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Mikel Buesa

Marlaska a Nueva York y sin las víctimas del terrorismo

La Fundación VT no es una asociación de víctimas, sino una entidad pública que depende en todo del Ministerio del Interior.

La Fundación VT no es una asociación de víctimas, sino una entidad pública que depende en todo del Ministerio del Interior.
MADRID, 25/08/2022.- Los ministros de Hacienda, María Jesús Montero, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska (d) durante la sesión extraordinaria en el Congreso de los Diputados, que debate la convalidación del real decreto-ley sobre las medidas de ahorro energético entre otras cuestiones. EFE/ Mariscal | EFE

El ministro del Interior, Grande Marlaska, se va dentro de unos días a Nueva York para participar en el Congreso Global que ha convocado Naciones Unidas con el lema Avanzando en los derechos y necesidades de las víctimas del terrorismo. Es curioso que, en la delegación española, no viaja ningún dirigente de las múltiples asociaciones de víctimas que hay en España. De hecho, tanto la AVT como Dignidad y Justicia se han quejado ya porque, dicen, "las asociaciones hemos sido ignoradas".

En esa delegación, acompañan al ministro Tomás Caballero, que preside la Fundación Víctimas del Terrorismo, y la periodista Vera de Benito, que sólo se representa a sí misma, aunque desde Interior se insiste en que se trata de una víctima del 11-M, pues su padre fue asesinado por Al Qaeda en el atentado de Atocha. Los tres forman el panel que va a intervenir en las sesiones del congreso, donde también asistirán la directora general de Víctimas del Terrorismo, Montserrat Torija, y el director del Centro Memorial de Vitoria, Florencio Domínguez. O sea, todos funcionarios menos la periodista.

Aclaremos esto. La Fundación VT, en contra de los que muchos creen y de la idea que suele difundir el Ministerio del Interior, no es una asociación de víctimas, sino una entidad pública que depende en todo, incluyendo el nombramiento de su presidente, de ese ministerio. Por eso, Tomás Caballero, hijo de un asesinado por ETA, no representa a ninguna víctima en concreto y menos aún a las asociaciones de éstas como dice Marlaska. Añado que, desde que Maite Pagazaurtundúa, mujer independiente y no manipulable, fue relevada en la presidencia de esa Fundación, todos sus sucesores se han comportado básicamente como correveidiles del ministro que les nombró. Y si los lectores quieren una prueba de ello en el caso de Caballero, les recomiendo que repasen el melifluo discurso que pronunció en el último Concierto de la Orquesta de RTVE en homenaje a las víctimas que se celebró en el Auditorio Nacional de Madrid, donde incluso un espectador, víctima de ETA, se vio obligado a corregir en voz alta alguna de sus palabras.

Pero vayamos con la otra víctima, Vera de Benito, que se representa a sí misma, pero que el ministro Marlaska quiere hacerla aparecer como portavoz de las víctimas del terrorismo yihadista. Al hacerlo, Marlaska reincide en esa distinción tan querida para la izquierda entre las víctimas de ETA y las del 11-M. Las primeras, serían el elemento molesto para el gobierno —éste y alguno anterior— porque no quieren reconocer que ETA se acabó y que lo que ahora procede es el perdón, la reconciliación y la vuelta a la actividad política del nacionalismo radical. Es decir, el aquí paz y después gloria con el que se justifican los traslados de presos, los terceros grados y, pronto, el regreso sin mácula de los etarras que se exiliaron. Por cierto, en apoyo de esta línea interpretativa, la delegación ministerial se va a llevar a Nueva York la película Maixabel, que como todo el mundo sabe muestra una política fracasada con respecto a los presos de ETA que promovió inicialmente Jorge Fernández Díaz, del PP, siguiendo la estela que le marcaron sus predecesoras socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba y Antonio Camacho. Pero entremos en las segundas, las del yihadismo, porque según la versión socialista de los acontecimientos de los que fueron víctimas, éstos habrían estado causados por la política belicista del PP. Ya lo dijo Rodríguez Zapatero en 2003, cuando los atentados de Casablanca: "Aznar ha conseguido que estemos en la lista del terrorismo internacional". Y en eso siguen hasta ahora, justificando así la incorporación a la delegación española de Vera de Benito a título particular.

Así que unos funcionarios y una periodista van a representar a las víctimas del terrorismo en el Congreso Global convocado por la ONU para tratar de las medidas de reconocimiento a las víctimas, la protección de sus derechos, su acceso a la justicia y del apoyo que reciben de los poderes públicos. O sea, para debatir sobre asuntos en los que actualmente existe una controversia, una profunda separación, entre las asociaciones de víctimas y el Gobierno. Y, claro está, Marlaska no les va a ofrecer a aquellas la menor oportunidad para que expresen sus ideas en un foro mundial como es Naciones Unidas, más aún cuando los pactos entre el gobierno y Bildu se desenvuelven en la cuerda floja. Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, lo ha dejado claro: "Tienen miedo a que las víctimas les dejemos en evidencia ante el mundo".

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