
En Cataluña, demarcación de la que forma parte el muy alborotado municipio de Badalona, el 26% de las personas que allí residen de modo permanente comparten una misma característica distintiva: todas ellas nacieron en el extranjero. Y el 53% de los bebés que ahora mismo son alumbrados en alguna de sus cuatro provincias también fueron engendrados por padres extranjeros. De ahí que una sencilla proyección estadística invite a predecir que la sustitución demográfica más o menos completa dentro de ese territorio acaso se podría consumar en el plazo de aproximadamente un cuarto de siglo; apenas un instante si se mide en términos históricos, el tiempo suficiente para que la generación actual llegue a vivir para verlo.
Pero Extremadura no es Cataluña. Y la prueba de que no lo es podemos encontrarla en las estadísticas de población que publica el INE; esas que en su última edición, la correspondiente a octubre de 2025, cifran en únicamente 50.053 el número total de súbditos extranjeros afincados en la región. Eso solo representa un 7,15% del censo absoluto. Así las cosas y los números, no resulta demasiado exagerado afirmar que en Extremadura está ausente el fenómeno de la inmigración, tan intenso en otros territorios del país. Bien, pues ahora que venga un analista político serio y nos predique que la razón de ese crecimiento exponencial de la extrema derecha en los comicios extremeños procede buscarla en el consabido populismo xenófobo de los de Abascal.
En Cáceres y Badajoz, los electores de izquierdas se quedaron en casa el domingo, mientras que los de la derecha convencional sí acudieron a sus colegios, pero sin dejar traslucir nada que recordase siquiera de modo lejano al entusiasmo. Entusiasmo, ese estado de ánimo que, aquí y ahora, solo la extrema derecha resulta capaz de suscitar entre su creciente clientela electoral. Ese catalizador, el de la inmigración, es la punta del iceberg del crecimiento de Vox, solo eso. Exactamente igual que Podemos o Ciudadanos antes, el voto del cabreo a Vox representa ahora el canal de protesta contra el establishment. Y al completo.
