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Agapito Maestre

¡Y ahora al Senado!

El Senado español tiene que prestar su casa para que Edmundo González Urrutia sea reconocido en el mundo entero como el único de presidente legal y legítimo de Venezuela.

El Senado español tiene que prestar su casa para que Edmundo González Urrutia sea reconocido en el mundo entero como el único de presidente legal y legítimo de Venezuela.
El exalcalde de Caracas Antonio Ledezma celebra con otros miembros de la oposición venezolana el resultado de la votación para reconocer a Edmundo González. | EFE/Javier Lizón

El presidente electo de Venezuela debe jurar su cargo en una alta institución de España. El Senado español tiene que prestar su casa para que Edmundo González Urrutia sea reconocido en el mundo entero como el único de presidente legal y legítimo de Venezuela. Las democracias apoyan a las democracias. 177 votos a favor valen más que los 166 en contra. La abstención de Ábalos no cuenta, aunque es muy elocuente para evaluar quién es el personaje y a quién está protegiendo. Reconocido como presidente electo de Venezuela, en el Congreso de los Diputados, ahora debe ser ratificado en el Senado. Jure, pues, su cargo don Edmundo González Urrutia en el Senado de España.

No se crean las milongas de los burócratas y los tibios que pongan dificultades y trabas para que esa acción se lleve a cabo. Es más fácil hoy realizar ese acto en el Senado que en cualquier otras institución cultural, académica y educativa de España. ¿Se atrevería la Academia de Ciencias Morales y Políticas a prestar su sede para que jurará su cargo González Urrutia? No. Pues desaparezca o tomen vitaminas morales ¿Conseguiría el Instituto de España, institución que agrupa a todas las Academias, darle asilo a la Oposición venezolana para que jurase su cargo el presidente electo de Venezuela? No. Pues desaparezca por inservible para la causa humana: vivir en libertad. ¿Prestaría su sede el Ateneo, o el Círculo de Bellas Artes, para hacer un acto solemne de apoyo a la democracia y, de paso, jurase su cargo el presidente electo? No, no y no. Comen de la mano de los poderosos defensores del comunismo y el socialismo. Todas esas instituciones comen de la mano de Sánchez. La mayoría de los académicos e intelectuales españoles no tienen capacidad ni para representarse a ellos mismos. Ni siquiera son intelectuales, porque, reitero, la mayoría de los escritores, artistas o científicos que opinan de las cosas de interés público con autoridad moral entre las elites, por desgracia, no existen en España o están a punto de desaparecer.

La crisis de la política en España es terrible, pero la intelectual es para pegarse un tiro. Y, precisamente, porque estoy convencido de que ninguna institución pública prestaría sus instalaciones para llevar a cabo la toma de posesión de la presidencia de Venezuela, propongo que se haga en el Senado. La propuesta, pues, es viable en términos morales y políticos. Si el PP y VOX se ponen de acuerdo, puede y sobre todo debe hacerse. Su legalidad y moralidad son impecables. Lo aprobado en el Congreso debe ser ratificado en el Senado y, de paso, se llama al Presidente electo para que jure su cargo. No se viola principio alguno de no injerencia en la política de otro país… Y, en fin, sería la única lección de democracia que España daría al mundo en los últimos cuarenta años. Ese acto de de genuina invención democrática daría alas a todos los defensores de la libertad en el mundo libre. Nos daría vidilla a los españoles de bien que aún nos queda algo de esperanza que es, como decían nuestros grandes filósofos, la libertad rescatada de la fatalidad. Y, sobre todo, abriría un rayo de luz para los nueve millones de venezolanos en la diáspora y los otros millones que sufren la persecución criminal de Maduro. Sí, los 177 votos a favor de la democracia contra los 164 que defiende al régimen criminal de Maduro tienen que hacerse valer en España y en el mundo entero. Vamos, señores Abascal y Feijóo, unan sus destinos por la causa de la libertad.

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