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Las salinas de Cádiz: un sueño ecologista

La Sociedad Española de Ornitología —SeoBirdLife—, unida a Salarte, emprende la recuperación de la salina gaditana de Balbanera.

La Sociedad Española de Ornitología —SeoBirdLife—, unida a Salarte, emprende la recuperación de la salina gaditana de Balbanera.
SEO/BirdLife y Salarte recuperan con prácticas económicas sostenibles las salinas de Balbanera de Puerto Real | Europa Press

Coincidiendo con las votaciones en el Parlamento Europeo sobre el gran proyecto de restauración de ecosistemas europeos degradados, proyecto cuya gestación está lleno de polémicas sobre el eterno duelo conservación versus utilización en este caso agrícola y ganadera, un sencillo y limpio proyecto de restauración de un ecosistema, en concreto el de una salina andaluza, aparece como un ejemplo limpio y económicamente positivo.

La salina romana: la construcción más limpia de la historia

Reparemos en la importancia que ha tenido para el hombre, desde la antigüedad remota, la obtención y comercialización de la sal; pues bien, las salinas que diseñaron los romanos en tiempos de su imperio y de las que eran muy ricas las costas sur y este de Hispania, pueden calificarse de perfectas desde el punto de vista de su limpieza ecológica.

Las energías utilizadas para la obtención de sal marina en estos sencillos ingenios eran la mareal, la solar y la eólica. Estamos ante un verdadero sueño ecologista.

Tras la subida de la marea se impide parcialmente el retorno del agua mediante la construcción de corrales de piedra, o más modernamente muros, para que se formen piscinas de agua de poca profundidad llamadas con toda propiedad "cristalizadores", ya que, cerradas las compuertas, el sol evaporará el agua dejando en el fondo la sal cristalizada libre para su extracción.

Las explotaciones salineras forman sistemas de corrales o esteros, de cristalizadores, de isletas y de canales donde se concentra y aumenta su graduación en sal el agua marina. En definitiva un ecosistema incomparable, y productivo.

Para empezar, la obtención de sal tiene notable importancia económica. Pensemos que la salazón ha sido durante siglos una de las prácticas imprescindibles en las industrias conserveras y que sin ella habría sido imposible convertir muchos alimentos en no perecederos o al menos hacerlos aptos para el consumo a largo plazo, hablando tanto de carnes como de pescados principalmente.

Es cierto que existen también minas de sal de origen geológico, como los famosos diapiros salinos del tipo del de Cabezón de la Sal, pero la industria salinera, capaz de obtener por evaporación la sal marina ha presentado, desde la antigüedad remota, repetimos, un recurso vital para la alimentación del hombre.

Desde la segunda mitad del siglo XX la industria de la refrigeración ha incrementado su desarrollo con el uso de la electricidad, pero al encontrarnos en tiempos de ahorro energético es importante mirar con "nostalgia ecológica" la vieja salina romana y calificar a sus ingenieros de verdaderos ecologistas que fueron capaces de valorar la energía del sol y de las mareas.

La restauración de las salinas de Balbanera

Con mirada verdaderamente ecologista ha actuado la SeoBirdLife al empeñarse en la restauración ecológica de la salina de Balbanera, término gaditano de Puerto Real con una extensión de unas 50 hectáreas. Con la colaboración de Salarte y financiación de la Fundación Mava, se contempla la restauración de muros y paredes, la mejora del drenado, la limpieza de islotes y la reconstrucción de la casa salinera, así como la construcción de un nuevo observatorio de aves.

Porque son muchas las especies de aves que se asocian a la salina; por ejemplo muchas de las pertenecientes al grupo de las limícolas, que se alimentan de gusanillos y restos almacenados en el barrillo salobre: la cigüeñuela, la avoceta y numerosos pequeños correlimos son ejemplos representativos, pero también sobrevuelan las garzas, rapaces como algunos aguiluchos y, en definitiva, una avifauna rica e insospechada.

El aprovechamiento de la riqueza pesquera de los esteros y lagunas asociadas a los cristalizadores de sal, tampoco son despreciables; especies piscícolas como el mújol, el capitán, las lubinas y su variedad la sabrosa baila e, incluso, algunas variedades de lenguado, no son despreciables desde el punto de vista económico, como tampoco las gambas y los camarones, susceptibles de ser cultivadas.

Una criatura prodigiosa asociada a la salina es un diminuto crustáceo llamado Artemia salina; ponen infinidad de huevos perdurables gracias a su grueso cascarón, que permite sobrevivir al embrión cuando están completamente desecados. Los huevos de Artemia pueden conservarse así durante largos periodos de tiempo y para eclosionar sólo necesitan entrar en contacto con agua con un cincuenta por ciento de sal en disolución.

Los cangrejillos recién nacidos, sólo por tal hidratación con agua del mar son la base del cultivo de alevines de peces en las piscifactorías, verdaderas granjas en las que en lugar de aves o ganado se crían pescados; es esta una industria que en un futuro próximo podría descargar de presión pesquera a algunas especies marinas de gran importancia económica.

Un verdadero ejemplo de conservación y rendimiento económico es este pionero intento de restauración de las salinas que quedan en la bahía gaditana. Bien merecen los impulsores, Seo y Salarte, toda clase de felicitaciones.

Miguel del Pino, catedrático de Ciencias Naturales

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