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Jesús Fernández Úbeda

Ester Muñoz limpia el gargajo de la cobra

Mertxe Aizpurua esputó a placer, con aspersores, su ponzoña ideológica con la complicidad de María Jesús Montero.

La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, interviene durante la sesión de control al Ejecutivo que se celebra este miércoles. | EFE

Las cobras escupidoras (Naja sp.) son unos ofidios que pueden superar los dos metros de longitud, que habitan las sabanas y las zonas semi-desérticas de África y de Asia y que se caracterizan por disparar chorros de veneno. Si una te muerde, estás jodido: sus citotoxinas y cardiotoxinas producen hemorragias severas, necrosis y dificultad para respirar; en casos extremos, la muerte –asfixia por parálisis del diafragma–. Una serpiente se enrosca –paso de utilizar el pretérito imperfecto– en un hacha en el Bietan jarrai, el logo de ETA, y la hembra alfa parlamentaria de sus herederos políticos, María de las Mercedes Aizpurua, ha esputado a placer, con aspersores, su ponzoña ideológica en la sesión de control de este miércoles con la complicidad de la visepreci Montero, quien aspira a presidir una comunidad autónoma en la que aquella gentuza asesinó a más de 120 personas.

Al Parlamento se debe ir aseado, depuesto y con una bolsa para el vómito. La nueva kale borroka que desborda a la policía autonómica vasca –Oseas, 8, 7: "Porque sembraron viento, y torbellino segarán"– contribuye a allanar la victoria futurible de Sánchez, para el que vale todo, incluido encamarse –políticamente, quiere decirse; no se ponga celosa la imputadísima Begoña– y potenciar a una hagiógrafa de gudaris condenada a un año de prisión e inhabilitación por apología del terrorismo cuando era directora técnica de la revista Punto y Hora, adquirida por ETA en 1978 por 14,6 millones de pesetas.

Aizpurua masajeó a Sánchez esbozando una Guía Michelin del facherío en el "Estado español" y, con todo su cuajo reptil, le pidió actuar "contra los discursos de odio" y tomar medidas "por la memoria histórica y por el futuro libre". La vocera de los verdugos del "pim, pam, pum" que asesinaron a 850 personas. Con 379 crímenes de semejante calaña pendientes de resolver. Con el aplauso inmundo de algunos diputados de Sumar y la náusea lógica e incontenible de uno de PP o de Vox que gritó: "¡El tiro en la nuca!". El jefe del Ejecutivo, tan feliz: "Vamos a publicar en el BOE todo el catálogo de elementos y símbolos franquistas para que sean retirados de una vez por todas de nuestro país y nuestras calles". Más de uno pensó en la cruz más grande de Europa. Caducado el yogur palestino, toca resucitar a Franco. Es de primero de TVE.

A Dios gracias, Ester Muñoz hizo de Primperan y se dispuso a limpiar el gapo del ofidio: "Jamás le perdonaremos", le espetó a Sánchez, "que haya permitido que la mujer que señalaba desde su periódico a gente para asesinarla haga estos comentarios en esta cámara. Qué asco". Montero, chapoteando en el tósigo: "Respeten ustedes la democracia. Todos los diputados que se sienten en esta cámara están legítimamente representando a ciudadanos que les han votado". Todos, menos los de Vox: todas sus señorías son iguales, pero algunas son más iguales que otras, claro. Y la portavoz del PP, cargada de dignidad, terminó de rubricar su intervención parlamentaria más brillante y más urgente: "La democracia se respeta, y a los muertos por la libertad de España, también". Habló por muchos.

Previamente, Alberto Núñez Feijóo invocó a Yolanda Wiggum: "¿Qué datos económicos justifican que su vicepresidenta del Gobierno, en un lapsus de sinceridad, nos haya dicho que hay gobierno de corrupción para rato?". Flácido e insulso cara a cara entre el líder de la oposición y el del Ejecutivo: que si vivienda, que si deuda, etcétera. Epílogo del pepero: "En nombre de los millones de españoles honrados, le pregunto: desde que usted es secretario general, ¿el PSOE se ha financiado ilegalmente? ¿Sí o no?". Respuesta del yerno de Sabiniano el de las saunas: "No". Peor lo pasó con la puigdemontonera Nogueras, quien, con la mala leche que le falta al gallego, denunció que el dinero público va "a pagar rescates de las estrellitas de la flotilla, a financiación ilegal de partidos, a prostitución, a fiestas, o a pagar favores de algunos medios de comunicación". Nihil obstat. "Se debería hablar menos de cambios horarios", concluyó, "y empezar a hablar de la hora del cambio". A ver si es verdad. Menos le duró a Pedrerol su "tic, tac" con Mbappé.

Cuca Gamarra, abogada, quien, según se dice/se comenta, sueña con ser ministra de Justicia, le preguntó a Félix Bolaños, número uno de su promoción tanto en el Curso General de Abogacía como en el Curso Especial de Derecho Laboral de la Escuela Práctica Jurídica y Letrado del Banco de España, por la Ley de Eficiencia. El ministro ministril despachó a la pepera con la condescendencia suave de quien sabe con trata con incapaces. Peor lo pasó con su némesis, Cayetana Álvarez de Toledo, quien le preguntó si condena la dictadura de Maduro. La portavoz adjunta del PP le hizo un retrato urticante: "Fontanero de Sánchez y servidor de Abascal. Espero que le paguen bien y, por supuesto, en efectivo". El titular de las carteras de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, un cachondo mental, acusó al genovesismo de polarizar: "Usted es fronteriza entre el PP y Vox. Ese camino lleva a la autodestrucción del PP. Y en las urnas del 27 lo veremos". Y, como creyéndose David Summers al final de un concierto, clamó: "¡GRACIAAAS!". Igual la próxima semana se arranca con "Suéltate el pelo" y una diputada socialista le arroja el sujetador.

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