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David Vinuesa

Atlético, te mereces lo de Vitoria

El conjunto rojiblanco volvió a cometer los mismos errores y esta vez sí acabó perdiendo.

El conjunto rojiblanco volvió a cometer los mismos errores y esta vez sí acabó perdiendo.
Gol de Laguardia en Vitoria. | EFE

Sí, el Atlético se mereció la derrota en Vitoria. Rotundamente sí. Incluso mereció caer por más goles. ¿Culpables? Simeone el primero y después el resto de jugadores. Si ganan como equipo, pierden como equipo. Punto. Y no, no pasa nada por decirlo, porque el primer paso que deben dar los jugadores y el cuerpo técnico rojiblancos es el de bajar al barro, hundirse en él y salir del mismo sabiendo que merecían estar ahí. Solo así, odiando la sensación de una derrota merecida y sin catastrofismos en pleno mes de septiembre, pueden empezar a volver a ser lo que son actualmente, es decir, campeones de Liga. Campeones merecidos, por supuesto. Igual que el sábado merecieron la derrota en Vitoria.

Este Atlético de Madrid está irreconocible. Son los mismos, más Griezmann, Cunha y De Paul, pero parecen otros. Y no, no me creo que la culpa de que el equipo no funcione sea solo de Antoine. El francés está desaparecido y la táctica con él necesita matices o incluso la suplencia gala, eso es cierto, pero ¿dónde estaba Griezmann cuando el Atlético ganó por la mínima y en un pésimo partido ofensivo al Elche? ¿Dónde estaba el ‘8’ cuando el Villarreal casi gana en el Metropolitano llegando dos veces y marcando dos goles casi regalados? Ahí no estaba Griezmann. Ahí estaban los de siempre.

Flaco favor se hará el Atlético si basa toda su reflexión en la figura de Griezmann. Eso lo puede hacer Twitter, hogar de intuiciones y "ya lo sabías" que podrían haber provocado que a día de hoy no hubiese ni rastro del actual Atlético de Madrid. Con las decisiones de Simeone, el Atlético cuenta con la plantilla actual y ganó la Liga este mismo año. Con las decisiones de Twitter, Oblak se habría marchado tras su partido de debut ante el Olympiakos en 2014, Correa llevaría 3 años fuera, Lemar estaría cedido en la Premier, Koke fuera del club y Luis Suárez habría chupado banquillo en el Coliseum. Cuando el Cholo abrazó a Correa en el Benito Villamarín de Sevilla, Twitter lo quería crucificar, que a nadie se le olvide eso. Por eso y por más cosas, las intuiciones del pajarito twittero deben ser obviadas en el vestuario. Seguidores, periodistas y tuiteros podemos opinar, faltaría más, pero por suerte para los clubes los que deciden son ellos, no nosotros.

Y como podemos opinar, esta es mi opinión: este Atlético necesita recuperar la fórmula inicial más allá de colocar o no a Griezmann en la ecuación. Al menos de momento. A día de hoy el equipo está bloqueado dentro de la evolución que quieren dar en su juego y cuando eso pasa lo más acertado suele ser dar un pequeño paso atrás, ordenar las elementos como estaban antes y poco a poco hacer cambios en la fórmula. Sobre todo porque no has tenido una pretemporada normal que te haya permitido trabajar en lo que quieres implantar. Ojo, esto ya ha pasado otras veces. Hace años el Cholo quiso sacar a Koke de la banda para colocarle más en el centro y los primeros meses de competición fueron duros. Simeone volvió a lo que ya funcionaba y, poco a poco, fue logrando lo que quería sin perder puntos por el camino. Quizá ahora sea un buen momento para repetir esa estrategia.

La táctica se debe negociar en el Atlético de Madrid, sin embargo, hay una cosa que jamás debe variarse en la mentalidad del equipo. ¿Cuál? La intensidad. Es literalmente imposible que el cansancio y la falta de pretemporada provoquen desconexiones mentales constantes en todas las primeras partes del curso. Al final puede, pero al principio no. Salvo ante Celta y Villarreal, el Atlético ha regalado los primeros 45 minutos siempre. Y en Vitoria, no solo 45 sino los 90. No puedes estar cansado en el minuto 2, momento en el que te marca el Alavés, último en la tabla y con un solo gol en el casillero antes del sábado. Ahí, señoras y señores, no se está cansado, se está empanado. Ahí no falla la colocación de Griezmann en el once ni las ausencias de Koke o Lemar. Ahí falla que Laguardia se haga fuerte en una defensa que lideran bestias como Hermoso, Giménez o Savic. Y falló la estrategia defensiva porque Laguardia tenía sangre en los dientes y la defensa atlética, que va más allá de sus centrales, estaba arrancando el motor. Como he dicho antes, ganan todos y se empanan todos, no solo la zaga.

Un Atlético aspirante a todo, que es lo que debe ser, no puede recibir un gol y agachar la cabeza asumiendo que "se está en un mal momento". No puede jugar 45 minutos de 90. Además, eché mucho de menos más de un grito tras el 1-0 del Alavés. De Simeone o de algún peso pesado, me es indiferente, porque es descorazonador que la sensación fuese de aceptación y no de dolor. Me preocupa y mucho que se estén obsesionando con que están "cansados" y "atascados". De tanto escucharlo, lo están interiorizando. Y sí, te puedes tropezar con la misma piedra dos veces, como no generar nada a balón parado y encajar todo lo que viene de esa misma forma, pero no cojas la piedra y nada más comenzar te la tires tú mismo contra la cabeza. Luego en zona mixta, el famoso "tenemos que salir mejor en la primera parte" y al autobús. ¡No! ¡Deja ya el discursito! ¡Mete una patada a la piedra! Mándala lejos de Vitoria, lejos de Madrid y por si acaso lejos de Milán, próxima parada colchonera. Solo así, mereciendo ganar durante 90 minutos y enchufado, que no empanado, el equipo de Simeone volverá a ser el de siempre más allá de quién esté en el once. Están a tiempo, septiembre aún nos acompaña, y como he dicho antes, por suerte para el Atlético los que deciden y juegan son el Cholo y sus jugadores, no Twitter o nosotros los periodistas. Eso sí, patead la piedra de una vez.

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