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Pablo Planas

Nuestro hombre en Lanzarote y un pacto

Emergencia climática y pacto. Las posibilidades son infinitas. Seguro que necesita de un comisionado para la mitigación y otro para la adaptación.

EUROPA PRESS

Un pacto. En concreto, un "gran pacto de Estado para la mitigación y adaptación a la emergencia climática del país". Esa es la "idea" del presidente del Gobierno para hacer frente a los fuegos que arrasan España. Tal vez se le ocurrió mientras descendía del Falcon para abordar el Super Puma en su fugaz visita al centro de coordinación contra los incendios en Orense. O quizá fue cosa de alguno de los más de mil asesores que trabajan para él.

Emergencia climática y pacto. A partir de ahí las posibilidades son infinitas. Un pacto así seguro que necesita de un comisionado para la mitigación y otro para la adaptación a la emergencia. Es imprescindible también un observatorio, una nueva secretaría de Estado con su subsecretaría adosada, ampliar el ministerio de Sara Aagesen, titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y un centro de coordinación de emergencias contra la emergencia. Y que en todo ponga "climática" y "emergencia"

Entre pitos y flautas, con el gran pacto climático hay para colocar a tres o cuatro mil enchufados entre técnicos, administrativos, lacayos, pelotas, asesores, recaderos y allegadas de los ministros. ¿Quién necesita bomberos con semejante despliegue de expertos? Otra genialidad de Pedro, qué grande. Y la lata que le estamos dando este verano. El hombre ya no puede ni descansar tranquilo durante las vacaciones de La Mareta. Menos mal que tiene aviones y helicópteros a su entera disposición, aunque pensando en la emergencia no parece muy coherente ir por la vida derrochando queroseno.

Nuestro presidente, siempre al pie del cañón, se ha abstenido de visitar las zonas calcinadas. Tampoco ha explicado muy bien cómo es eso de que la emergencia climática influye en los incendios que provocan los pirómanos. Igual es que le exigimos demasiado, aunque en realidad nuestro hombre en Lanzarote no ha explicado nada.

Media España se quema. Los fuegos se han cobrado ya cuatro víctimas mortales. Miles de personas afectadas, patrimonios convertidos en ceniza, sufrimiento, desesperación y abandono. Y ahí está el presidente, hablando de la "evidencia científica" y de actuar "en consecuencia". No aprendió nada en Paiporta, pero se encuentra bien. Descansando.

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