El paso de las semanas, diría que de los días, está provocando múltiples efectos en el seno y el entorno del PSOE. Uno de ellos es una especie de envejecimiento acelerado, al estilo de los protagonistas de 'Viejos', uno de los últimos estrenos de una famosa plataforma, dirigida por M. Night Shyamalan, en la que en un par de horas los protagonistas observan cómo sus cuerpos van experimentando el paso del tiempo, pero como si los minutos fuera años.
Pero no es ése el único fenómeno socialista que estamos pudiendo observar en las últimas semanas. Me ha llamado especialmente la atención el del deterioro del argumentario justificativo. A ver, tampoco es que argumentos como el de que "España va como un tiro", o "hay que evitar que gobierne la extrema derecha", "hay una campaña de persecución basada en el fango", "no he mentido, sino que he cambiado de opinión" o incluso "el peligro es Franco" sean un dechado de rigor, coherencia y originalidad.
Pero todos ellos tenían una línea común: estando basados como estaban todos en la filosofía de la trola, al menos compartían el argumento: todo lo que no soy yo es malo, es pésimo, es una gran amenaza para todos. Y eso se mantenía en el tiempo.
El problema de ahora es que, en cuestión de días, hemos pasado de poner la mano en el fuego por determinados señores, de defender que todo era "fango", "lodo" y "bulos" salidos de "pseudomedios" y "tabloides digitales" (ahora suena a coña, pero ése ha sido el argumentario durante meses y años), a afirmar sin ningún pudor que "Santos Cerdán es un señor que nada tiene que ver con el Partido Socialista", tal y como ha declarado una de las políticos españolas con menos respeto por los ciudadanos que pagan su sueldo: MJ Montero, conocida en determinados ambientes como 'Sobaquillo Veloz'.
El guión oficial de defensa, tejido a medias entre los gabinetes de manipulación de Ferraz y de Moncloa, se basa en que el PSOE es limpio, muy limpio; tanto que enseguida que se detecta a una 'manzana podrida', se la elimina del cesto. Como es habitual en este Partido Sanchista Trolero y anti-Español, pero como lo ha sido también, siempre, en el PSOE y en la izquierda en general, el problema es que la realidad se compadece mal, pésimamente, con esa teoría.
En realidad, a José Luis Ábalos se le colocó en una lista electoral mucho tiempo después de saberse que estaba pringado hasta las trancas y se le mantuvo, posteriormente, en el grupo parlamentario hasta que ya fue absolutamente imposible. Y ahora, a Santos Cerdán se le ha apartado abruptamente de la secretaría general cuando el juez estaba ya tocando a su puerta para investigarlo a él y a cualquiera que pasara por allí, no se fuese a dar la circunstancia de que alguna 'pilingui' saliera de su domicilio con algún disco duro incrustado en salva sea la parte, como en el caso de su colega o quizás ya ex colega.
Esto por no hablar de la actuación del actual directorio socialista en relación el caso de los EREs, en el cual, la 'medida drástica' fue procurar que el presidente colocado a dedo por el propio partido en el Tribunal Constitucional tratase de hacer de éste un tribunal de casación que en realidad no es, para rectificar las sentencias contra el grupeto de socialistas 'de mano larga' que se lo habían 'llevado muerto' en Andalucía, empezando por dos presidentes del propio partido y de la Junta como Griñán y Chaves. Medidas drásticas sí, pero no en contra sino en favor de los corruptos, por no decir chorizos.
Y, además, los rectores del 'santa santorum' socialista, lo responsables de 'oráculo' del sanchismo, adornan tan increíble e insólita teoría con la cósmica milonga con el añadido de que el PP no actúa con esa imaginaria contundencia que ellos se atribuyen a sí mismos.
Y claro, aquí la pregunta es: ¿en qué demonios se parece la situación actual del Partido de Chapote, el sanchista, con el PP? Porque el PP que abandonó el gobierno expulsado por una moción de censura defendida en el Congreso por José Luis Ábalos (es realmente divertido recordarlo), lo que tuvo en realidad fue a un gerente y unos pocos alcaldes condenados por un trapicheo bastante estúpido e infantil.
Aquí de lo que estamos hablando es de que la esposa del presidente del Gobierno está imputada; el hermano de éste, procesado; el delegado del Gobierno en Madrid, imputado; el secretario general del partido en Extremadura, desaforado y a las puertas de la imputación; el fiscal general del estado, procesado; los dos últimos secretarios generales, uno de ellos ministro, ambos imputados y uno de ellos entre rejas… por no remontarnos a hechos que parecen acaecidos hace siglos y que son de este mismo período, como por ejemplo el del amigo Tito Berni y sus colegas del Sombras y el Ramsés en plena pandemia.
Y uno se pregunta: ¿cuál fue el alto cargo del gobierno o del PP que fue, no ya condenado sino imputado, y al que dicho partido no apartó de su cargo? Yo es que, con la edad, he perdido la memoria y no lo recuerdo. Pero conste que no es para mí; es para un amigo.