Hay un magnífico libro titulado "Diccionario Progre. Aprenda a hablar como un progre en diez días2 (Mario Flores, Ed. Jirones de Azul, Sevilla) en que se reflehja a la perfección la manera en que la progresía ha hecho del lenguaje un arma ideológica cargada de aviesas intenciones. Además el tono humorístico del texto lo hace todo un poco más digerible (porque para leer que "segmento de ocio" es un recreo de toda la vida, hay que tener estómago)
Cristina, paisana, menos mal que hace años que viste la luz y saliste de la progrez, ellos perdieron una gran cabeza y nosotros la ganamos.