Menú

El Gobierno social-comunista, contra la Fiesta Nacional

El desatino de Urtasun era de esperar cuando el sanchismo entrega la cartera de Cultura a un partido que no comprende España y al que no le gustan los españoles.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha decidido suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia, que contra lo que puedan pensar en Sumar, Podemos e incluso en el PSOE de Sánchez no es una reliquia del franquismo sino un galardón cultural instaurado en 2011 bajo la presidencia del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Se trata de un ataque liberticida del comunismo, una cacicada de un ministro que no está en absoluto capacitado para el cargo, un gesto de cara a la galería animalista en la línea de los disparates perpetrados en la materia primero por Podemos y ahora por Sumar.

La supresión del Premio Nacional es una afrenta contra una afición creciente que lejos de abandonar las plazas y dar la espalda a la Fiesta Nacional acude a los festejos con brío renovado. Y también contra la gente que vive del mundo del toro, un sector fundamental de la cultura española que debería ser objeto de una protección especial y de políticas que fomentasen la tauromaquia o, al menos, que no trataran de prohibirla en la práctica.

El desatino de Urtasun era de esperar cuando el sanchismo entrega la cartera de Cultura a un partido que no comprende España y al que no le gustan los españoles. La excusa del ministro, eso de que la mayoría de la ciudadanía está en contra del maltrato animal, es una falsedad absoluta en primer lugar porque la fiesta de los toros no tiene nada que ver con el maltrato animal y porque Urtasun confunde lo que opina su partido, que es una fuerza política muy minoritaria, con lo que opina la mayoría de la sociedad.

Los toros son un sector que da trabajo a decenas de miles de personas, que moviliza importantes recursos y que muestra un enorme respeto por el arte y la tradición, por esencias de índole cultural que tienen sus raíces en la españolidad más genuina. Es obvio que hay gente a la que no le gustan los toros o que no considera que sean una muestra cultural, pero eso no da derecho al ministro a suprimir el Premio Nacional. También hay mucha gente a la que no le gusta el cine español, lo cual no es razón para, un suponer, cancelar las ayudas públicas a esa actividad, lo que implicaría, a diferencia de los toros, su segura desaparición.

Es ocioso pedir al ministro que recapacite y dé marcha atrás. Como dice la Fundación del Toro de Lidia, "el ministro Urtasun desconoce casi todo sobre la cultura, especialmente uno de sus aspectos más importantes, que es que la cultura no depende de lo que opine un ministro, sino de lo que expresa un pueblo en libertad". Dicha fundación se ha comprometido a mantener vivo el Premio Nacional. En la misma línea se han expresado diversas comunidades autónomas, entre ellas la de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, dispuesta a preservar y proteger la cultura taurina mientras dure el acoso del Gobierno sanchista. Puede que la persecución social-comunista contra los toros tenga efectos vigorizantes para la Fiesta Nacional, acostumbrada a salir airosa de la barbarie contra la cultura y contra España que practican los enemigos de la libertad y de la nación.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal