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Manda Zapatero

Según las declaraciones de Arenas en el Diario de Sevilla, parece que el PP cambia sus políticas de liberalización por las de intervención. Esto parece el mundo al revés. Sospecho que esto terminará pasándole factura al partido de Rajoy.

grusero dijo el día 20 de Diciembre de 2010 a las 21:49:

Sr. Maestre, siento disentir de usted pues los hechos le desmienten a usted y le dan la razón a los del PPOE: Rajao llegará a la Moncloa porque la gente hace lo de siempre, esto es votar progre cuando todo va bien y "dejar" que la derecha llegue al poder para arreglar los destrozos de la PSoe.
Para arreglar esto el inquilino de la Moncloa tiene que llegar diciendo la verdad de lo que nos espera si no se toma el toro por los cuernos, para poder afrontar estos hechos sin vacilación y con la gente, que le tiene que votar, convencida, y sobre todo para aguantar las algaradas callejeras que le montará la izmierda desde el mismo día de toma de posesión, como hizo Sarko en Francia.
Rajao solo quiere se presidente, lo demás le dá igual y desde luego no va a afrontar el fondo del asunto pues él tambien es parte de la casta, pero los "ciudadanos" se lo permiten al votarle a pesar de no ser alternativa. Tan solo el mal menor.

Psoe_Fan dijo el día 20 de Diciembre de 2010 a las 16:42:


Hay que trascendentalizar la crónica. Este es el gran fallo de los periodistas: su incapacidad para intelectualizar los hechos. Pues claro, normal, ésta no es su tarea, ni la sienten mínimamente ni han aprendido sus reglas ni su espíritu. Y sin embargo, son los que dominan. Es un tópico ya muy mañido la falta de intelectuales en la escena pública, pero en verdad, en los pocos que hay, no está muy desarrollado el poder de la Idea. ¿ Pueden acotar la realidad presente y darnos algunas líneas generales para orientarnos en nuestra situación más allá de los partidos políticos? No. ¿ Pueden proporcionarnos un esquema de escala mayor en el cual se aprecie una despurificación de los intereses inmediatos? No. ¿ Pueden tener un mínimo poder de objetividad y sentir al escucharles estar ante un soporte con bases mínimamente sólidas? No. ¿ Pueden acercarnos en suma, a la realidad, a la verdad?. Como mucho a una falsa, vaga y débil veracidad. No son fuertes.
¿ Por qué no son capaces?. En un intelectual hay que distinguir varias cosas: su grado o su potencia, su nivel de formación y su línea. Hay hombres que son vocacional y auténticamente hombres de pensamiento, pero cuyas mentes jamás podrán tener una potencia aparte y desprendida de sus lecturas: su destino es disfrutar principalmente de las obras de otros, para dar goce así a lo que su naturaleza sinceramente le pide: el conocimiento, el saber. Aman leer pero no pueden "Ver", esto es, hacer teoría. Su principal error acostumbra a ser la precipitación y la falta de adecuación. Concluyen demasiado rápido sin detenerse en distinciones, sin saber las circunstancias ni las causas, sin explorar diferencias ni hacer divisiones. En este sentido, su pensamiento maltrata la realidad en su negatividad.

Hay otros hombres de pensamiento que quizá pueden hacer algo más de teoría pero cuyo material, realmente, y mucho más si se trata de la actualidad política, es pobre. Son intelectuales formalistas, carecen de materia, podrían llegar a caer en el peligro de un vacío manierismo. Su argumentación es abstracta y "rebuscada" porque aún no tienen materia. Es decir, son aún incultos. Hay una semilla de pensamiento depositada en ellos, igualmente sincera, pero no acaban de formarse. Su principal error es su anticipación, su distracción, su pereza y su querer darse goce a pesar de todo y como sea. ¿Su soberbia? experimentalista, provocadora, o en todo caso, útil para algo elevado.
En el intelectual, por último, el estilo de pensamiento es muy importante. Algunos hombres de pensamiento "jamás" podrán conectar con las propias leyes del pensamiento en la realidad, nos acercarán con óptica micro a ella pero no encontraremos un buen trabajo categorizador con la experiencia. Su pensamiento, continuamente errará y fracasará haciéndonos pasar por realidad sus interpretaciones precipitadas y totalizadoras desde la Doxa. El trabajo trascendental con la realidad, en el sentido de atravesar de Idea, de espíritu, las cosas, es prácticamente nulo. En suma, son poco analíticos y poco espirituales. En cambio, otros hombres de pensamiento parecerán vivir en su Razón idealista continuamente y ser incapaces de decir cosas reales, concretas y cercanas sobre la realidad. No podrán discutir con el otro de ésta y ejercer así como interlocutores porque ni tienen la materia sobre ella y ni siquiera les apetece. Usan la situación para darse goce y para su libertad. Para divertirse.
Cuando pretendan acercarse a la aburrida realidad vertirán en sus argumentaciones tal cantidad de formulismo analítico que igualmente, todo aquél que lo lea, no sentirá correspondencia con lo que pasa y levantará sospecha sobre un pensamiento que se hipostatiza con puras categorías e ideales de Razón. No podrán ir más allá, porque tampoco sabrán mucho más, tarea que dificulta su naturaleza repudiando continuamente lo cotidiano y en suma, la realidad.

Este pequeño esquemita para analizar qué está pasando entre los intelectuales, los periodistas y los políticos. No pretende ser completo , pero al menos podemos ver un esfuerzo categorizador y cierta pretensión de objetividad. En realidad, me quedan muchísimas cosas más que decir, que ya, dejo pendientes para otro día.