluña, aparte de unos pocos, hay un 30% que vota la independencia y un 66% que se va a la playa, no vota y permite que les gobierne un atajo de incapaces sinvergüenzas. Esa es su desgracia, doña Maite, igual que la mía, que soy extremeña, es tener un paisanos a los que les gusta en exceso vivir subvencionados. Vascos y catalanes, se diga lo que se diga, han sido mimados y siempre muy problemáticos para el resto de España mientras nos hemos tenido que tragar sus productos por estar gravados con aranceles los europeos de mejor calidad que les podían hacer sombra. Sólo un ejemplo: tractores alemanes magníficos para el campo frente a los que fabricaban los vascos, de una calidad muy inferior.
La población de Cataluña se divide en dos partes: 1) los catalanes étnicos, que son nacionalistas, con sólo algunas excepciones numéricamente irrelevantes (como yo); y 2) los que no son catalanes étnicos, sino que proceden del resto de España, con más o menos mezcla. Estos últimos no son nada, políticamente hablando. Se comportan como extranjeros cohibidos y acomplejados ante los "locales", y no se atreven a participar en la política si no es habiendo recibido el permiso previo de los autóctonos. Es el caso de Montilla y demás "charnegos agradecidos". Como está la cosa, Cataluña está perdida para España, porque la población políticamente activa está con el tarro comido por el nacionalismo y la población que no sufre el delirio nacionalista no es políticamente activa.
Maite, tienes bastante razón. Pero tranquila, la situació económica está tan remetademente mal en España y Catalunya, que, hay para rato. Eso sí, aguantar tonterías diarias de los que nos gobiernan o tutelan, lo que prefieras, es el futuro que nos espera. Igualito que el pasado y el presente.
Yo, es que soy masoca, cada dia me produce más placer hablar en español en Cataluña, me motiva muchiiisimo llevar la contraria a esta panda de fascistorros nazionalistas que pastan por aquí, y que por cierto son legión. No obstante la cosa a llegado hasta estos extremos por que este régimen es una estafa sideral y está empezando a ser inmoral apoyarlo, en la transición está el "quid" de la cuestión. El tiempo está dejando claro que aquello fué un simple reparto del poder territorial entre las diferentes oligarquías, las cuales habían vivido de puta madre con el franquismo, y claro, el régimen cambió, pero los hábitos señores mios, de ninguna manera. A estos tios les traen al fresco los derechos de los ciudadanos, lo que les importa es tenerlos bien adoctrinados y amansados, esto es, el rebaño bien recogidito. Y que conste que el catalan como idioma no tiene ninguna culpa, los culpables son sus proxenetas, los que lo utilizan para adoctrinar y separar.
Maite, tienes razón. Llevo casi un año viviendo en Cataluña y no, no me resigno. Estoy encantado aquí, en la Cataluña real. Veo, pasmado, la diferencia con la Cataluña oficial y no quiero que ésta se imponga sobre aquélla.
Yo, como madrileño, no veo ninguna mayoria catalana dispuesta a luchar por España. Mientras no la vea, me importa un bledo el futuro de los catalanes.
Como catalana, creo que gran parte de culpa la tenemos los propios catalanes, y no precisamente los de 10 generaciones catalanas, sino los que como yo, somos la primera generación nacida en Cataluña, de padres de fuera. Como catalana entono también el "mea culpa" por no ser valiente y no reclamar mis derechos como española y no sólo catalana. Reitero que mucha culpa las tenemos los catalanes que llaman charnegos, por dejarnos pisotear y porque muchos se han dejado convencer que si no hablan catalán son de segunda clase por no decir de tercera o cuarta. Cataluña está dormida profundamente, y ya no es la Cataluña que yo recuerdo cuando era un cría, ahora, con mis treintatantos, no quiero la ciudad en la que vivo, y veo que las cosa están empeorando, con lo cual, seguramente me convertiré en un emigrante como mis padres pero en dirección inversa
No deja de tener usted mucha razón pero me pregunto si los principales responsables no serán todos aquellos conciudadanos suyos que han renunciado a participar en la cosa pública. Los que no van a votar, ni les importa quien los gobierne. No es posible vivir todo el tiempo de espaldas a la realidad. En Euskadi, por ejemplo, si ha habido una resistencia al nacionalismo, tal vez espoleada por el terrorismo. Se demuestra así que el hombre da lo mejor de sí cuanto más difícil es la situación a la que se enfrenta. Somos comodones y no nos gusta mojarnos hasta que no llegamos a una situación límite.
Yo tampoco comparto el hastío de Federico.
Hay que expulsarlos, estamos hartos de sus comportamientos. Si la gente lo aprueba, son responsables por acción u omisión. Pero sin un gobierno central de verdad esto no servirá de nada, irán a por baleares sin oposición ninguna, igual que ahora. El problema más evidente es cataluña, pero el problemón es españa.