Menú
Amando de Miguel

Fantasía negociadora y dialogante

La Mesa de Negociación y Diálogo (MND) entre los Gobiernos de España y Cataluña ha sido un éxito de propaganda.

La Mesa de Negociación y Diálogo (MND) entre los Gobiernos de España y Cataluña ha sido un éxito de propaganda, aunque de momento no haya llegado a ninguna conclusión sustancial. Se anota la primera reacción del presidente de Andalucía (la región más extensa y poblada de España), quien se apunta al rito de una MND.

La tendencia es clara. Una tras otra, las distintas regiones de España irán exigiendo su MND correspondiente. Será la mejor forma de que cada una, por boca de su presidente, exponga su particular memorial de agravios. Al final, se tiende a un modelo político más parecido al de Suiza, aunque más progresista y constituido por españoles. Por ejemplo, las regiones bilingües tratarán de colocar su lengua propia como la oficial y única para la Administración Pública, incluida la enseñanza. No digo que sea una decisión acertada; al revés, me parece un disparate y creará ulteriores conflictos. Mi misión es la de señalar tendencias, inscritas en la inercia de los acontecimientos. Es lo que llamo "fantasías". Las aplico a la "negociación y diálogo", a falta de palabras más evanescentes, porque así ha sido la primera mesa entre los Gobiernos de España y Cataluña. Suena a capitulaciones.

Las decisiones de las MND serán tan dispares y disparatadas que se impondrá la tarea de elaborar una nueva Constitución, ya digo, en línea de la de Suiza. Es una nación modélica en casi todos los sentidos, aunque parezca un tanto aburrida. Desde luego, la Constitución de 1978 no se cumple del todo. La prueba está en el trato privilegiado que da el Gobierno al País Vasco (con Navarra) y a Cataluña. Claro, los partidos nacionalistas de esas regiones son necesarios para que gobierne el Partido Socialista Obrero Español. El modelo suizo implicaría, para España, salir de la Unión Europea (el Spexit), para situarse al margen, como el Reino Unido o Rusia. La comunidad autónoma andaluza, un suponer, debería decidir si debe clausurar las bases militares estadounidenses sitas en su territorio, y si debe plantear la anexión de Gibraltar. El Peñón no es ya una plaza estratégica de interés militar y sí un nido de negocios ilícitos. Su estatuto de colonia dentro de Europa es una anacronía.

Entiendo que el vigente sistema autonómico es un despropósito en varios sentidos. Es demasiado oneroso y, sobre todo, hace que aumenten las desigualdades territoriales, aunque no sean tan fuertes como las italianas. Las llamadas comunidades autónomas (que no son, propiamente, ninguna de las dos cosas) representan una ampliación y puesta al día del viejo esquema de oligarquía y caciquismo. Ha llegado el momento de que las regiones españolas decidan su futuro. Debe quedar claro si desean acogerse a la soberanía del pueblo español o cabalgar por cuenta propia.

Comprendo que, para el presidente del Gobierno de España, tan guapo como indolente, supondrá una lata reunirse con las MND de los 17 presidentes autonómicos. Pero, una vez encetado el pastel de las mesas con dos banderas, no queda otro remedio que pasearse, patrióticamente, por España. No se me oculta que la generalización de las MND va a herir el sentimiento de primacía que caracteriza a los indepes catalanes. Así pues, algún detalle habrá que tener para contentarlos. En su día, gozaron de las primeras autopistas. El Gobierno invirtió la intemerata en acondicionar el puerto franco de Barcelona. El cual cuenta con un calado mucho menor que los de Cartagena, Algeciras o Cádiz, pongo por caso. La Comunidad Autónoma de Cataluña ha sido más verdadera que ninguna otra. Se le seguirán dándole privilegios para que no se agrave la tradicional melancolía de los catalanes que mandan. Es lo que, popularmente, se traduce como "la pela". Después de todo, la peseta fue la creación de un prominente liberal catalán, Laureano Figuerola, en 1868. Se llamó peseta porque en Barcelona se había acuñado una moneda, la peseta (= piececita), en la época de la ocupación francesa de Napoleón. Ya se sabe que los catalanes que mandan son tan sentimentales que se conforman con "la pela" procedente de Madrid.

Si mi fantasía no le gusta, lector curioso, tengo otras, si bien todas ellas son menos irónicas y más cruentas que esta.

En España

    0
    comentarios