Menú

Doñana, paraíso de la demagogia

El mayor enemigo de este santuario de la naturaleza es la pobreza del entorno y la demagogia socialista.

El mayor enemigo de este santuario de la naturaleza es la pobreza del entorno y la demagogia socialista.
Una imagen del Parque Nacional de Doñana. | Junta de Andalucía

No es el agua, que siempre será escasa en Doñana, el mayor enemigo de este santuario de la naturaleza; es la pobreza del entorno y la demagogia socialista.

Hay que conocer bien el entorno de Doñana para comprender que los mayores enemigos del Parque Nacional son la falta de desarrollo de los terrenos colindantes y la inhibición en este sentido, durante más de cuarenta años, por parte de los sucesivos gobiernos regionales socialistas que este entorno ha padecido.

¿Qué es Doñana?

Tanto el Parque Nacional de Doñana como el Parque Natural del mismo nombre colindante con el mismo, son santuarios de la naturaleza de importancia mundial que es necesario proteger a toda costa. Las medidas necesarias para la supervivencia de estos terrenos y el desarrollo de su entorno serían un magnífico destino para una parte de esos fondos europeos tan deseados y tan prometidos.

El Padre Guadalquivir, nacido en la sierra de Cazorla, va discurriendo hasta desembocar entre las provincias de Cádiz y Huelva; allí forma un remanso que hace apenas 2.000 años era un lago al que el cronista Estrabón, que acompañaba a las legiones romanas de Publio Escipión el Africano, describió minuciosamente.

En apenas veinte siglos el lago se ha ido colmatando con los depósitos de aluvión que aporta el río y que se ven finalmente frenados por una gigantesca duna; se ha formado así la gran marisma en la que crían o descansan ingentes bandadas de aves que tienen en este enclave acuático una garantía de supervivencia.

La marisma se extiende como una gran planicie inundada durante una parte del año, porque se seca en años de sequía desde hace siglos, mucho antes de la invención del fantasma del "cambio climático". Las depresiones del terreno marismeño se convierten en pequeñas lagunas llamadas "lucios".

En años hidrológicamente normales la llegada del agua viene a dar nueva vida a la marisma cuando llega a partir de las aguas de superficie, como las que aportan el arroyo de la Rocina o la "Madre de las marismas". He tenido la satisfacción de ser testigo de una de estas "resurrecciones", como la del otoño de 1983, después de que Doñana sufriera una de las mayores sequías del siglo XX. Allí estaba yo entonces rodando Al aire libre, una serie juvenil para Televisión Española.

Con ser la marisma un ecosistema vital para la avifauna europea, Doñana no es sólo la marisma, ya que otros dos, también singulares, merecen ser conocidos a la vez que respetados: el monte y matorral mediterráneo, y las dunas móviles.

Más allá de la marisma, hacia el oeste, se extiende un monte de sotobosque tupido cuya formación arbórea fundamental es el sabinar; los pinos han sido introducidos posteriormente. La fauna de vertebrados e invertebrados que alojan estos ecosistemas forestales es tan curiosa y variada que sólo por ella sería imprescindible la supervivencia del Parque.

El tercer ecosistema peculiar de Doñana son las dunas móviles. La arena procedente del Atlántico penetra en el Parque a partir de la gran playa de Matalascañas e invade el pinar costero formando dunas que entierran los árboles provocando su muerte; pero estos antes de sucumbir lanzan las piñas de manera explosiva, piñas que germinan pasada la oleada arenosa formando un nuevo "corral" de pinos jóvenes. Es un buen ejemplo de estrategia de supervivencia.

"Campos de cruces" llaman en la zona al paisaje formado por las copas de los árboles muertos que emergen sobre la arena de los corrales. La toponimia local también merece ser conocida y conservada.

La polémica que viene envolviendo estos últimos meses al entorno de Doñana nos obliga a dejar a un lado por el momento los componentes faunísticos del Parque para dedicarnos al análisis de la situación política y económica no sólo de Doñana, sino también de su entorno.

El entorno de Doñana. Sus problemas. La demagogia

Doñana se encuentra enclavado en un entorno históricamente deprimido desde el punto de vista laboral; su pobreza ha tratado de ser enmendada con multitud de ensayos no demasiado afortunados, como el cultivo del arroz, que requiere gran cantidad de agua y el uso masivo de plaguicidas, o la acuicultura basada en la introducción del cangrejo rojo de las marismas americanas.

La extracción de aguas profundas procedentes del acuífero que complementa los aportes de agua de lluvia, para dedicarlas a la agricultura alegal o ilegal, se ha practicado con facilidad gracias a la perforación de pozos poco o nada controlados. Está claro que esta situación no podía continuar por más tiempo, pero los gobiernos socialistas han tenido más de cuarenta años para intervenir y prohibirlo o legalizarlo; todo menos lo que ha supuesto la desidia reinante.

Desde los años ochenta parece haberse encontrado una vía de desarrollo económico que podría ser menos lesiva para el Parque que otras anteriores: el cultivo de frutos rojos, especialmente fresas, en régimen de invernadero.

Propone el Partido Popular la declaración de "tierras de cultivo" para dichas zonas frutícolas, legalizando así una situación que se mantenía en el limbo jurídico y que parece imprescindible para posteriormente evitar los abusos potencialmente peligrosos para Doñana.

En el texto de las correspondientes propuestas de Ley se deja bien claro que los cultivos establecidos en dichos terrenos no podrán surtirse de aguas subterráneas, sino superficiales, lo que deja la pelota en el tejado del Gobierno de la nación.

Sabido es que dicho Gobierno, representado por el Ministerio de Transición Ecológica y su Sra. Ministra no es partidaria sino acérrima enemiga de los trasvases, y en este caso se sugieren tres ríos, el Tinto, el Odiel y el Piedras, como posibles cauces suministradores de agua trasvasada para asegurar el futuro de la marisma.

Por cierto, la marisma siempre se ha secado en épocas de sequías sucesivas, de manera que nada de venirnos con lo del "cambio climático". La marisma es un ecosistema frágil y lo viene siendo desde hace 2.000 años, cuando Estrabón refirió la existencia en este lugar de un lago, al que llamó Ligustino, lago que en tan breve tiempo geológico, se ha colmatado hasta convertirse en marisma.

La interpretación sesgada del Gobierno central y la limitación de capacidad comunicadora por parte del Gobierno regional vienen alimentando la gran polémica sobre Doñana que ocupa las portadas de los periódicos los últimos días.

¿Expropiar las tierras de cultivo de fresas por "ilegales" y arruinar a los agricultores, o legalizar para controlar y canalizar? Este es el dilema, aunque seguramente en las denuncias socialistas a Europa el problema se presentará de otras mil y una formas.

Al menos que digan a los "verdes europeos" que el Parque Nacional de Doñana nació allá por los lejanos años 50, cuando dos insignes y entusiastas biólogos, los profesores Juan Antonio Valverde y Francisco Bernis, se dirigieron por carta al jefe del Estado, Francisco Franco, atreviéndose a decirle que "estaba en juego su patriotismo si consentía que la marisma de Doñana fuera arrasada para convertirse en plantación de eucaliptos".

Franco se conmovió y encargó un estudio al tiempo que detuvo las obras que ya habían comenzado, de manera que gracias a Valverde, Bernis y … Franco se salvó Doñana, y tiene el presidente Sánchez un paradisíaco lugar de veraneo.

Miguel del Pino Luengo, catedrático de Ciencias Naturales

Temas

En Tecnociencia

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal