Yo siempre afirmé donde pude y como pide que Suárez era una nulidad política que ahora podemos comparar con Zapatero.
Gracias a usted poco a poco se ira abriendo paso la realidad histórica. Poner en duda como usted hace el "genio estadista" de Suárez es una buena nueva prueba de valentía y rigor intelectual, pues hasta ahora ha sido considerado así. Siempre he pensado que fue un simple oportunista que cumplía una misión lo mismo que hubiera podido hacer cualquier otra de signo contrario y es un auténtico bochorno la forma como liquidó definitivamente un patrimonio a cambio de un poder tan efímero. Como el maquinista de la General quemó los vagones para hacer tirar unos kilómetros a la locomotora...
Cataluña está y ha estado siempre, al margen de la Constitución: aquí no se cumple ni se cumplirá y no pasa absolutamente nada. Los que han jurado solemnemente y ante los evangelios guardarla y hacerla guardar miran para otro lado y hacen como que no se enteran. Muchos españoles nos sentimos en Cataluña totalmente abandonados por el gobierno central que nos ha abandonado a nuestra suerte como si fuéramos saharahuis.
Cualquiera sabe que iniciar un proceso legal a título individual contra nuestros opresores culturales y linguísticos es complicarse la vida de tal forma que, además de no conseguir nada porque la Generalitat dispone de una legión de abogados, convertirte en un apestado social. El pujolismo con su inmensa astucia y sabiduría ha conseguido que lo políticamente correcto sea callar y tragar.
Algún día habrá que tirar de la manta y dejar al descubierto el ejército de colaboradores de Pujol que hicieron posible que una sociedad que solamente demandaba minoritariamente el nacionalismo se convirtiera de una forma importante al mismo. Aquí habría que quitar la careta a famosos comunicadores que se dedicaron a ocultar primero y a disculpar despues las tropelías del pujolismo y fueron generosamente recompensados por ello. Quizá sea pedir peras al Olmo...
Ahora soy muy pesimista y creo que tenemos delante un futuro muy incierto. La Señora Camacho está muy contenta con un resultado que colma sus aspiraciones, pero creo que no da la talla para hacer frente a lo que tenemos por delante.
Hola señor Moa,lo que comenta tiene toda lógica pero creo que habiendo en el PP gente como Xabier García Albiol nos queda un hilo de esperanza que se ha traducido en la mordida electoral del PP al Psoe en su electorado.
Muy bien, Pío, y también muy bien, ANP. Por otra parte, me resisto a aceptar que todos los fenómenos políticos que nos afectan negativamente, contrastadamente con los favorables, sean irreversibles, como es común considerarlos. Prefiero pensar que si los nacionalistas no tienen razón histórica en sus aspiraciones y en sus logros acabarán perdiendo sus posiciones por muy asentadas que lo, o les, parezcan. No estoy preconizando una actitud pasiva a la espera de que el tiempo todo lo arregle, antes bien alabo las actitudes de denuncia y llamada a la reflexión como las de Vds., en la confianza de que a ellas se irán uniendo otras muchas que contribuirán a que las construcciones espúreas nacionalistas se vayan desmoronando, por la fuerza de la razón histórica, cuanto antes.
Don Pío, no es problema del PP. Debería usted vivir un tiempo en barcelona despojado de todo sentimiento de admiración hacia lo que esta ciudad fue en algún tiempo, para entender que el problema en cataluña (al menos en lo que a barna se refiere) no son los políticos sino el pueblo (o mejor populacho) que, por acción y omisión, hace gala diaria de la mayor miseria moral posible en un ser vivo (que no humano). La conclusión es que durante muchos años, esta región no tendrá cura
De acuerdo, pero sin quitarles culpa a los votantes catalanes, que la tienen, y mucha. En Andalucía nos pasa igual, y así nos va.
Yo soy ciudadano de Cataluña hijo de andaluces, como tantísima gente aquí, y fui escolar en la última década del franquismo. Considero que el franquismo, no como régimen, sino como período histórico, había ganado por goleada al catalanismo político, simplemente en el terreno de la demografía. Durante ese tiempo la sociedad que vivía y trabajaba en Cataluña se volvió en gran medida una mezcla de toda España que se había integrado sin ningún problema (entendiendo por integrarse el poder ganarse la vida y relacionarse con los vecinos, no el agregarse a una gran sardana) gracias a algo tan natural como una lengua común española. Durante aquello que llamamos transición me extrañó que se suscitaran debates alrededor de aquello de Pujol de que "es catalán todo el que vive y trabaja en Cataluña". Extraño porque siendo el estado español el que nos daba la ciudadanía, definir quién era catalán caía dentro de temas folclóricos impropios de una sociedad seria. Durante la primera década del pujolismo se nos convenció (empezando por la prensa madrileña) de la suerte que teníamos de tener a ese "gran estadista" al frente. Y en la segunda década del pujolismo algunos nos dimos cuenta de que todo el poder cultural y mediático giraba de una manera asfixiante alrededor del tema de la identidad: los que hablan castellano son inmigrantes que tienen que ser buenos y renunciar a cualquier fidelidad a sus raíces y chapurrear el catalán en aras de la convivencia y la integración, siendo nosotros mismos y nuestros hijos los primeros beneficiados al dejar atrás esa lacra de ser españoles. En esos momentos pude verla realidad y actualidad de ese grito que cuando lo estudié me indignó tanto: Vivan las caenas
Siempre es un alivio leer cosillas como las que hoy nos obsequia el Sr. Moa. Veo que no soy el único que considera a Adolfo Suárez el mayor farsante de la política nacional. Por hacer un s´mil futbolístico, es el Johan Cruyff de la transición: un charlatán que gza de una desmedida prensa adulatoria pro que en realidad no ha hecho absolutamente nada más que renegar de sí mismo.
También es hora de desmitificar a Jorge Pujol, un ilumiado que se ha dedicado durante más de veinte años a fabricar independentistas con altas dosis de disimulo rayano en el cinismo. Que lo llegaran a premiar como "Español del Año" demuestra a qué niveles ha caído la cultura española.
Lo que no comparto es la deriva que atribuye al PP catalán, dejando aparte anécdotas pueriles como la del hijo de Dª Alicia. Era en la època de Josep Piqué y Jorge Fernández Díaz cuando se cayó en las redes del nacionalismo catalán renunciando al propio espacio político por un miserable complejo de inferioridad. Creo que jamás perdonaré a José María Aznar que sacrificase a Alejo Vidal Quadras para poder acceder a la Moncloa, pues no sólo dejé mi militancia política desde entonces sino que, lo que es peor, cercenó de raíz un posible partido españolista (en el mejor sentido de la expresión) que buena falta hace ahora.
El drama radica, realmente, en que tanto CiU como PP están llamados a entenderse, pero lamentablemente quien dirija al PP no tendrá los arrestos necesarios para decir que no a ciertas pretensones nacionalistas. Para ello lanzo una elucubracíón: en 1.996, tras la victoria pírrica de Aznar, no teniendo mayoría suficente para gobernar, su hubiese vuelto a convocar elecciones aduciendo que por culpa de los nacionalistas no podía formar gobierno, qué creen que habría pasado. En mi ingenuidad, creo que en unas segundas elecciones con ese planteamiento habría gaado por mayoría absoluta.