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Vamos a contar la incómoda verdad de ir a ver al Atlético al Metropolitano

El aficionado rojiblanco se queja no solo de los horarios sino del transporte. Hoy en día laborable se juega a las 21:30 horas con un grado.

El aficionado rojiblanco se queja no solo de los horarios sino del transporte. Hoy en día laborable se juega a las 21:30 horas con un grado.
Vamos a contar la incómoda verdad de ir a ver fútbol al Cívitas Metropolitano | David Vinuesa

Ir al fútbol en el año 2023 no es ni mucho menos tan sencillo como lo era hace unos años. Sobre todo por los precios. También por los horarios. En las últimas semanas he tenido conversaciones con seguidores del Atlético de Madrid que más allá de lo lejos que está el Cívitas Metropolitano de casi todos los hogares de Madrid tienen bastante problemas a la hora de llegar allí y también a la hora de marcharse. Y si tenemos que hablar de horarios, más de lo mismo.

Empiezo por lo segundo, por los horarios. El Atlético de Madrid está teniendo esta temporada una mala suerte tremenda con los horarios. Mala suerte o que directamente le han colocado como el equipo que más partidos se tiene que comer a las 21:00 horas. Igual que hay equipos a los que la Liga somete al terror de jugar muchos viernes o muchos lunes, los rojiblancos han sido galardonados con el ‘premio’ de todos los encuentros en casa a las 21:00 horas. Pero si eso no era suficiente, este martes laboral, a 19 de diciembre y con 1 grado de temperatura, la Liga decidió poner el Atlético-Getafe a las 21:30 horas. Es curioso lo que ocurre en España. Cuando hace un calor que te derrite, no se da el paso de retrasar los partidos mientras que cuando el frío es para congelarse, ole, ole y ole, te pongo los partidos tarde Diego Pablo Simeone.

Pocas excepciones ha tenido este año el Atlético. El duelo ante la Real Sociedad que fue a las 16:15, por ejemplo. O el del Almería, a las 14:00 horas. Pero prácticamente todo lo demás se ha ido a las 21:00 horas incluyendo el ya anunciado Atlético-Rayo a las, adivinen, 21:00 horas, el 31 de enero. Luego hablamos de desgracias en las gradas, pero hoy con 1 grado y retrasando media hora el partido de la hora normal, el Atlético-Getafe se juega a las 21:30 y no a las 21:00. Se sale a las 23:30 más el regreso. ¿Qué pasa con la gente mayor? ¿Qué pasa con los más pequeños? Se lo digo yo, les da igual.

Bueno, hagamos caso omiso a la hora en sí y vamos a centrarnos en un problema que para mí es básico: el Metro de Madrid. Ir en coche al estadio es casi imposible, por eso se recomienda ir en transporte público, algo que también hace un servidor para ir como periodista al campo. Una recomendación que estaría genial si no se vieran auténticas latas de sardinas, no ya media hora o 45 minutos antes del partido, sino incluso una hora y media previa al encuentro. Traducción: el aficionado del Atlético o va dos horas antes al campo o acaba apretujado y agobiado durante todo el trayecto de ida. Ustedes dirán "bueno, eso pasará algunas veces". No, eso pasa en cada uno de los partidos del Atlético de Madrid sean martes, miércoles, sábados o domingos. Da igual. Los tiempos de espera son habitualmente de entre 5 y 14 minutos, incluyendo fin de semana, sin aumento del número de trenes en previsión de que hay un partido en un estadio de 60.000 personas y con casos diarios de gente mareada, agobiada y con ataques de ansiedad. Sobre todo los más pequeños y los más mayores.

El problema está en la ida y ojo, también en la vuelta a casa. Incluso 45 o 50 minutos después del pitido final, la estación de Metro del Metropolitano, al no haber incremento de trenes, se convierte en un carrusel de esperas fuera del metro con la policía gestionando los tiempos de entrada. Dentro, con un caos que pocas veces he visto en otros estadios de toda Europa y por supuesto de España y como no, de Madrid, se divide a la gente entre los dos andenes de la estación mientras los trenes están hasta 10 minutos llenos sin tener un ir y venir rápidos para sacar a la gente de allí. Hablamos de horas cercanas a la medianoche con gente que tiene que trabajar al día siguiente o con niños que tienen que ir al colegio. La gente mayor, apiñada junto al resto de aficionados. En resumen, un horror.

Por supuesto este tema de ir al fútbol es mucho menos grave que la gente que vive situaciones parecidas madrugando por las mañanas para ir a trabajar, pero claro, mucha de esa gente que va al Metropolitano también son trabajadores y vuelven a su casa a la una de la mañana, no por la lejanía del estadio, sino porque la mantienen parada fuera o dentro de la estación formando aglomeraciones eternas.

Por todo lo demás, el Metropolitano es un estadio de lujo, espacioso y de un nivel tremendo, sin embargo, factores externos al Atlético de Madrid están condicionando mucho a sus hinchas, que, aún así, tienen una media de 60.000 personas todos los días llenando las gradas. Y tiene mérito, porque hay una incómoda verdad sobre ir a ver fútbol al Cívitas Metropolitano.

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