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Sergio Valentín

La potencia con control sirve para mucho

El Real Madrid es un equipo compacto, cada vez más complicado de derrotar. Si no se imponen por calidad, lo hacen por fuerza. Es la obra de Ancelotti.

El Real Madrid es un equipo compacto, cada vez más complicado de derrotar. Si no se imponen por calidad, lo hacen por fuerza. Es la obra de Ancelotti.
Vinicius celebra el primer gol. | EFE

Fabio Capello y Bernd Shcuster eran los entrenadores del Real Madrid cuando el club ganó por última vez dos ligas de forma consecutiva. Han pasado la friolera de 14 años. Muchos teniendo en cuanta el club del que hablamos y aunque solo van tres jornadas, veo indicios, pistas, que me hacen intuir que esta temporada puede romperse esa peculiar sequía. Observo a un equipo ambicioso, con la mentalidad adecuada desde el primer partido, algo poco habitual en el Madrid al que le suele costar arrancar, veo a un vestuario sano, unido (vean la celebración del 1-3) y que juega cada vez mejor al fútbol.

Quizá no fue el mejor día del Real Madrid en este sentido, pero aún con un partido discreto, sobre todo en la segunda parte, se pueden rescatar muchas de sus virtudes y la más importante es, la misma de la pasada temporada, que es extremadamente complicado ganarles un partido. Son ultra competitivos. ¿Juegan bien? Ganan. ¿Juegan regular? Ganan. ¿Parece que no es su día y les puedes meter mano? No te equivoques, te van a ganar. Eso le paso al Espanyol, que durante muchos minutos de la segunda mitad soñó con llevarse los tres puntos y al final se fue con las manos vacías. Este Real Madrid va en serio a por la segunda Liga consecutiva. Tres de tres y los tres partidos además a domicilio.

El Real Madrid, o al menos esa es mi impresión, es un equipo cada vez más compacto, que juega cada vez más de memoria. Por eso no se ha notado nada, de momento, el cambio de Casemiro por Tchoameni. Su adaptación ha sido inmediata. Es una pieza por otra. El que entra ya sabe cuál es su papel. Por eso tampoco vimos diferencias entre el rol de Mendy, el habitual en el lateral izquierdo, y el de Alaba metiéndose hacia dentro y dejando una vía libre de pase y de carril para Vinicius. Es la obra de Carlo Ancelotti, que aun habiendo ganado Liga y Champions, ni mucho menos está completada. Tiene el plan A, con Kroos y Modric en el centro del campo y Valverde de falso extremo derecho, pero si este no funciona, activa el plan B, el que Ancelotti tiene que perfeccionar y del que harían bien los entrenadores rivales en prepararse porque es totalmente distinto e iguálmente de efectivo. Camavinga y Rodrygo han entrado desde el banquillo en 13 ocasiones y en 12 ganó el Real Madrid el partido y el único en el que perdieron acabó en celebración porque fue ante el Chelsea (2-3) y supuso la clasificación para las semifinales de la Champions League. Por cierto, el plan B creo que será el plan A en no mucho tiempo.

El Real Madrid suele dominar los partidos con la posesión, a penas le crean ocasiones en contra y cuando no es así, el modo correcalles de Ancelotti con Rodrygo y Camavinga, como han comprobado, es extremadamente fiable. El francés mejoró él solito a un Madrid que sí entró algo más dormido en la segunda mitad. Su impacto fue inmediato porque es un futbolista que explota los espacios con su explosivo cambio de ritmo en conducción. Si le juntas con Tchouameni, tienes uno de los centros del campo más fuertes del mundo. El ex del Mónaco gana duelos, como se le exigía a Casemiro, pero también tiene un alto nivel asociativo. El pase final, con el exterior, al espacio para que marcara Vinicius es una genialidad, pero no llega a esa situación por lo que han generado sus compañeros, sino por lo que él mismo se ha creado. Su pared previa y la capacidad para conducir e ir hacía arriba le definen como un futbolista completo.

El Real Madrid lleva pleno esta temporada a pesar de que no todo son buenas noticias. Quizá esto les haga más temibles claro. Ganan a pesar de contar con una versión de Karim Benzema bastante lejana a la que mostró la pasada temporada con una constante regularidad que le hará ganar el Balón de Oro. Marcó dos ante el Espanyol, pero antes de eso, su partido fue discreto. Lo mismo sucede con Militao. Su primer ensayo, con Rudiger, tampoco fue exuberante. Joselu ganó demasiados duelos, consiguió demasiadas oportunidades, y eso que sus compañeros no le generaban situaciones de ventaja.

El delantero del Espanyol es oro para lo que pretende hacer Diego Martínez. Un equipo intenso, que no necesita el balón para estar cómodo, que no se marcha mentalmente del partido y que son capaces de generar peligro con pocos pases. Joselu tiene y ha tenido nivel para haber estado en clubes de un nivel superior, pero podría formar una temible pareja de ataque con Raúl de Tomás si se queda finalmente.

No me hace falta, como ya empiezo a leer y escuchar en la prensa, ver al Real Madrid contra "un rival más fuerte". ¡Cómo si no les hubiéramos visto ganar la Champions y LaLiga! Como ejemplo de ello es Vinicius. Quizá alguno podría pensar que su inesperada explosión fue momentánea, de una temporada, pero ya lleva 2 goles y 2 asistencias en cuatro partidos. Por sus ganas de aprender, va a ser un futbolista más completo. De hecho, ya se está viendo como, por ejemplo, mejora en todos sus decisiones, con y sin pelota, en el área contraria. Quizá la única duda que me genera ahora el Real Madrid está en el suplente de Benzema. El partido estaba empatado y Ancelotti tiró de todo menos de otro delantero. Rodrygo, Camavinga, Ceballos... pero Hazard y Mariano ni calentaron. No es que me parezca mal, el gol no llega por acumular más delanteros. Simplemente es señalar que Ancelotti no confía en nadie como recambio de Benzema y que este va a tener que jugar aunque esté cansado o haciendo un mal partido. Por cierto, cuatro cambios y no entró Marco Asensio. No creo que se marche en los dos días de mercado que quedan, pero no será porque Ancelotti no se lo está dejando claro.

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