
Feijóo garantiza que la ley del aborto se aplicará escrupulosamente y sin ningún género de matiz allá donde gobierne el Partido Popular. La aclaración se agradece aunque resulta innecesaria, puesto que de sobra es conocido que el PP es el partido que más se esfuerza en poner en práctica las leyes ideológicas perpetradas por la izquierda, mérito del que sus dirigentes presumen con toda justicia.
Se cumple en este asunto nuevamente la ley no escrita de que el PP es el PSOE con 5 años de retraso, de manera que solo necesita un lustro para digerir los aspectos más nocivos de las leyes socialistas y, a partir de ahí, convertirse en su principal defensor. Ocurrió con en actual Estatuto de Cataluña, que el PP pasó de recurrirlo ante el Tribunal Constitucional a celebrarlo y referirse a él como "nuestro Estatuto".
La actual ley del aborto es, en esencia, la que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, con leves retoques del PP en 2015 y de Sánchez este año pasado. El cuerpo central de la norma es el que diseñó ZP, basado fundamentalmente en autorizar el aborto libre en las 14 primeras semanas y la posibilidad de que las chicas puedan tomar la decisión de abortar a partir de los 16 años sin consentimiento paterno. Esta ley fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular, lo que no impidió que la mantuviera en vigor años más tarde tras ganar por mayoría absoluta las siguientes elecciones con Mariano Rajoy. De recurrirla ante los tribunales, el PP pasó a mantenerla en vigor y ahora ya la defiende a capa y espada. Todo ello a pesar de que no ha retirado el recurso interpuesto en su día ante el TC, que Conde-Pumpido ha decidido estudiar en las próximas semanas.
Así pues, Feijóo defiende la aplicación taxativa de una Ley Orgánica que el PP impugnó por considerarla un atentado contra el artículo 15 de la Constitución Española, ese que reza que "todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral". Tan es así que ni siquiera admite un matiz tan inocente como el propuesto por VOX en Castilla y León, para que los abortorios ofrezcan a la madre la posibilidad de ver en una ecografía al bebé antes de asesinarlo. El PP ya ha dicho que no admitirá la sugerencia aunque ello suponga poner en riesgo el Gobierno autonómico castellanoleonés, para que los votantes de ese partido conozcan bien cuáles son sus prioridades.
El asunto puede tener su incidencia en el resultado de las elecciones autonómicas y municipales de este próximo mes de mayo, que tendrán lugar bajo el axioma que Feijóo se ha encargado de confirmar al convertir al PP, una vez más, en felpudo de la extrema izquierda. El lema es tan sugestivo como certero: aquí se hace lo que dicen el PSOE y los perroflautas, que para eso está el PP gobernando. Pasen y vayan votando.
