
La razón de ser del Grupo de Puebla es blanquear dictaduras americanas y los dineros que las sostienen. Si faltaran escándalos a nuestro presidente, ahí está "mi príncipe" Zapatero, principal valedor de Nicolás Maduro y de las maletas de Delcy Rodríguez, para añadirle color bolivariano.
Venezuela se pega a la corrupción española como el estaño al cobre, por pura capilaridad, encontrando los caminos más fáciles custodiados por Koldo y por el exministro Ábalos, entre otros. De ahí al rescate millonario de líneas aéreas y al tráfico de influencias acordado en un palacio presidencial hay muy pocos saltos. Es todo como una simple reacción química: inevitable y natural. Como el comunismo y la corrupción.
Este domingo vuelve a jugársela la libertad de todos en Venezuela. ¿Y dónde está España? Oficialmente, nuestro Gobierno, con Nicolás Maduro, sin importar esos "baños de sangre" que el dictador menciona en sus mítines como posible bienvenida a un cambio.
La presencia oficial de observadores españoles pro-Maduro es la del Grupo de Puebla al que pertenecen José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Hasta el brasileño Lula da Silva ha tenido que fingir sorpresa por la proclama sanguinaria. Zapatero, ni mu.
No hay que olvidar que el gobierno de España está actuando como refugio de la dictadura bolivariana de Maduro y que, gracias a la obscena corrupción interior, se han aventado episodios concretos como el de las maletas de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Maduro.
La abultada valija fue recibida en enero de 2020, por la noche, por un ministro español a pie de pista del aeropuerto de Madrid Barajas. La vicepresidenta bolivariana no podía pisar suelo europeo por estar directamente implicada en violación de derechos humanos. Por eso la operación se pretendía hacer a escondidas, con los hombres de negro de Sánchez y de "mi príncipe", con Koldo y su señor, el ministro Ábalos. Después se supo que allí también estaba Víctor de Aldama, de la "begoñasfera", quizá para cobrar la deuda de Venezuela con Globalia.
Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, se vio al día siguiente del desembarco ilegal —Delcy y sus maletas ya volaban a Doha— con el ministro de Maduro Félix Plasencia, que sí podía pisar suelo europeo. Ya se conocían desde San Petersburgo, en 2019, por las cosas de la OMT que tantas amistades peligrosas ha unido. No hay casualidades en este puzle donde, por el momento, encajan todas las piezas que hay sobre la mesa... del juzgado.
¿Dónde va a buscar nuestro observador chavista los votos, en urnas o en maletas? ¿Qué dinero se juegan el socialismo iberoamericano, el Grupo de Puebla, la izquierda… Pedro y Begoña?
El PP ha querido mostrar el apoyo a Edmundo González y María Corina Machado desplazando hasta Caracas a Esteban González Pons, Miguel Tellado y Cayetana Álvarez de Toledo, que siempre evita las frases subordinadas euro-evasivas, inservibles para condenar dictaduras.
Génova parece, pues, esforzarse en el mensaje de apoyo a la disidencia que ni siquiera puede votar, como pasa —a ver si nos damos cuenta de una vez— en el País Vasco o en Cataluña. El régimen de Maduro les ha advertido que no les dejará entrar. Y Zapatero forma parte activa y esencial de ese régimen. A ver si el escándalo pasa de ahí.
Que Juan Carlos Monedero, ideólogo del fracaso podemita, haga el ridículo no es noticia. Que cobre mucho por ello, tampoco. Pero conviene verlo, ahí saltando como un piojo colorido y gritando "¡Chávez corazón de pueblo!". El torturador Chávez, el que amontonó cadáveres en cárceles infernales. El pajarito de Maduro, su patético heredero.
¿Por qué nadie denuncia apología de la tortura, del asesinato político, de la más atroz dictadura? Entre otras cosas, porque en España la "Memoria Democrática" la vigila Dolores Delgado, la esposa de Baltasar Garzón, el letrado de Puebla, gracias al enésimo golpe de un fiscal general, Álvaro García Ortiz, que está al borde de la imputación y que fue declarado "inidóneo" para su cargo. En Venezuela no hay democracia, pero es que en España está muy debilitada.
La importancia de las elecciones del domingo es vital. Primero porque con María Corina y Edmundo resucitaría la libertad que hoy está muerta y enterrada en Venezuela, pero además, como ha recordado en Es la Mañana de Federico el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, porque "Rusia e Irán quieren preservar esa pieza del ajedrez con fines geopolíticos".
Decir Rusia e Irán en España es decir mucho y obliga a un análisis en el que se encuentran los separatistas catalanes sostenidos por Putin y, lamentablemente, también Vox por la vía de Viktor Orbán. Del separatismo prorruso poco hay que añadir, del régimen de los ayatolas que paga las televisiones de Podemos y tirotea a políticos como Alejo Vidal-Quadras tenemos sobradas noticias, pero ¿se alegraría Vox de una victoria de Maduro? Hace años la respuesta era obvia; hoy tendrán que decidir primero si son un partido político o una barra libre con presupuesto.
Se juega mucho en Venezuela, vaya si se juega. Y de aquí al domingo es seguro que se producirán violaciones de derechos fundamentales, acoso a los opositores y obstrucción a los observadores que de verdad quieren verificar el proceso electoral. No deben ahorrarse energías ni medios en denunciarlo. Hay que echar los tiranos y a sus valedores allí donde estén. Y aclarar todas sus cuentas y su financiación. Así en Caracas como en Madrid, cada vez más parecidas.
¡Viva Venezuela Libre!




