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El poder castrador de las lágrimas

Por cada lágrima derramada, el macho siente languidecer su sexualidad como un soñoliento gato castrado.

ongietor dijo el día 10 de Enero de 2011 a las 14:29:

Probablemente las lágrimas de cocodrilo no son auténticas lágrimas de mujer y por tanto no tienen esos auténticos efectos químicos, sino los estratégicos de lucha y combate buscados por las hábiles lagartas devorahombres que las manejan. ¡Cuidado chicos, que por miedo a bajar la testost. no os envenenéis de rimmel diluído!

rmlf dijo el día 10 de Enero de 2011 a las 12:15:

Ante este arma de manipulación femenina que trata de "ablandar" no queda más opción que presentar batalla con otro arma de manipulación defensiva: El vaso de agua. El dar de beber un poco de agua corta de raiz la "llorada" y aún te ries un poco, insensible que soy. Lo aprendí de la peli "The Godfather". Lloricas. Saludos.

nw_spain dijo el día 10 de Enero de 2011 a las 10:07:

Estudios absurdos, eso se sabe desde el principio de los tiempos. Las lágrimas de cocodrilo son unas de las "armas de mujer" más típicas. Nada es casual, y menos en ellas, que lo tienen todo muy, pero que muy estudiado.

Fausto19 dijo el día 10 de Enero de 2011 a las 09:19:

¿Ahora sabemos? Las niñas lo aprenden desde la más tierna infancia. Los niños también. Es cuando tienes entre tres y seis años, en la guardería, cuando te das cuenta de que llorar no te sirve de nada. Las lágrimas de los niños no conmueven a nadie, salvo a su madre, y a ésta no demasiado (recordemos a la mami de Boabdil).
Desaparece una mujercita de quince años, que quiere conocer mundo antes de tiempo, y el país entero se paraliza consagrando todo el tiempo y esfuerzo imaginable. Mientras, cada día, muchos chavales de la misma edad se van de sus casas con todo el riesgo que eso supone, y a veces ni se denuncia. Claro, que ya nos han explicado bien que la primera es una tierna doncella y ellos unos aprendices de delincuentes.

¿Lágrimas?