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Enrique Navarro

I Foro LiberDefensa: El mercado de la Defensa en España y en el mundo

Con el 2 por ciento del PIB en Defensa, la industria nacional deberá satisfacer el doble de demanda en un plazo menos a seis años.

Con el 2 por ciento del PIB en Defensa, la industria nacional deberá satisfacer el doble de demanda en un plazo menos a seis años.
Planta de GDELS-Santa Bárbara Sistemas en Alcalá de Guadaira (Sevilla). | Iñaki Gómez/MDE

La invasión de Ucrania y la guerra que Europa mantiene en términos de suministro de armamento con Rusia, el cambio político en Estados Unidos y las amenazas globales, han producido y van a producir una revolución en el mercado de Defensa en los próximos años. La magnitud de las variables conducirá a cambios de paradigma en las prioridades económicas y sociales en Europa y por supuesto en España, que de todos los países europeos es el que tiene que hacer un esfuerzo mayor para cumplir con los objetivos propuestos. La industria de defensa deberá satisfacer a una demanda desconocida en la historia reciente y deberá hacerlo con el más avanzado estado del arte en tecnología, y por la misma razón anterior, la industria española deberá hacer el mayor esfuerzo de toda la industria europea.

Tomando las diecisiete primeras economías del mundo, España se encuentra en el vagón de cola de gasto en defensa (16), gasto sobre el PIB (16) y gasto por habitante (13). España invierte en defensa este año 15.000 millones de euros, justo el 1% del PIB, mientras que Italia gastará justo el doble y Holanda, con menos de la mitad de población invertirá 8.000 millones más. Es decir, España para alcanzar el 2% del PIB en 2030, deberá incrementar en términos reales su gasto en defensa en 15.000 millones de euros anuales. Esto significa duplicar las inversiones que deberá satisfacer la industria española en menos de seis años.

La Unión Europea invierte en su Defensa el 1,64% del PIB, es decir, veintisiete presupuestos que suponen 239.500 millones de euros, frente a los 782.800 millones de euros de Estados Unidos y los 342.300 millones de euros de China. Solo Rusia gastará este año 133.000 millones de euros, con un solo presupuesto. Europa no puede aspirar a ser libre e influyente en el mundo con estas cifras.

Si la Unión Europea gastara el 2% de media, que ya casi se anticipa insuficiente, debería llegar casi a 300.000 millones de euros de gasto en defensa, casi igualándose con China y superando ampliamente a Rusia. Este es el objetivo mínimo que debemos alcanzar, lo que supone un crecimiento de unos 60.000 millones de euros, recordemos que 15.000 millones de ellos corresponden a España.

¿Cómo sería ese hipotético presupuesto de 2030 con 30.000 millones de euros? La demanda de equipos y mantenimiento a la industria sería de unos 20.000 millones de euros anuales, lo que casi triplicaría la cifra actual, lo cual da una idea de las perspectivas para la industria española si puede capacitarse para hacer frente a esta demanda que será mucho más sofisticada y compleja que la actual. A esto debe unirse la capacidad exportadora de la industria española que se está beneficiando del incremento del gasto militar en el mundo y que se encuentra entre las diez mayores exportadoras.

Es decir, y pasando al lado de la industria, las empresas españolas de defensa pasarían de facturar los 7.500 millones de euros actuales a unos 18.000 millones de Euros en el año 2030, lo que da una idea del futuro a corto plazo, siempre y cuando el gobierno cumpla con sus compromisos y las empresas crezcan en capacidades para satisfacer la nueva demanda, que no será más de lo que ya hacemos, en muchos casos.

La industria española de defensa se encuentra en la posición número nueve de Occidente, ligeramente por detrás de Corea del Sur, gracias a los programas especiales de armamento y a la exportación. Facturará en 2024, 7.500 millones de Euros en el sector Defensa y genera un empleo total directo y en su cadena de suministro de 77.000 personas, con unas ventas por empleado un 50% superior a la media de la industria.

La industria de defensa presenta dos notas definitorias. Si excluimos la industria agroalimentaria, supone un 3% de la producción industrial española. Es la primera produciendo y exportando producto propio, con diseño e ingeniería localizada en el país, muy diferente de los sectores más relevantes como automóvil o farmacéutica, que tienen los centros de decisión fuera de España y que fabrican en el país productos diseñados y definidos en el extranjero. Es, sin lugar a dudas, el sector industrial con más soberanía nacional.

En el I Foro Liberdefensa abordaremos desde diferentes ópticas esta realidad, tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda. La industria para atender esta demanda necesita adquirir muchas capacidades nuevas en sistemas de defensa antiaérea y antimisil, artillería de largo alcance, inteligencia artificial, sensores, guerra electrónica, municiones inteligentes, sistemas no tripulados, sistemas espaciales y estratosféricos y otros muchos. Otro aspecto fundamental será que ante el inevitable incremento de las importaciones de material de defensa, especialmente de Estados Unidos, deberá implementarse una muy activa política de retorno industrial y tecnológico para que nuestras industrias tengan un papel muy relevante en este futuro que está tan cercano.

Pero este esfuerzo no solo corresponde a las industrias. El I+D sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente y en los años que están por venir, más. No se encuentra personal adecuado y se desarrollan soluciones de un día para otro, y sin esta revolución tecnológica, poco beneficio tendrán las empresas españolas de este esfuerzo inversor. Los centros de I+D nacionales y autonómicos deben tomar parte activa en este reto y las universidades acompañando con programas de estudios más dirigidos a estas nuevas tecnologías disruptivas. Todo un enorme esfuerzo de innovación a todos los niveles para no perder el tren de lo ya conseguido y ganar el futuro.

Entre industria y comunidades autónomas seis regiones españolas tendrán una presencia destacada en el foro. Destacar a Madrid, que concentra a una buena parte de la industria aeronáutica y de electrónica de defensa, y Andalucía con grandes capacidades en el sector aeronáutico y naval. Entre estas dos regiones absorben casi dos tercios de la industria española aeroespacial y de defensa. En la región de Murcia tenemos la pólvora en Javalí Viejo y la industria naval en Cartagena que le otorgan un papel muy relevante y, en Aragón, donde podemos encontrar capacidades en el sector de la logística, automoción, ciberseguridad y la electrónica de Defensa. Con la presencia de General Dynamics, fuerza tractora enorme en Asturias completamos un mapa fundamental para entender el sector.

En todas las comunidades y ciudades autónomas hay presencia militar y, por tanto, un enorme núcleo de empresas que prestan todo tipo de servicios que generan un empleo de unas treinta mil personas adicionales que no se incluyen en el sector defensa pero que dependen del presupuesto de defensa para mantener su producción y empleo.

El Ministerio de Defensa es el núcleo donde convergen todas estas acciones y contaremos con el Almirante Rosique, que sin lugar a dudas, es la persona que mejor conoce el mercado, las capacidades y las tendencias del sector, una voz imprescindible para comprender esta realidad. Les esperamos el día tres de diciembre a las cinco de la tarde en el Instituto de la Ingeniería de España.

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