En realidad, quien se alzó con la bandera republicana fue "el Director" que era el General Mola. Fue el pueblo navarro, provincia donde él se encontraba destinado, el que le obligó a adoptar la bandera bicolor.
Lo que yo no he entendido nunca es la razón por la que la II República cambió la bandera. Francia, desde que adoptó la tricolor, la ha mantenido con la república, el imperio, y la monarquía; Italia ha sido monarquía y república con la misma bandera, sin más que eliminar la Cruz de Saboya; Grecia y Portugal han sido monarquía, dictadura y república con la misma enseña y las dos Alemanias portaban el mismo estandarte con distintos escudos. Y Cuba, y Chile, y...
Todo ello aparte del error heráldico que constituyó el añadir la franja morada como representación de Castilla. El color del pendón y del escudo de Castilla es el púrpura, más parecido al rojo . El morado tiene un tinte más azulado. Fue el desteñido de algunas banderas, más o menos históricas, lo que llevó a confundir los dos colores.
Sr. de Miguel: en primer lugar manifestarle mi enorme y sana envidia por ese conocimiento que tiene del lenguaje. ¡Lástima que en mis primeras andanzas en el colegio y más tarde en el Instituto, no me topase con algún docente que supiera despertar en mí un mayor amor por las letras, sino todo lo contrario.
Respecto a su última afirmación, ya se que conoce de sobra la respuesta, pero me voy a permitir recordarla para el respetable:
No es nada extraño que AENA pierda dinero a raudales si tenemos en cuenta que es una empresa Estatal. Es decir, debido a su propia naturaleza, sustraída del mundo real e integrada en otro en que los ríos manan leche y miel; el dinero no es de nadie y los pasajeros, junto con los aviones que los transportan, son incidentes molestos que casi habría que eliminar.
¡Ah! Se me olvidaba: en ese país de jauja el dinero no es problema porque papá Estado manda regularmente el cheque para pagar todas las facturas, así que ¿Porqué preocuparse? En esos organismos, el lema de sus afortunadísmos funcionarios es: ¡Don't worry, be happy!", que traducido al lenguaje de mi abuelo sería: "pasen días y vengan ollas".