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David Vinuesa

El Atlético necesita una tila futbolística, no la 'manzanilla' de siempre

El conjunto rojiblanco está bloqueado de cara a gol y se desesperó por no marcar y por el colegiado.

El conjunto rojiblanco está bloqueado de cara a gol y se desesperó por no marcar y por el colegiado.
Oblak protesta al colegiado tras el final. | EFE

Una tila futbolística. Eso es lo que necesita el Atlético de Madrid en este inicio liguero que, de momento, no deja buen sabor de boca pese a ser calcado en cifras al que tuvo el año pasado cuando se llevó el título al bolsillo. Cinco partidos, quince puntos en juego, once conseguidos y ni una sola derrota en el casillero. 11 de 15 en la 2020/2021 y 11 de 15 en la 2021/2022. Además, dos empates a cero consecutivos, en ese caso ante Huesca y Villarreal y ahora frente a Oporto y Athletic, que hacen saltar las alarmas. Como bien he dicho al principio, tranquilidad.

El Atlético está atravesando una de esas crisis que suelen tener los grandes cuando su arsenal de armas ofensivas es altísimo, pero no marcan goles. La rabia es aún mayor que la habitual, sobre todo porque, desde dentro, empiezas a plantearte cómo es posible que teniendo más potencial que hace un año marques muchos menos goles. Es ahí cuando se inicia un proceso en el que marcando algún gol suelto todo se olvida, sin embargo, si no ves portería, aunque sea con un gol de rebote y con el trasero, todo se empieza a cuestionar. Incluso al delantero que hace bien poco te dio la Liga marcando 21 goles. Y en ese bloqueo mental está metido un Atlético que no ha logrado ganar un partido fácil en lo que va de curso. Ni un día de piscina y relax en medio del desierto. Es un quiero y no puedo casi constante. Es el tengo mucho, pero sale poco. En resumen, que el Atlético está tan ansioso por demostrar su potencial que está pensando demasiado en ello.

Es el síndrome del "equipazo", por llamarlo de alguna manera. Hay muchísimos casos en el deporte y pasa en las mejores familias. No hace falta irse muy lejos. Lo vemos en el PSG de Messi, Neymar y Mbappé. ¿Cuál es su principal objetivo? La Champions. ¿Cuál es el único partido que no han ganado en lo que va de año? El de Champions. Tienes a Messi, Neymar y Mbappé, que pueden marcar goles con los ojos cerrados, y llega tu primer partido en la competición que quieres y empatas en Brujas. ¿Por qué? Porque esto es fútbol, señoras y señores. No es un videojuego. Aquí juegan las emociones y cuando hay tantas ganas de agradar, los músculos se tensan y el cerebro te pide correr una maratón en menos de media hora y sin hacer pretemporada. Precisamente eso es lo que no hay que olvidar, que esto es una maratón y que con solo 5 kilómetros recorridos poco o nada se puede predecir de aquí a los metros finales.

Ante el Athletic, el equipo de Simeone probó con rotaciones para mejorar el ritmo y la intensidad y la verdad es que se vio más frescura en la primera parte. Destacó Rodrigo De Paul, llamado a ser importante al lado de Koke o, como pasó el sábado, cuando no está el capitán colchonero. El argentino puso visión de juego, control y velocidad de lado a lado del campo. Aún así, faltó el gol y todas las posibles valoraciones individuales y grupales giran en torno a eso, a que no se marcó. El palo de Marcos Llorente, la ocasión al principio del partido de Griezmann, las dos jugadas de Correa... Nada, no salió nada. Ni siquiera cometió un error el Athletic, que a veces pasa. Nada, todo lo que podía salir mal salió mal salvo el gol en contra, que visto lo visto podía haber pasado perfectamente.

Y por desgracia, más allá del quiero y no puedo rojiblanco, también toca hablar de lo que toca hablar. No se puede obviar. Es una lástima, porque sinceramente creo que darle protagonismo a ciertos personajes solo provoca que se vengan aún más arriba. Que se gusten más de lo que ya se gustan, a fin de cuentas. Y ojo, algunos se gustan y mucho, como es el caso. No, no voy a nombrar al trencilla en cuestión, que ya tiene mucho papel y tinta gastados a su favor y no lo merece. ¿Perdió el Atlético por la actuación del colegiado? Rotundamente no. ¿Mereció Joao Félix ser expulsado por llamar loco al intocable? Por supuesto que sí. Pero que todo eso no esconda que la actuación del sábado en el Wanda Metropolitano volvió a ser vergonzosa en fondo y formas.

Los intocables siguen a lo suyo. No se puede hablar con ellos dentro del campo y no se puede hablar de ellos fuera del terreno de juego. Cobran en la élite, forman parte de la misma, pero en vez de exigirles como profesionales de Primera, ellos gozan de impunidad dictatorial. A un jugador se le exigen tomar riesgos para ganar un partido. A ellos, sin embargo, si les entra el miedo a perder el control del encuentro, lo pitan todo, no dejan jugar a nada y para más inri si me quieres hablar hincho el pecho y te pongo cara de sargento de hierro de Hacendado . Así nos va en la liga española y no solo por el estilo que tenemos. Poco fútbol, poco ritmo y mucho descuento.

Ojo, claro que el foco colchonero debe estar en los problemas del Atlético de cara a portería. Claro que la ocupación y preocupación de Simeone debe girar en torno a la ausencia de gol, la paupérrima capacidad colchonera de generar peligro a balón parado, la todavía falta de conexión de Griezmann con el equipo o la lejanía del área de gente como Luis Suárez. Pero mientras el Atlético se prepara una buena tila futbolística para manejar sus problemas y ansiedades, no hace falta darle la ‘manzanilla’ que casualmente siempre le sienta mal. Es lo que hay. Hay personas y equipos a la que la ‘manzanilla’ le sienta de maravilla, ojo al pareado, y a otros, como es el caso, le dan ganas de vomitar. Así que lo dicho: el Atlético necesita una tila futbolística, no otra taza más de la 'manzanilla' de siempre.

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