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Pablo Planas

El Conde de Godó y Anna Gabriel

El diario barcelonés \'La Vanguardia\' ha cambiado de suministrador de datos demoscópicos, pero no de cocinero.

El diario barcelonés La Vanguardia ha cambiado de suministrador de datos demoscópicos, pero no de cocinero. Harto de meter la pata sondeo sí y encuesta también sobre el independentismo catalán, el propietario del rotativo se ha echado en manos de otra empresa demoscópica. De Feedback, dirigida por un exasesor de Mas y Duran, Jordi Sauret, ha pasado a GAD 3, presidida por Narciso Michavila, cuyo apellido tal vez les suene de algo. Su último mensaje en Twitter es el siguiente:

Sólo la hipótesis de la sorpresa ya resulta inquietante y es un notorio logro de las corporaciones mediáticas conservadoras, cuyos directivos creían que dar alas a Pablo Iglesias serviría para exorcizar el peligro de la extrema izquierda y de la ultrainconsistencia pablemista. Despreciaron el aserto de Marshall McLuhan de que el medio es el mensaje y están a punto de hacer un pan como unas tortas, como ya se ha comentado por pasiva y activa en Libertad Digital y esRadio.

El caso es que el conde de Godó, grande de España, ha contratado a los gurús de GAD 3, pero no ha cambiado al chef del pesebre, de modo y efecto que las encuestas de su diario mantienen el fondo de exceso de ajo, la manteca de guarro para engordar las salsas y el abuso del glutamato para dar sabor a las cuchipandas que se sirven en forma de estudio sociológico a las finas hierbas en portada.

La encuesta de este lunes en el diario local de Barcelona por antonomasia es un ejemplo esférico y esfericado de la vieja cocina vanguardil al servicio de Mas, Puigdemont y los Pujolone. De entrante, no alude a las elecciones próximas sino a una hipotética repetición de las catalanas, en las que dice que el independentismo perdería la mayoría absoluta, como si alguna vez hubiera alcanzado semejante cota en el Principado. Gran hallazgo culinario.

Sin embargo, el punto umami del plato es que los votantes de la CUP puntúan más alto a Mas, Junqueras y Puigdemont que a Anna Gabriel, la "puta traidora" que se cargó al primero y ha vetado los presupuestos del segundo. Según la encuesta, la mujer tribal tiene entre los votantes del partido antisistema, anticapitalista y anti la madre que los parió peor nota (un 2,9) que Puigdemont (6,4), Mas (6,5) y Junqueras (6,8). Hasta Arrimadas consigue mejor puntuación que Gabriel entre los cuperos, un 3,8 frente a un 2,9 de la impulsora del corte de pelo yanomami, según la terminología del antropólogo Marvin Harris.

Anna, desde una distancia ideológica abisal, no te agobies. Piensa que los mismos sociólogos que afirmaban rotundos que Duran Lleida era el político más apreciado de España son los que ahora te quieren quemar en la hoguera por separata, bruja y rabiza. Es obvio que nos odias igual que Mas y sus masriachis, pero al menos vas de frente y no como "los soldados hutus que al entrar en las casas tutsis preguntaban a sus ocupantes: '¿Tenéis dinero?'. Si tenéis, os matamos con metralleta, si no, a cuchillo", según refiere Revel en sus memorias. Un beso.

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