Ni en una ni en otra ocasión del debate parlamentario hubo, creo yo, menosprecio del sexo femenino, sino del status político del adversario, que en ambos casos coincidió en que era una mujer. Lo que sí hubo fue un infundio pesoístico, inspirado por su interesado sesgo ideológico feminista, del que son demostraciones sus políticas activas sobre la "igualdad". No me parece que, puestos a elegir a un "machista" entre las filas del PP, Rajoy fuera el más indicado. A Rubalcaba ha debido parecerle que el status de Soraya -únicamente, portavoz parlamentaria del PP- no estaba a la altura de su nueva dignidad política y, despreciándolo -al status y no a la mujer-, se ha dirigido a su posible gran contrincante electoral. Aunque a posteriori es fácil imaginar respuestas y acusar de falta de reflejos, más contundente habría sido, pienso yo, aludir al engreimiento de Rubalcaba y a la inanidad de Zapatero que a la doble vara de medir de los políticos del PSOE, sacándoles a relucir el tema del "machismo" .
"Esperemos que la próxima vez los representantes de la derecha nos den muestras de que no son de esa misma opinión."
¿Hablamos del PP? ¿Representantes de la derecha?