A Miyana:
Evidentemente los colegios privados obtienen mejores resultados, pero eso tiene una explicación lógica.
Cuando uno es profesor de la privada quien le paga son los padres de los alumnos. Si los alumnos no sacan las notas que los padres creen que les corresponde ya están las quejas en los despachos de los mandamases. A partir de ahi todo una retahila de reuniones y lo que era un cinco se convierte en un siete, y lo que era un tres se convierte en un seís.
De esta manera yo también obtendría los resultados esperados, pero esperados por los padres.
Cuando estos chavales se encuentran con la enseñanza pública (en algunos casos) llega el descalabro, porque el susodicho chaval no sabe absolutamente nada. Y parte de los malos resultados de la educación pública se la debemos a la privada.
anbifa.- Es cierto que hay una clara hegemonía de profesores en la enseñanza pública (y en la privada concertada también, no creas) de profes de ideología pijo-progre (y donde hay lengua cooficial de nacionalistas más o menos fanatizados y atontados por estúpidas ideas). Si lo sabré yo que los tengo que sufrir directamente. Pero eso no quiere decir que no haya profesores competentes y que no se dedican a ese tipo de adoctrinamiento. Y si se quiere que sean éstos los que predominen, lo mejor no es empeorar y hacer poco atractivas las condiciones de trabajo.
Es responsabilidad de las autoridades evitar ese adoctrinamiento, aunque muchas veces son ellas mismas los que lo promueven, aunque vulnere derechos fundamentales de los padres. No es culpa mía ni de otros profesores que nos dedicamos a intentar hacer lo mejor posible nuestro trabajo.
Tu argumentación, por llamarla de alguna manera, no se sostiene.
¿Privilegiado trato? ¿Respirar de lunes a viernes en una atmósfera de constante trato humillante e indigno es un "privilegiado trato"? Humillante e indigno porque los es vivir amenazado por unos alumnos sin freno (Ej.: Disturbios de Londres), por unos padres zafios e irresponsables y, finalmente, por una administración educativa servil de las más estólidas ideologías pedagógico-políticas. Vivir así sin tener posibilidad de defensa, de justicia, de autoafirmación, no es un privilegiado trato precisamente. Pero en el sistema educativo, extramuros no sale nada. Todo queda dentro. Denunciar es ponerse un sambenito, como cuando las mujeres violadas iban a comisaría en tiempos de Franco (a la violada, se la consideraba puta). Mucha ideología por aquí, poca información.
Amigo Pospores:
Jugábamos una cuadrilla de amigos a las cartas. Cuando en una jugada ganaba un euro, exclamaba ufano: "Un euro que gano y otro que no pierdo, hacen dos; de tenerlos a no tenerlos son cuatro. ¡Qué bien, acabo de ganar CUATRO euros!". ¿Qué te parece? Así me parecen a mi tus cuentas.
Totalmente de acuerdo con losplanteamientos de Pospores y de hoiparcus.
Y lo que no es de recibo es el manoseado tópico de la comparación entre la enseñanza pública y la privada, que todos irremisiblemente decantan en favor de ésta. baste señalar que LOS MEJORES PROFESIONALES ESTÁN E LA LA ENSEÑANZA PÚBLICA, porque es a lo que aspira cualquier docente que comienza, a ganarse una oposición a los Cuerpos de Maestros o al de Profesores de Enseñanza Secundaria. Aquellos que no logran ganar la oposición, aburridos de la interinidad, recalan en la enseñanza privada.
ÉSA ES LA CRUDA REALIDAD, POR MÁS QUE DUELA OÍRLA. Además, he tenido ocasión de comprobar el "nivel" de los alumnos de la privada, que llegaban a los Institutos, procedentes de colegios concertados una vez agotados los niveles concertados, para cursar Bachillerato y la antigua F.P. Son, en muchísimos casos, manifiestamente mejorables. Así que olvidémonos de tópicos.
Muy señores míos en este editorial hay, en mi opinión, una serie de falsedades intolerables, que voy a detallar:
a) El título ya es un embuste porque la austeridad ya había llegado a la enseñanza pública al ser reducidos los salarios de los profesores, como el del resto de los funcionarios.
b) Se dice que aumentar el horario de un profesor en dos horas lectivas no supone un incremento de su jornada laboral. Es mentira, porque a más horas lectivas: más alumnos, más clases que preparar y más exámenes que corregir, es decir más tiempo para trabajar en casa.
c) Se dice que no se reducen los salarios. Mentira, porque si alguien trabaja más por el mismo sueldo está vendiendo su trabajo por menos dinero.
d) Se dice que es para evitar duplicidades. ¿Es que hasta ahora dos profesores realizaban el mismo trabajo por duplicado? O, con todos mis respetos, el que lo ha escrito no sabe muy bien a qué se refiere.
e) Se dice que esa "medida" es para ahorrar por la crisis. Pero a su vez es noticia que la presidenta de Madrid quiere crear una policia autónoma sin que esta comunidad tenga las compentencias de interior. ¿Eso no es crear duplicidades muy innecesarias en tiempos de crisis? ¿Esa policia se quiere crear a costa de dejar en el paro a más de 3000 profesores interinos? Vergonzoso.
Por último, le diré que yo no soy un afectado de esta medida y que hasta ahora era un fiel seguidor de este medio, así como de esRadio. Pero el tratamiento de la información que están dando a este conflicto hace que me sienta muy disgustado con ustedes y, en parte, desengañado.
La enseñanza pública es solo proselitismo de ideas rojas, no vale para educar en valores concretos, sino en utopías "progresistas". Así que no pongan el grito en el cielo en nombre de la educación que ya no somos los campesinos de los años 20.
Argumentos (segunda parte):
Faltan reuniones de claustros y otro tipo de reuniones no periódicas, además de participación en actividades complementarias y extraescolares que pueden llegar a ocupar bastante tiempo. Que alguien intente organizar un viaje al con 50 alumnos de una semanita de duración (aparte de que en el viaje has de estar disponible 24 horas al día y cruza los dedos para que a un alumno no le pase nada, aunque no tengas culpa del desaguisado).
Y llego ahora al tema de las “guardias”, porque eso es de juzgado de idem. ¿Por qué los profesores han de dedicar parte de su tiempo a labores de mantenimiento del orden fuera del aula (y dentro cuando las cosas se salen de madre, que ésa es otra)? ¿Se ocupan los médicos/enfermeros del orden en los hospitales y centros de salud? ¿Y los inspectores/subinspectores de Hacienda en las delegaciones de la “cosa”? ¿Y los jueces de ir a detener físicamente a los acusados de un delito? Pues eso. Y menos mal que ahora, en algunas CAs somos “autoridad”, aunque frente a la agresión de un menor tampoco es gran cosa en este país, y como al profe, harto y quemado, se le vaya la mano o simplemente llame idiota al alumno, que se prepare.
Por mi parte, echo de menos que a los profesores se les pague, al menos durante el mes de julio un curso de inglés y, si es el caso, de otras lenguas, para que su nivel en la materia esté acorde con el de sus colegas de Holanda, Alemania, Suecia, etc. (incluso que puedan estar un curso entero en el extranjero para luego poder impartir las clases en lenguas extranjeras, todo o parte del curso).
Lo que me parece un abuso es que un profesor tenga que impartir 20 horas a la semana con grupos de 25 o más alumnos, con un comportamiento, en muchos casos, intolerable; porque tal cosa supone, de manera efectiva ya una jornada laboral de 40 horas. Encima, tener que estar al tanto de 200 alumnos en total. Hacer guardias, corregir exámenes y otros ejercicios, asistir a evaluaciones, hacer “guardias” y hasta recibir a los nenes cuando bajan del autobús y cuando suben al mismo. Tutorías. Y encima ser expertos en resolución de conflictos y hasta asistentes sociales (cuando se dan casos de familias que mejor no contar), con todo el desgaste físico y, sobre todo, psicológico, que eso conlleva. ¿Alguien cree que los mejores, como ocurre en Finlandia, querrán dedicarse a la función docente bajo estas condiciones? Ni de coña. Es más, si yo llego a saber en qué iba a acabar esto de la enseñanza en España, me dedico a otra cosa. ¡Y mira que me gustaba enseñar! Y me sigue gustando; pero, eso, enseñar. Y no se puede enseñar a quien no quiere aprender, y ya no digamos si viene a la escuela a tocar los güe....
Vamos a hacer una propuesta (quiero recordar que la jornada laboral de un funcionario es de 37,5 horas y que la mayoría de ellos, una vez cumplida la jornada en la dependencia correspondiente, se “olvidan” de su trabajo y que si uno de los ciudadanos a los que atienden, si es que su trabajo implica atención directa, se pone borde, llaman a seguridad para que ponga al ciudadano en la “calle”):
20 horas lectivas semanales. Grupos con un máximo de 20 alumnos y de 8 grupos a los que impartir clase (tope de 160 alumnos en total). Equivalencia ponderando las características del trabajo: 25-30 horas, según el “rebaño” a cargo (que hay que considerar este aspecto, ¿O es que es lo mismo ser Guardia Civil en Rentería que en Castuera?
Argumentos a favor de la propuesta (primera parte):
Cómputo de 5 minutos semanales por alumno por corrección de pruebas de evaluación (tres evaluaciones dan un mínimo de tres pruebas de evaluación con sus correspondientes recuperaciones: 1,5x160=240 pruebas/trimestre, a 5 minutos/prueba, suponen 20 horas. Por cierto, la elaboración de un examen puede llevar su tiempo si se es un poco profesional: 8x2x0,5=8 horas más trimestrales, como mínimo (todo esto se duplica si se hacen simplemente, como es común, más de dos pruebas por evaluación. Una hora por sesión de evaluación son 8 horas más. Tenemos ya 36/12=3 horas semanales por estos conceptos. Suma y sigue: 28-33 horas semanales.
Que yo sepa, los profesores que entregan material didáctico- baterías de problemas por ejemplo - a sus alumnos han de emplear tiempo en elaborarlo y en hacer las copias necesarias. Con 160 alumnos, a 2 miserables minutos (yo creo que menos de 5 es muy poco) por semana y alumno (resolverles dudas, corregirles ejercicios - los que los hagan – y otras gabelas), tenemos 5 horitas más. Suma y sigue: 33-38 horas semanales. Algunos ya habrían cumplido su jornada laboral. Pero...
Faltan (labor imprescindible de los profesores): 1 hora semanal de tutoría de padres (que como te “toque” un “grupo salvaje”, que diría el bueno de Sam Peckinpah, no te llega para nada, y menos si los padres son tan cazurros o más que sus vástagos). Pero es que esa hora exige preparación: recopilación de información entre los compañeros entre otras cosas. Otra horita más no te la quita nadie. También has de llevar cómputo de las faltas de asistencia y comunicarlas a los padres. Esto no baja, en el mejor de los casos, de 2,5 horas semanales. Añádase 1 hora de reunión de departamento. Sin incluir 1 hora, deseable, de tutoría de alumnos para tratar de ciertos asuntos e informarles y aconsejarles, ya tendríamos por este apartado 3,5 horas. Suma y sigue: 36,5-41,5 horas semanales.
Los profesores, sobre todo los de la enseñanza pública,sois todos de lo mejor del mundo,lo que pasa es que sus alumnos son de lo peor del mundo; por eso tenemos un nivel tan bajo en todos los informes internacionales sobre nivel de educación. Y, que casualidad, entre los mejores colegios de España no hay ni uno siquiera público. Menos cuento y mejores resultados. Y si la culpa no es vuestra, decir bien clarito que es el sitema educativo el que falla, y poneros en huelga hasta que se cambie. El trabajo se mide por los resultados, y los vuestros son pésimos