
Milan Kundera desarrollaba su idea sobre el vandalismo político: "Cuando ciertos elegidos o determinados funcionarios deciden que una estatua (o un castillo, o un árbol centenario) son inútiles y ordenan su destrucción, cometen actos de vandalismo. No hay diferencia sustancial entre la destrucción y la interdicción[i]. No hace mucho; un diputado checo pedía en el Parlamento —a nombre de veintiuno de sus colegas— la proscripción de dos importantes películas de alto nivel, una de las cuales, ironías de la historia, era Las pequeñas margaritas. Condenó severamente estas dos películas, declarando al mismo tiempo que no las entendía. La falla principal de estas dos obras era la de sobrepasar la comprensión de sus censores".
(Además de derribos y exhumaciones selectivos conocidos de todos, acabamos de saber que el documental titulado El autócrata, sobre Pedro Sánchez, de Carlos Hernando, ha sido vetado en los cines por el ministro de Cultura del autocrático, el bailón Iceta).
El vandalismo político y arbitrario en España fue una consecuencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que, jaleado por los de la subcultura de la ceja, añadió la banalidad de la mala política a su zurrón partidista y sectario. De aquellos polvos, de la "kely", del feminismo discriminatorio, del ecologismo antinatural y del "viento" (único dueño de la tierra en su delirio), se sucedieron bajo su continuador, Pedro Sánchez, la Ley del Sí es Sí, la Ley animalista, la ley Trans y la conversión de cualquier posibilidad humana en derecho, algo terrible en sí mismo. Ya verán cómo pronto volverá el bestialismo (ya se ha abierto la puerta de la pederastia "consentida") dado que si es posible que una persona se ayunte con un animal, se avista un derecho. Al tiempo.
Otra dimensión del vandalismo político, según Kundera, es el atentado contra la verdad que comenzó con la Ley de Memoria Histórica o la ley de Violencia de Género. Dice el escritor checo en su conferencia: "Toda represión de la libertad de pensamiento, aun cuando apunte a opiniones equivocadas, se dirige en último término contra la verdad, porque sólo se puede alcanzar la verdad en la confrontación de opiniones iguales y libres. Cualquier ataque a la libertad de pensamiento y de palabra —aún si se emplean usando técnicas muy discretas— constituye un escándalo en el siglo XX…". Durante estos años, con el silencio del PP de Rajoy, no se pudieron combatir estas leyes sin ser tachado de fascista, facha, voxista, franquista o cavernícola. Esta campaña electoral está dando muestras sobradas de ello.
Por todo ello, es una inquietante conjetura la formulada sobre el regreso del pernicioso ZP que dejó a España en la ruina, las pensiones congeladas y al terrorismo antiespañol blanqueado y privilegiado, por no repetir más lo ya sabido. No estará de más que añadamos una serie de razones que se sumen a otras para votar, socialistas de buena fe incluidos, no sólo contra la candidatura a la presidencia del gobierno por parte de Pedro Sánchez, sino para impedir lo que sería peor, que el PSE cayera de nuevo en manos de Zapatero inaugurando la etapa ZP2. Al fin y al cabo el "madurado" socialista sólo tiene 61 años y podría aspirar, o alguien le conmina a hacerlo, a un nuevo liderazgo en su partido.
De consumarse lo que de momento es meramente una conjetura, la esperanza en la reforma esencial del PSOE nacido en 1879 sería imposible. Hay quienes creen que tal rectificación es imposible por razones "genéticas". Sin embargo, hay socialismos no marxistas en todo el mundo y, singularmente, en Europa y América. Aunque la socialdemocracia de Eduard Bernstein tuvo poco predicamento en España, puede ser adoptado, como puede serlo cualquier otro socialismo no ligado a las dogmas marxistas, hoy desacreditados por la ciencia y la experiencia. Tal cosa sería imposible de triunfar la cábala ZP2.
Además, la reedición de un liderazgo de ZP, sabido lo ya sabido, sería la confirmación cierta de que el socialismo español habría caído bajo la órbita de influencia de que llamamos el neocomunismo bolivariano ligado al "cártel de Puebla", como lo califica Jiménez Losantos. Si ha sido tremenda la influencia de Baltasar Garzón, el "juez" acusado formalmente de cobrar comisiones por condenar a los jueces molestos a la oligarquía mediática española o defender regímenes antidemocráticos.
Además, se podría unificar a la izquierda social-comunista, imponer sus "Españas" federadas (herencia del socialismo castellano-leonés de los Carretero), ligar el destino exterior de España al filoislamismo y caer en las redes del antojismo anticivilizador que desprecia la experiencia histórica y prima el experimento ideológico-moral sin gaseosa.
Resumiendo y acortando, la conjetura ZP2, sea en directo o por persona interpuesta, sería una desgracia para todos, incluso para los socialistas de buena fe, que los hay y muchos, que desean un rumbo diferente para su organización. O sea, ya tenemos una razón más para votar masivamente contra Pedro Sánchez de modo que un futuro contra el autócrata farsante y contra el otro impostor, el del talante bolivariano, sea imposible y España pueda serenarse y mejorar su convivencia.
