No se trata de exagerar los efectos positivos que pueda tener para España el hecho de que un español pueda alcanzar la vicepresidencia del Banco Central Europeo; menos aún, de negar la posibilidad de que haya otra persona capaz de desempeñar esa función mejor de lo que lo pueda llegar a hacerlo el actual ministro de Economía. Ahora bien, lo que resulta una auténtica vergüenza y un insulto no sólo a las mujeres sino a la inteligencia de todo ser humano es la patética oposición socialista a la candidatura de Luis de Guindos por el hecho de que éste no es una mujer.
A eso se ha reducido la airadísima objeción de la portavoz socialista, Margarita Robles, que considera la candidatura de De Guindos un "insulto a las mujeres". ¿Es que no conoce la portavoz socialista el nombre de una sola mujer que esté tanto o más preparada para el puesto que De Guindos? Si es así, ¿por qué no la cita como mejor opción? ¿O es que Margarita Robles, por el contrario, es incapaz de ver en De Guindos nada inconveniente aparte de su masculinidad? ¿Se atrevería la portavoz socialista a denunciar como "desprecio a las mujeres" el apoyo de los socialistas portugueses a la candidatura de De Guindos? Qué manera de hacer el ridículo.
Por lo que hace a la neocomunista Irene Montero, que va por ahí hablando de "portavoces y portavozas", su patético reproche a Luis de Guindos no se ha limitado a su condición masculina: también lo ha acusado de ser "siervo de los buitres financieros" y de propiciar nada menos que "la quiebra de Lehman Brothers".
Dada la nula formación económica de la exmagistrada Robles y la exbecaria Montero, se puede entender que rehuyan cualquier argumento técnico a la hora de criticar la candidatura del ministro de Economía. Ahora bien, antes de arremeter contra el PP –el partido, por cierto, de numerosas pioneras en el mundo de la política (la primera presidenta de comunidad autónoma, la primera presidenta del Senado, la primera alcaldesa capitalina...)–, deberían rehuir tan burdos argumentos sexistas... a menos que lo que pretendan sea transmitir la idea de que son portavoces de sus partidos por el mero hecho de ser mujeres.
En cualquier caso, nada les da derecho a insultar al resto de las mujeres como han hecho al criticar la candidatura de De Guindos por el mero hecho de ser un hombre.

