
Silvia Orriols es hoy el rostro más intransigente del fanatismo nacionalista, la consecuencia lógica de cuatro décadas de intoxicación ideológica e histórica en escuelas, medios públicos de comunicación y espacios institucionales. El pujolismo ha sido como esos isótopos emocionales y mentiras interesadas que se apoderan del alma de la primera infancia y secuestran la mirada, como Pávlov hacía salivar a sus mascotas.
Silvia la Dulce: "El Estado español quiere aniquilar la raza catalana con inmigrantes conflictivos." "Con tanto andaluz y tanto musulmán, nadie hablará catalán en Cataluña." "¡Viva Cataluña y muera España!"
En solo dos frases adobadas de odio ha metido "raza", "inmigrantes", "andaluz", "musulmán", "catalán"(idioma), "muerte" unida a "España". No se puede ser más eficaz en esgrimir tanta intransigencia. Y tanta ignorancia. ¡O no!, porque la historia de Cataluña que le han inoculado desde la infancia la toma como una verdad indubitable con derecho a resarcimiento.
Conocí el periodismo catalanista que comenzó a destajo esta tarea desde 1979. Hasta hoy, que lo seguimos sufriendo. Trabajé en "Mundo Diario" y en "Sport", política y deporte, dos caras de la misma moneda. Lo dejé hastiado. Desde 1981 trabajé como agregado por oposición como profesor de filosofía en enseñanzas medias y 13 años en colaboraciones universitarias, hasta mi jubilación. (Con la excepción de 3 años de diputado en el Parlament de Catalunya por C's (2006/2009), y cuarenta y cinco de activismo cívico. Conocí la "escola catalana" desde su misma base. En casa vivía una maestra de matemáticas, que la sufría como yo. He visto la labor de desbroce, arado, abono, siembra, injertos, riego y cuidados de esa cosecha nacionalcatalanista, hoy en su apogeo, con frutos tan obvios como Silvia Orriols. Nació en 1984. Pujol impuso la inmersión lingüística en 1980 en Santa Coloma, y tres años después la generalizó a toda Cataluña. Los 41 años de Silvia son el fruto más florido de su eficacia.
"Hay que dejar de obedecer al Estado español. No es nuestro Estado, es nuestro enemigo." Cuando Silvia Orriols no reconoce al Estado español, tampoco respeta a la mayoría de ciudadanos catalanes que son y se sienten españoles. Y cuando afirma: "El Estado español quiere aniquilar la raza catalana con inmigrantes conflictivos", no sólo se está refiriendo a ciudadanos españoles de otras partes de España tratándolos como "inmigrantes"(que no lo son), sino que está responsabilizando al Estado español de la inmigración musulmana para disolver la lengua, la cultura y la nación catalán. Aparte de que España no puede disolver a una nación que no existe, ampara a la lengua y la cultura catalanas como parte fundamental de su ser. Y sobre todo, desconoce que no ha sido España, sino los gobiernos nacionalistas catalanes quienes conspiraron con políticas y presupuestos de la Generalidad para favorecer la incorporación de inmigración magrebí, frente a la inmigración hispanohablante americana. Su obsesión por erradicar la cultura y la lengua española llevó a Jordi Pujol a nombrar a Ángel Colom en 2002 como "embajador" en Marruecos para facilitar ese traspase de inmigración laboral a Cataluña bajo el nombre de la "Casa de Cataluña" en Marruecos. Querían fabricar desde la escuela nuevos catalanes lingüísticamente puros y electoralmente independentistas. Insistió en la jugada ERC. Carod Rovira en 2005, como vicepresidente del Tripartito de izquierdas nacionalistas, lo dejó claro:
"La inmigración, más que un problema puede ser una oportunidad: la nuestra. (...) Si los nuevos catalanes no se integran a la nación catalana, cívica y plural, lo harán a otra nación, con otro modelo de convivencia que, hasta ahora, nunca ha sido ni cívico ni plural. Si la nueva inmigración está con nosotros, el futuro será nuestro. Si no es así, no habrá para nosotros un futuro como pueblo". (C. Rovira, 27/04/2005. L' Audotori de Barcelona).
El propio Àngel Colom, que dejó ERC para formar con Pilar Rahola aquel fracaso de Partit per la Indepència (PI) y acabó en el CDC de Jordi Pujol en el 2000, diría ufano de su labor en 2011:
"Hablamos de catalanes nuevos porque éste debe ser el objetivo. En diez años han llegado un millón trescientos mil personas, que es una cifra enorme, la más alta de Europa, y queremos expresarles que si hacen un esfuerzo de integración serán catalanes (…) Esta llegada masiva debe convertirse en una oportunidad de crecimiento social y de país. (…) Los primeros años que están aquí aún conservan la pertenencia de su lugar de origen, pero cuando ven que nos maltratan desde Madrid, rápidamente entienden el catalanismo. A la gente que llega debemos decirle que amen a Cataluña y después todo llegará".
Y en plena huida hacia delante, Artur Mas que nos llevó al 9-N de 2014 y dejó las bases de la intentona de 2017, impulsó la asociación Nous Catalans en 2012 para utilizar a la inmigración musulmana en sus planos independentistas. Como su predecesor Pujol, le encargó la labor al independentista Àngel Colom, a la se sumaría "Unió de Centres Culturals Islàmics de Catalunya (UCCIC), financiada por Convergència y presidida por el marroquí Noureddine Ziani, que acabaría siendo expulsado de España por colaborar con la inteligencia de un Estado extranjero (Marruecos). No acabarían ahí las tropelías en el seno de Nous Catalans, el paquistaní designado para llevar el área asiática de la fundación, el Khalid Shabaz, acabó siendo detenido por estafa y falsificación de documentación en 2014. La asociación cerrada en 2016, estuvo financiada desde su creación por el Departament de Benestar Social i Familia de la Generalitat, por la propia Convergència y por una de sus fundaciones, CatDem. Y después dicen que "España ens roba".
Así, querida Silvia, si en Ripoll no soportas a tantos "moros", no ha sido por culpa de España, sino por la de tus padres nacionalistas. Pídeles cuenta a ellos, no sólo por eso, sino sobre todo, por haberte mentido sobre la historia de España y el odio que te han inoculado contra ella y contra esa lengua maravillosa que compartes con millones de ciudadanos de Cataluña y más de 600 millones en el resto del mundo.
Y ya puesta, dile a Jordi Turull y a tanto agraviado agraviador, que si hay alguien responsable del declive económico de Cataluña, no son "los perros" andaluces, sino los gobiernos de Cataluña desde que Pujol convirtió la Generalitat en un negocio familiar. Si reparas en el inicio del declive económico de Cataluña como locomotora de España, comprobarás que comenzó exactamente desde 1980 con el primer gobierno del catalanista, Jordi Pujol. 200 años de hegemonía económica ininterrumpida en España, quebrada por el catalanismo nada más lograr el poder de la Generalitat. Y desde entonces no ha dejado de perder influencia económica respecto a otras comunidades como Madrid, Baleares o Comunidad valenciana. Desde 2023, Madrid aporta al PIB nacional un 19,6%, casi un punto por encima de Cataluña, que ocupa el segundo lugar con un 18,8%. Hoy la Comunidad de Madrid aporta al fisco un 39,7% (IRPF+IVA+Sociedades) y Cataluña el 20,3% (ejercicio 2022-2023), aunque recibe 3.822 €/hab/año. Un 12,4% más que la media del resto de España, a excepción del País Vasco.
Su declive no fue durante el franquismo, al contrario, era la región puntera, ni fue a partir del S.XVIII (1714), donde empezó a comerciar con América gracias a los Borbones iniciando su bonanza económica; para un siglo después, en el S.XIX, despegar como motor industrial de España gracias a la proto industria textil algodonera, el comercio marítimo y la temprana mecanización. Ni tampoco comenzó su declive en el S.XX, que mantuvo su papel de polo industrial, exportador y turístico, sino a partir del primer momento histórico realmente democrático que nos dimos todos los españoles con la Constitución de 1978. O sea, cuando más autonomía ha tenido Cataluña y mayor ha sido el poder nacionalista. Curiosamente, sin ella, fue la gran beneficiada por la política arancelaria de los gobiernos de España en el S.XIX para proteger sus telares, en perjuicio de los intereses del resto de españoles. Hasta el franquismo mimó su industria por encima de otras regiones. Ahí está la SEAT para corroborarlo, entre otras concesiones.
¡Qué curioso!, durante el franquismo Barcelona era la ciudad más cosmopolita y pujante de España y Madrid, asegura la leyenda, un pueblucho manchego poblado por funcionarios. El GPS actual de Cataluña la despeña por el peso de una legión de funcionarios nacionalistas instalados en el campanario de Montserrat y el Barça; cuyo trabajo consiste en tratar de bárbaros a españoles y moros, aterrados ante el miedo de que asalten el campo de concentración lingüístico y nacional en que han convertido Cataluña. Te recuerdo que no fue España, sino los golpistas de pega en el 2017 los que empujaron a más de 9000 empresas a huir de Cataluña. ¡Qué paradojas!
Querida Silvia, Jon Juaristi, vasco que llegó a pertenecer a ETA de jovencito, y se salió asqueado de aquel cártel de asesinos nacionalistas escribiría en 1986 un poema tan lúcido cómo aterrador:
«¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes,
por qué hemos matado tan estúpidamente?
Nuestros padres mintieron: eso es todo».
Seguro que el bueno de Jon Juaristi, nos dejó en este poema (Spoon River, Euskadi) de tan solo tres versos el rastro del dolor insoportable que sufriera muchos antes Rudyard Kipling. En 1915, el Premio Nobel de Literatura perdería a su hijo de 18 años, John Kipling, en la batalla de Laos de la Iª Guerra Mundial, esa guerra civil europea infectada de nacionalistas. Aquel inmenso poeta con el corazón roto nunca volvería a ser el mismo. Partido por el dolor escribiría un epitafio a su hijo y a todos los hijos que murieron en esa guerra absurda llena de mentiras nacionalistas:
«Si alguno pregunta por qué hemos muerto
diles, porque nuestros padres mintieron»
Querida Silvia, toda esa lucidez envenenada de agravios contra una nación de hermanos solo te servirá para envenenar a una generación más. Y tus hijos, como los hijos de todos los padres del mundo nunca deberían ser envenenados por los viejos resabiados. Tienen derecho a ser educados en la verdad y la piedad. Nadie merece ser envenado cuando solo es un niño emocionalmente indefenso. Tu "escola catalana" debería ser "escuela" antes que catalana, española u Occidental, cristiana o musulmana, negra o blanca, oriental o africana. Sólo escuela. Ya sé que es complicado, pero ¿qué no es complicado que merezca la pena..? Silvia, cielo, tus padres te mintieron. Eso es todo.
