Les llamará la atención, pero ningún medio de comunicación marroquí, de los que se pueden consultar en internet, da cuenta de las detenciones por la compra de votos en Melilla. Ni se inmutan ante las informaciones que señalan a agentes de Rabat como facilitadores de los fondos. Falta un tris para que aparezca un Barroso marroquí y monte un trampantojo acusando a la ‘extremaderechaextrema’ de ser la inductora.
Coalición por Melilla (CpM) es un partido promarroquí fundado por Mustafá Aberchán. Gobierna junto con el PSOE en la ciudad autónoma. De los nueve miembros del Consejo melillense, cinco pertenecen a CpM. Pese a ser el PP el partido más votado en las elecciones de 2019, el único electo por Ciudadanos les dio la mayoría. Al "ciudadano" le hicieron presidente-alcalde, tiene un salario bruto de 91.913€ y sale muy sonriente en las fotos. Parece que ahora los de CpM quieren amarrar el gobierno comprando votos.
El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta (MDyC) es un partido promarroquí también. En las pasadas elecciones obtuvo el 7% de los votos y dos electos. Fátima Hamed Hossain es su lideresa y, como es tradición en la izquierda, fundó el partido tras provocar una escisión en el que militaba, la Coalición Caballa.
¿Qué tienen en común estos dos partidos, además de ser de izquierdas y promarroquíes? Pues que ambos forman parte del metaverso que le han construido a Yolanda Díaz.
Todo empezó en Valencia. Iñigo Errejón, que en ocasiones ve muertos, y el diputado por Compromís, Joan Baldoví, convocaron a unos colegas (Més per Mallorca, la Chunta Aragonesista y Verdes-Equo), se juntaron en la Plaza del Pilar el 9 de mayo de 2022 y firmaron el Acuerdo del Turia. El texto dice lo de siempre, salvo la importante aportación que se atribuye a Errejón: "Ponemos especialmente el énfasis en la asunción de la salud mental…".
Animados por el éxito del encuentro, los firmantes se dedicaron a organizar excursiones. Donde recalaban montaban un pícnic. El 21 de octubre se fueron a Palma de Mallorca y suscribieron otra declaración y allí se personaron Fátima y Mustafá. "El 'nacionalismo periférico' aliado de Errejón firma la Declaración de Mallorca. Fátima H. Hossain (Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía) y Mustafá Aberchán (Coalición por Melilla), junto a otros representantes, han presentado la alianza estratégica en las escaleras de La Seu", rezaba el pie de foto que acompañaba la noticia.
¿Desconocían Baldoví y Errejón que el Tribunal Supremo había confirmado, hacia poco más de un año, la condena de cárcel impuesta al presidente de Coalición por Melilla, señor Aberchán, por la compra de votos?
Mientras, algo vio Yolanda en la musulmana militante que había logrado declarar non grato a Abascal en Melilla y se la llevó de bolos. En noviembre del año pasado actuó en el teatro Olympia de Valencia junto a Ada Colau, Mónica García y la defenestrada Mónica Oltra. Una feminista con velo, que de todo hay.
A la dirigente ceutí la subieron al escenario, compartió foto y sonrisas y se esfumó. El pasado 2 de abril reapareció en la presentación de Sumar. La lideresa nombró a su "querida Ada"; a la dirigente de Más Madrid, "gracias, Mónica", y a punto estuvo de olvidar a Fátima. La mencionó en último lugar ¿Qué había pasado? Era una apuesta personal de la vicepresidenta. En justa reciprocidad, en la cuenta tuitera de Fátima, Yolanda Díaz y Sumar, aparecen una vez desde abril.
Cuando a la señora Hossain le preguntan sobre Marruecos o el cambio de posición del Gobierno español sobre el Sahara —"son cuestiones de Estado y nosotros como formación local tenemos otras ocupaciones, que son las del pueblo de Ceuta"—, sus repuestas recuerdan a las de monseñor Setién referidas al terrorismo etarra.
Por lo bajinis, Errejón y Baldoví murmuran que Coalición por Melilla ha sido "apartada verbal y temporalmente". El porqué de este proceder, lo aclaran los del Turia: nosotros no hacemos comunicados salvo cuando quedamos de pícnic y no es el caso.
¿Fue estrategia de Mohamed o despropósito de Errejón? Para este eran dos siglas más para la coctelera, pero Rabat situaba a dos partidos, decisivos para la estabilidad política y social de Ceuta y Melilla, en un conglomerado de fuerzas de izquierda que comparten la plurinacionalidad como forma de Estado. Una oportunidad así no se desaprovecha.
En cualquier caso, el roto está hecho y en él ha hurgado la secretaria general podemita, preocupada "porque algunos (la izquierda cuqui) hayan pensado que éstos son socios aceptables, con las previas que ya conocíamos". En esto tiene razón Belarra: dónde esté un bilduetarra… ¡eso sí es garantía de seriedad y solvencia!