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OTAN sí; bases también; pero Israel no

A los chicos de Izquierda Unida les ocurre ahora lo mismo que a aquellos actores progresistas de Hollywood cuando la caza de brujas del senador McCarthy. También ellos van a tener que elegir entre sus principios y sus piscinas

A los chicos de Izquierda Unida les ocurre ahora lo mismo que a aquellos actores progresistas de Hollywood cuando la caza de brujas del senador McCarthy. También ellos van a tener que elegir entre sus principios y sus piscinas
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. EFE/Sergio Pérez | EFE

La gente que posee formación jurídica, algo que dista de ser mi caso, suele decir que quien puede lo más, puede lo menos. Algo que parece de sentido común. Así, trasladada esa máxima tan intuitivamente obvia al terreno de la política, cualquiera entendería que si un buen izquierdista instalado en el Consejo de Ministros del Reino de España, verbigracia los ministros de Sumar, puede adquirir tanques y misiles a Donald Trump por indicación perentoria del mando supremo de la OTAN en Bruselas, ya puestos, también podría comprarle a Israel unas cuantas balas a granel para las pistolas de la Guardia Civil.

A fin de cuentas, el que quiere convertir Gaza en un remake hortera de Torremolinos es el mismo presidente de Estados que nos ha exigido aumentar el presupuesto de guerra. Y todo ello sin que el señor que manda en Izquierda Unida, que no me acuerdo ahora cómo se llama, montase más escandalera que la estrictamente necesaria para contener a los compañeros de las bases. Y es que nos vamos a tragar con patatas un plan de rearme que retrotraerá el gasto militar al propio de los escenarios bélicos del siglo XX en Europa, pero, eso sí, la liamos bien gorda, al punto de amagar con la caída del Ejecutivo, por una chuminada de cuatro cartuchos adquiridos por el Ministerio del Interior en Tel Aviv.

Para nuestros izquierdistas de salón, pues, queda claro que quien puede lo más, o sea ellos mismos, no puede lo menos. El mundo y la lógica, ambos, al revés. ¿O acaso el señor de las tragaderas selectivas, ese que amenaza a Sánchez en nombre de lo que queda de Izquierda Unida, se cree el cuento de que el incremento del gasto militar va a ser para comprar videojuegos y aumentarles la paga a los soldaditos? A los chicos de Izquierda Unida les ocurre ahora lo mismo que a aquellos actores progresistas de Hollywood cuando la caza de brujas del senador McCarthy. También ellos van a tener que elegir entre sus principios y sus piscinas. ¿Alguien duda lo que harán?

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