Muchas gracias, Don Carmelo.
Necesitaba algo así para abrirme los ojos a libros electrónicos. Aunque no voy a negar que la piratería me da miedo si tuviera que publicar mis propios e-libros...
Un saludo,
Una Singular.
Muchas gracias, Don Carmelo.
Necesitaba algo así para abrirme los ojos a libros electrónicos. Aunque no voy a negar que la piratería me da miedo si tuviera que publicar mis propios e-libros...
Un saludo,
Una Singular.
No sé si me ajustaré mucho a la realidad de la situación, Singular, pero la piratería en el terreno librario me parece que es muy diferente de la piratería de la de la música o la del cine.
En el terreno de la música o el cine, si uno es un verdadero amante de estos géneros artísticos no pirateará o pirateará poco, y en el peor de los casos, si no tiene mucho dinero, pirateará hasta que pueda costearse un mayor nivel de calidad (por no decir que un amante del cine tiene que recurrir al emule para encontrar cosas que jamás encontraría en casi ninguna tienda o en internet). El resto de gente piratea masivamente música o cine por precios excesivos, por no pagar, etc. Pero en realidad la piratería en estos terrenos es diferente a la libraria.
Por una parte están los libros de ficción. La lectura de literatura es a la vez placer, ocio, y a la vez, un cierto esfuerzo con gusto. El ejercicio lector requiere un trabajo mental activo, distinto a los de la música o el cine, aunque es un ejercicio mental que puede ser infinitamente plácido si uno se sumerge en una historia bien contada. Esto crea un amor por el libro, ya sea en papel, ya en ebook, que hace muy difícil que uno disfrute de una obra no comprada. Es más, somos muchos los que compramos libros que luego esperamos poder leer algún día, pero por el momento ya los tenemos. Afición o enfermedad, la bibliofilia. Sin embargo, sí puede darse el caso de que ya que algunos leemos en inglés también, prefiramos hacernos con la obra en inglés por 3 dolares a la traducción en español que en papel nos cuesta 15 euros o en ebook 14,99euros. Vergonzoso el tema del sobreprecio (en todo) en el ámbito español frente al ámbito anglosajón. Es lo que tiene el precio fijo del libro y que los descuentos estén limitados por ley.
El verdadero peligro de la piratería y donde más daño se hace a las editoriales es quizá en el libro de no ficción. Un ámbito concreto, el de la informática por ejemplo. Por un lado son libros caros caros. Por otro, mucha gente los baja y luego no los utiliza. Una de las cuestiones más curiosas de la piratería es el impacto real que tiene: hay miles de descargas de todo tipo de archivos, pero la finalidad utilitaria de esos archivos no se evalúa: un síndrome de diógenes moderno que padecemos muchos y que realmente no tiene impacto en la economía. Si yo me descargo Amaral y lo escucho una vez, no implica que hubiese pagado por su disco. Del mismo modo que me haya descargado una biblioteca entera de Java no implica que haya tratado de utilizar uno sólo de esos libros. Un día uno se levanta creyéndo que podría aprender Java con una biblioteca de libros y al siguiente se da cuenta que el hábito no hace al monje, o lo que es lo mismo, mejor pagar por un buen libro y tomárselo en serio...