Hace años cuando prestaba el servicio militar en Asturias un general nos dijo que la función del ejército como garante de la soberanía nacional era un concepto obsoleto porque como viviamos rodeados de aliados estaba superado y que la función del futuro de nuestras fuerzas armadas eran las misiones internacionales de paz. Cuando oí aquello se me cayó el alma a los pies, como un jarro de agua fría por siempre creí en la misión del ejército cuando era de buen tono burlarse de ella. Este general probablemente no hacía más que decirnos lo que le habían dicho que nos dijera. Sin embargo, a partir de ahí surgen las dudas. Misiones internacionales de paz "¿al servicio de quién?" Porque la proposición al servicio de la ONU o la UE se me antoja muy parecida a cuando se enviaban nuestros soldados a Dinamarca en plena ocupación Napoleónica. ¿Ha abdicado España de su soberanía por la puerta de atrás sin que lo sepamos? Recuerdo que no fui muy bien visto cuando hice la pregunta de ¿porqué España debía intervenir en la primera guerra del Golfo, en paoyo de nuestros aliados americanos cuando hacía no tanto tiempo que los Estados Unidos nos habían dejado a los pies de los caballos durante la marcha verde? Lo cierto es que mis comentarios no suscitaba simpatías pero creo que lo primero es ser honesto con uno mismo. Para actuar en política internacional o para que nuestro ejército pueda hacer lo que usted dice sería necesario cambiar radicalmente la sociedad española porque no es de recibo que la sociedad española, como sucedía en la primera guerra del golfo especule con regalar Ceuta y Melilla a Maruecos y vaya a importarle demasiado la independencia de Kuwait. Con el debido respeto, pienso que el motivo de que los socialistas hicieran tal cosa se basa en el deseo de buscar, como en época napoleónica, una excusa barata para alejar nuestro ejeército de España mientras ellos negocian con ETA la entrega del País vasco, negociaciones que, a fecha de hoy, aún no estamos seguros de a cuando se remontan. El primer paso para cambiar la sociedad española es recuperar el principio de responsabilidad y el servico militar obligatorio y máxime en una democracia porque carece de sentido que se reivindique derechos políticos, como el voto, si estos no son correlativos a las boligaciones o deberes. Si el voto otorga soberanía para hacer la paz, enteblar alianzas y declarar la guerra, el ciudadano debe ser consciente de que sus decisiones políticas tienen repercusiones personales para evitar la frivolidad. Se que los paises anglosajones tienen criterio pero los países anglosajones tienen una riqueza que compensa, de momento, lo erroneo de su política militar en relación a la ciudadanía, porque eso sólo se puede mantener con unos ejércitos constantemente victoriosos y de lo que se trata es de que los españoles comiencen a asumir de una vez por todas lo que decía Séneca que uno no ama a su patria porque sea grande sino porque es suya. En fin eso era todo.
Vamos a ver D. Enrique, lo que creo nos gustaría saber a los españoles sobre Afganistán, antes Irak y ahora sobre Libia es qué puñetas se nos ha perdido realmente allí. Mire, yo, efectivamente, dormiría más tranquilo si algún político anunciase la rescisión de los acuerdos de Shengen. No tiene sentido alguno ir a miles de kilómetros “a luchar contra el terrorismo” cuando España y Occidente entero es una “casa de tocameroque”.
Esas tonterías tan democráticamente gansas para anglosajones de hamburguesas y palomitas están muy bien en sus películas. O sea que los que han muerto allí han “conseguido la seguridad de los Estados Unidos”. Nada más y nada menos. Y los cien muertos españoles la de España, supongo.
Mire, díganos que están allá por las montañas de litio, y entonces echemos cuentas sobre qué parte del pastel le va a tocar a España para paliar la crisis. Dígame que por mantener en la foto a ZP y que no haga más el ridículo, dígame que por los complejos de ir a la zaga de los poderosos del mundo; o para entrenar a nuestras tropas en escenarios similares al africano (por si las moscas), pero, por favor, no me diga que es para combatir el terrorismo o para enseñarles democracia a unos barbudos en chancletas que viven, se empeñan en vivir en la Edad Media y matan por eso.
Creo que dormiríamos y soñaríamos si nuestro ejército estuviese aquí, oteando el estrecho de Gibraltar y no perdiendo el tiempo y la vida en el culo del mundo.
Campidoc:
Le recuerdo que el litio se descubrió años después de comenzada la operación.
No siempre hay una mano negra, aunque siempre hay negociación de intereses políticos, estratégicos y económicos. Esto no es Bambi, es la realidad.
Afganistan representa la esperanza para los terroristas de tener un santuario desde el que dirigir sus ataques, desde donde organizarse, entrenarse y preparar la guerra total contra Occidente. Desde donde extenderse, infiltrarse y tumbar y presionar gobiernos y políticos, para hacer su trabajo de derrotar las libertades.
Si ganan, vendrán diciendo que Alá está con ellos, que por eso han ganado a USA y a todo Occidente. Será un cáncer espantoso que se extenderá como la peste.
Si se les derrota pierden el apoyo de Alá ante los demás islamistas, ya que Alá no pierde guerras. Por lo tanto, el que pierde no está con alá.
El que escribe esto está en Africa, tiene trabajadores musulmanes, y algún radical. No podría entender su mentalidad fácilmente, pero es la que le digo.
Allí nos jugamos nuestro futuro, muchísimo más de lo que la gente piensa.
Las libertades no son gratis, se ganan con esfuerzo, y también se pueden perder a manos de un enemigo más cruel y decidido.
El que no está dispuesto a luchar ha de estar dispuesto a ser sometido.
Yo no quiero burka para mi mujer, ni la imposición de la sharia en Europa. El frente de guerra para impedir esto es mucho mejor tenerlo a miles de kilómetros que tener las bombas en nuestras calles.
Mejor en los mercados de Kandahar que en el metro de Madrid.
Estamos librando una guerra crucial que puede que por culpa de los políticos perdamos, para nuestra desgracia y la de nuestros hijos.