
Tradicionalmente los loros que se mantienen como animales domésticos vienen protagonizando anécdotas asombrosas que los propietarios suelen tomar a broma: el loro de la taberna que dice, "has pagado" al cliente que sale, el que silba, o canta, una canción de moda, o el que demuestra conocer perfectamente a quien lo cuida y le llama por su nombre. Muy gracioso todo, pero…
¿Se trata solamente de reflejos adquiridos? ¿Entiende el simpático lorito algo de lo que ocurre en su entorno, o simplemente asocia situaciones con otras que recuerda? ¿Cómo es posible que parloteen imitando con tanta perfección el habla humana?
Los aspectos científicos del tema
Si conseguimos dejar a un lado la visión de las "gracias de loro", para adentrarnos en el mundo de la investigación científica, digamos que los etólogos, especialistas en el estudio de la conducta animal, se encuentran asombrados ante el resultado de sus experimentos.
Comencemos por las últimas conclusiones: las aves del orden Psitaciformes, que comprende el mundo de los loros, guacamayos, periquitos y otras especies afines, figuran entre los animales de comportamiento más complejo que existen. Para entendernos, aunque hablemos en sentido figurado, de inteligencia más elevada.
Habría que concretar sobre a qué llamamos inteligencia, para no caer en el defecto del antropocentrismo, que consiste en juzgar a los animales como si fueran copias humanas y su comportamiento, susceptible de comparación con el nuestro.
No olvidemos que la conducta de los animales es objeto de estudio de la Etología, una de las más ramas modernas de las Ciencias Biológicas; los etólogos extraen sus conclusiones de la experimentación y la observación, y es por este camino por el que los loros han llegado a sorprenderles, Nada que ver con la imaginación desbordada por los creadores del llamado "modelo Disney", ese que nos encantaba presentando a los animales como personas, por cierto, con criaturas humanizadas, con sus correspondientes "buenos" y "malos".
Lo que más "humaniza" a las Psitácidas (vamos a llamarlas por el término científico adecuado), es su capacidad para imitar el habla humana y para repetir con perfecta dicción no sólo palabras, sino frases completas, en ocasiones bastante complicadas. Desde luego no son los únicos animales capaces de hacerlo, también otras aves, como mainates, e incluso urracas pueden asombrarnos en este sentido, pero los loros hablan muy claro, muy seguido y, en ocasiones, relacionando su parloteo con situaciones o con las personas que los cuidan.
La forma de la lenga, voluminosa y carnosa influye en la facultad parlanchina, pero no eso sólo, es que a veces, la asociación a que nos referimos entre situaciones y sonidos, paree desarrollarse con cierta "lógica humanizada", ya me entienden,
Realmente se trata de las aves más inteligentes que existen. ¿Con que otros animales de los que venimos considerando especialmente como tales, como perros e incluso monos? Pues bien, las últimas consideraciones de los etólogos, ponen a estas aves en el primer puesto de "inteligencia zoológica".
En definitiva los loros y sus parientes son superiores en inteligencia incluso a los primates, aunque esto último requiera todavía mayores investigaciones para confirmarlo.
Ecología y situación de conservación de las Psitácidas
La mayoría de los guacamayos y grandes loros son forestales, pero no todos los miembros de la familia viven en el bosque: podemos encontrarlos en la sabana o en arbolado menos denso, como el popularísimo periquito australiano, habitante de los eucaliptales, también propios de hábitats de montaña, o incluso algunos habitan los espacios abiertos siempre que encuentren oquedades donde anidar. Los climas tropicales, o al menos templados, son sus refugios preferidos.
La caza, de estas aves, con destino al mercado de los animales domésticos, viene siendo la causa principal de la disminución de muchas especies: les pierde la belleza de su plumaje y su popularidad como mascotas. Afortunadamente esta presión viene descendiendo durante los últimos años, en parte porque muchos aficionados a su mantenimiento en cautividad, están dominando los secretos de su crianza,
Llegados a este punto sería injusto no mencionar la extraordinaria labor de protección y conservación de estas aves, tanto en sus instalaciones zoológicas como en sus países de origen, que viene realizando la Fundación Loro Parque, ubicada en el Puerto de la Cruz tinerfeño, cuya auténtica "alma" es el biólogo español Rafael Zamora.
En este entorno, considerado en la actualidad como el mejor zoológico del mundo, no sólo se desarrollan exitosos programas de cría de las más variadas especies de Psitácidas, algunas en peligro de extinción en la naturaleza, sino también proyectos de conservación en sus países de origen.
Los trabajos para evitar la extinción del "Guacamayo barbazul", consistentes en enseñar a los nativos de los países sudamericanos en que sobrevivían los últimos ejemplares, a fabricar plumas artificiales y comercializarlas como recuerdo turístico, en lugar de las auténticas, que implicaban la caza, muerte e inminente extinción de esta escasísima ave, resultan un verdadero ejemplo de creatividad y entusiasmo por parte de los ornitólogos del Loro Parque Fundación.
Miguel del Pino, catedrático de Ciencias Naturales.
