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Juan Carlos Girauta

Un marciano ante ETA

Imaginemos que un marciano aterriza en España para investigar un asunto que preocupa a su pueblo: los fenómenos autodestructivos en sistemas inteligentes.

Imaginemos que un marciano aterriza en España para investigar un asunto que preocupa a su pueblo: los fenómenos autodestructivos en sistemas inteligentes.

Imaginemos que un marciano aterriza en España para investigar un asunto que preocupa a su pueblo: los fenómenos autodestructivos en sistemas inteligentes, o por qué a veces una sociedad se empeña en proteger y alimentar a los elementos que trabajan para acabar con ella. Naturalmente, su escala en nuestro país se debe a ETA, al abrigo que recibe la banda cada vez que está a punto de ser finiquitada. El alienígena comienza a absorber datos, a ordenarlos y estructurarlos.

Da prioridad a los verbos porque es un ser muy desarrollado, como lo demuestra el hecho de que haya alcanzado la Tierra desde su planeta. Así que, sobre la base factual de matar, mutilar, herir, traumatizar, secuestrar, extorsionar, amenazar o señalar, el extraterrestre se hace una idea cabal de la relación entre esas acciones y ciertos resultados: erradicar la libertad de la sociedad vasca por la vía del pánico, mantener durante décadas una parte de España como territorio de excepción democrática.

Racional a machamartillo, al ser le impresionan mucho menos los adverbios, adjetivos y sustantivos vaporosos que los verbos referidos a acciones efectivamente realizadas. Así, su composición de lugar no se ve alterada por sintagmas de humo que, sin embargo, ejercen gran influencia, y son reproducidos por personas no ligadas aparentemente a los efectos del terrorismo ni al entorno de los terroristas. El marciano comprende de inmediato –y esto es solo un ejemplo– que la invocación de la "paz" es inexplicable en un ser racional que no coincida con los terroristas, al constituir pura prolongación de la amenaza. En su disco duro orgánico, paz significa "si hacéis tal cosa no os mataremos", lo que a su vez equivale a "si hacéis tal cosa, sí os mataremos".

Enterado el marciano de que estas equivalencias tan sencillas escapan al entendimiento de los comunistas españoles, de la mayoría de los socialistas españoles (los conceptos comunismo y socialismo los ha captado el ser al instante), de los nacionalistas periféricos (este concepto no le ha tomado mucho más tiempo) y de la parte del resto del espectro que coincide territorialmente con los principales efectos de los verbos recogidos supra, el tipo ha regresado a su platillo, ha emitido un informe, lo ha enviado a su planeta y se ha volatilizado en una probable teletransportación hacia otro rincón del universo. Era un informe breve; acababa igual que una célebre frase pronunciada por Felipe González en un contexto del todo diferente; empezaba así: "Los de la guerra y los de la paz son la misma..."

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