Se coge a Vidal-Quadras (don Alejo).
Se le rasura toda la cabeza.
Después, se le anestesia con presteza
(usando cloroformo y ron añejo).
A un palmo, o poco más, del entrecejo,
asiendo la black-decker con firmeza,
a trepanarle el cráneo se empieza,
cuidando de parar en el mollejo.
Después, tras extraerle una neurona,
con yeso el agujero se tapona,
y se le pone encima un bisoñé.
Se guarda la neurona (de momento),
porque hay en ella sola más talento
que en todas las cabezas del PP.