Cuando es la Guardia Civil la que confirma la corrupción del entorno de Sánchez

Nada más lejos de nuestra intención que quitar gravedad a asuntos tan sumamente importantes como la autodestructiva represalia europea a los aranceles de Trump, o la destrucción mutua que implica lo que, más que guerra arancelaria, debería ya ser calificado de "embargo mutuo" entre EE UU y China, los vaivenes de la bolsa, el tambaleo de los bonos del Tesoro estadounidense o la noticia de última hora según la cual el presidente estadounidense aplaza por 90 días su demencial política arancelaria para todo el mundo excepto para China.

Aun así, todas estas trascendentales noticias, que podrán y deberán ser analizadas en próximos días, no deberían tampoco eclipsar noticias en el ámbito nacional que, sin exageración alguna, conllevaría la caída de cualquier Gobierno en un entorno democrático. Y es que el hecho de que la Guardia Civil haya desvelado que el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, llamó a la mujer del presidente, Begoña Gómez, para desbloquear el rescate de Air Europa; o que el exministro de Transporte y ex número 2 de Sánchez, José Luis Ábalos, cobró una "contraprestación económica" cuando dicho rescate se consumó; o que Ábalos enchufó a otra mujer de su "circulo personal" en la empresa pública Logirail; o que la UCO haya certificado también la mediación de la trama con los ministerios de Maroto y Ribera para la licencia del caso Hidrocarburos no son, en modo alguno, menos graves que las noticias, también relacionadas con la corrupción, que llevaron al primer ministro de Portugal, Antonio Costa, a presentar su dimisión en noviembre de 2023.

Téngase en cuenta que ya no son unos medios de comunicación, a los que el Gobierno podría seguir calumniando tratándolos de "pseudomedios" y "propagadores de bulos", sino informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita los que desvelan estos hechos.

Si a ello sumamos que esta misma semana se ha sabido, gracias a la declaración en sede judicial de cuatro directores de conservatorio, que el fichaje de David Sánchez, "hermanísimo" del presidente del Gobierno, ya se sabía antes de aparecer su plaza, nos podemos hacer una idea del escándalo mediático que ahora mismo se estaría produciendo si todas estas noticias, en lugar de afectar al entorno más cercano de Pedro Sánchez, afectaran al del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, o al del Presidente de Vox, Santiago Abascal.

Así las cosas, no queremos contribuir a que ni la doble vara de medir de una servil mayoría de medios de comunicación ni la lógica atención mediática que merece la grave guerra comercial en la que nos estamos adentrando sirva, como está sirviendo, para que en España pase desapercibido lo que en cualquier otro país haría caer a su Gobierno.