Me escribe, compungido, Antonio Golmar, editor de LD durante el verano. El hombre se lamenta de no haber corregido mi error de poner funalismo en lugar del correcto fulanismo. Se agradece el espíritu de probidad de nuestro editor que, no por ser verano, resulta menos concienzudo. En cuanto al otro error, detectado por la señora Fernández (la confusión entre "silicona" y "silicio"), don Antonio insiste en que esa trasposición no se produjo en el artículo de George Will publicado en LD; debió de ser en algún otro medio. Mi opinión al respecto es que cuando se escribe, lo lógico es que aparezcan errores de todo tipo. Es más, algunos resultan muy divertidos y hasta acaban mejorando el texto. Es el caso de funalismo, que al final es un barbarismo que se contagia de funambulismo, una voz muy apropiada para describir la actuación de muchos políticos.
Por otro lado, el fulanismo (ahora sin error) es una figura tan certera de la política española, que sin ella no se entiende la esencia de lo que pasa. El fulanismo es el triunfo de la mediocridad, de los interese pequeños, del quítate tú para ponerme yo. Por extraño que parezca, el político fulanista no está atento a vencer al adversario, ni siquiera cuando ese adversario está en el poder. Su preocupación primordial es cómo desplazar a las otras opciones de su mismo partido. De lo cual resulta el faccionalismo infinito. Respecto a la confusión entre silicone (= silicona) y silicon (=silicio), he visto que algunas veces se emplea en inglés silicon para ambos sentidos.
Gabriel Ter-Sakarian Arambarri, siempre tan curioso, anota algunos errorcillos (aquí llamados "trabucazos") de los que se dicen por la tele:
-Reportaje sobre el Museo Picasso de Buitrago. La locutora informa de que el que fue amigo y barbero de Picasso ha abierto este museo con obras del pintor, muchas de ellas con una dedicación [= dedicatoria].
-Reportaje sobre el viaje del Papa a Australia. La locutora informa de que el Papa ha asistido a un espectáculo de danzas aborígenas [= aborígenes].
Son varios los libertarios que detectan un grave error en la historia del Apolo XIII (1970). Rectifico. Los astronautas no murieron en el espacio; solo sufrieron un aparatoso accidente, del que sobrevivieron. Luego tampoco fue tan fatídico lo del número 13.
Al habar de la arroba decía yo que "realmente se trata de una unidad que oscilaba un poco, según se tratara de una u otra región, y sobre todo según la capacidaddel artículo que se medía". José Olivares me corrige: no es la "capacidad" cuanto la "densidad aparente de los distintos granos". Así es. Por lo demás, hasta la llegada del sistema métrico decimal lo de las medidas y mediciones era un tanto difuso. Los comerciantes utilizaban "distintas varas de medir" según fuera la ocasión. En una plaza de Zafra (Cáceres) he visto las muescas hechas sobre una de las pilastras de los soportales de la plaza. Indicaban los extremos de la vara de medir más o menos auténtica o legal. Lo que la medición aproximada en el comercio es algo que todavía se practica. Por ejemplo, el jamón ibérico se lo pesan a uno sobre el papel del envoltorio. Es claro que así el precio de ese papel resulta elevadísimo.
Razona José Antonio Martínez Pons: "¿Sabe usted cuál es el precio del papel de estraza? Pues el del artículo que envuelve. Yo he visto curiosidades como un carnicero que pesa con un papel enorme, luego lo retira y empaqueta el artículo en una bolsita de polietileno, muchísimo más ligera, con la que lo sirve al cliente. Mi suegra, que era carnicera, me decía es queen el papel está la ganancia".