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Musgo español: sin gobierno y sin oposición

El desastre de Oposición es comparable a la atrocidad de un gobierno dividido y sin presupuestos.

El desastre de Oposición es comparable a la atrocidad de un gobierno dividido y sin presupuestos.
MADRID, 19/03/2025.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, escucha la intervención del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control al Ejecutivo. | EFE

Esto se hunde. Y el PP tendrá que asumir alguna responsabilidad. El desastre de Oposición es comparable a la atrocidad de un gobierno dividido y sin presupuestos. Se dice pronto: un gobierno roto y sin presupuestos, pero que no cae; es algo inédito. Un esperpento. España. ¿Qué Oposición tenemos? Poca y obtusa. Una Oposición que es incapaz de echar del poder a un don nadie, a un tipo sin legitimidad alguna para mantenerse en La Moncloa, no debe merecer respeto alguno de un ciudadano libre. La Oposición entera se dedica a vivir de la migajas que le deja un aprendiz de dictador. Quien no sienta vergüenza de esta Oposición, difícilmente tendrá alguna experiencia moral en el país del musgo, España, nada crece aunque la lluvia lo mantenga verde. Cientos cargos públicos, enchufados del poder en el Consejo de Estado, en el Tribunal Constitucional, en el Tribunal de Cuentas y otras cien instituciones de este corte inmoral, deberían dimitir, irse a sus casas, porque no valen para nada. Están manteniendo un engaño. Una mentira. Su falta de dignidad compite con la maldad de un régimen político que ha llevado a la nación a su desaparición.

Aquí no se salva nadie. Sánchez es la síntesis de un país sin columna vertebral. Sin un sólo principio moral que lo mantenga en vilo. Y digo esto, sí, para que quede claro que me paso por el arco triunfo a los listos del PP a la hora de hacer Oposición. Confunden su compromiso con la Nación con ir a cuatro medios de comunicación a dar sus opiniones sobre las barbaridades que cometen los del gobierno de Sánchez. Hagan política, por favor; tomen decisiones rápidas y contundentes en todas sus comunidades y plántele cara al fulano de La Moncloa. No esperen a que un García-Page, o alguien parecido, le cante las cuarenta, o sea cuatro imbecilidades, a Sánchez. La oposición no sólo es débil sino que al apoyar algunas de las decisiones del gobierno demuestra que su alternativa no existe. Mientras el país se cae a pedazo, ellos no movilizan ni a los que cobran el suelo de su partido. En ese contexto de ruina y fin de régimen político, dice una señora del PP que España ha dejado de ser una democracia parlamentaria y se ha convertido en un régimen presidencialista. ¡Olé el salero crítico! Da risa. Ya nos gustaría que hubiera un presidente con talento y decisión.

Tenemos en La Moncloa a un fulano apoyado por delincuentes e imputados, pero toda la crítica del PP es decir que el esposo de Begoña Gómez, Pedro Sánchez, ha convertido el parlamentarismo en presidencialismo. Es menester ser muy obtuso para hacer esta crítica de un tipo que han aupado a la Moncloatodos los partidos terroristas, comunistas y separatistas de lo poco que queda de España… Cállense y no diga imbecilidades sobre cuestiones de "Derecho Constitucional". Esto no es ni presidencialismo ni nada. Esto no es un Estado sino un gentío que sigue los dictados de un delincuente de Gerona que vive refugiado en Bélgica, mientras le preparan un indulto. Esa misma señora, con un esquema mental pepero, sigue diciendo que España está dejando de ser un estado autonómico, como si eso fuera para celebrarlo, para convertirse en un régimen confederal con ciudadanos de primera y de segunda. ¿Estado Autonómico? ¿qué cosa será eso? Ah, sí, es una manera de seguir negando lo decisivo: el Estado-Nación, y que la casta pepera siga al abrigo del presupuesto… ¿Confederal? ¡Qué confederal ni que leches! Los terroristas y los separatistas dominan el País Vasco y Cataluña y al resto que le vayan dando.

Hilarantes, en fin, son esas dos afirmaciones, supuestamente críticas, de una señora del PP. En realidad, España no es nada en términos políticos ni científicos ni morales. Esto es un Estado fallido. Ni siquiera se mantiene la cosa llamada "el régimen del 78". Eso es algo que acabó hace ya tiempo. Esto pasó de ser un país más o menos normal hace décadas, pero se convirtió en un régimen bananero el mismo día que Rajoy, votado por mayoría absoluta, se tumbó a la bartola para que todo se fuera al garete. Ahí la señora del PP, la misma que ahora crítica con lágrimas de cocodrilo a Sánchez, debería poner su dardo "crítico" sobre la agonía de un sistema político sin pies ni cabeza.

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