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Amando de Miguel

Manías, muletillas y malversaciones

Lo peor es cuando el eufemismo es repetitivo, mostrenco, sin gracia. A propósito de eufemismos: "interrupción voluntaria del embarazo". En efecto, el aborto no es una interrupción (no se vuelve a reanudar nada) ni suele ser estrictamente voluntario

Las noticias son muchas veces desgracias, catástrofes. Observa Íñigo Benjumea que en esos casos se recurre al tópico de decir que las víctimas sufren una "crisis de ansiedad" y que están siendo atendidas por un "equipo de psicólogos". Supongo, con don Íñigo, que lo que se quiere decir es que las víctimas tienen miedo o están impresionadas y  necesitan recibir consuelo. Francamente, no creo que en esas situaciones los psicólogos sean más útiles que cualquier persona que se compadezca de los heridos o de los impresionados por la catástrofe. Pero comprendo que hay que dar salida laboral a las promociones de psicólogos.

Jesús Fierro Bardají añade una lista de muletillas tontas que ahora  se cultivan. Por ejemplo, "para nada", una negación que quiere ser enfática. Por influencia de Cataluña se prodigan expresiones como "hacer la siesta" o "hacer vacaciones". Es cierto. El verbo "hacer" se utiliza mucho en catalán y en inglés. En castellano somos más mirados con las cosas que se pueden hacer.
 
Sergio L. Doncel nos aclara la expresión manida de “poner en valor”. Procede de la jerga de los contables. Es la operación de añadir a un valor contable el valor real que supone añadirle el fondo de comercio (el goodwill en inglés).
 
Luis Borruel completa la crítica que yo hacía a Rajoy sobre el uso desmedido del pronombre “yo”, que en español se puede eliminar muchas veces. Don Luis dice que ese defectillo se percibe también en muchos tertulianos. Confieso que a mí me sucede alguna vez. Puede que se explique porque en una tertulia conviene subrayar que la opinión es de uno, no del otro.
 
Gabriel Ter-Sakarian aporta otra palabra de las compuestas que sirven para denigran al otro: "cagasentencias": "esos inaguantables individuos que con engolamiento y aspavientos profieren naderías como si estuvieran arreglando el mundo". Conozco algunos ejemplos. Me dice don Gabriel que "si con la introducción a tu novela (Judíos en la ciudad de los ángeles) has querido borrar pistas y desorientar al lector antes de empezar, lo has conseguido plenamente". No soy tan alambicado. Esa introducción es simplemente un juego literario, escrito ánimo jocandi.
 
José Carlos Martínez Galán me ayuda a distinguir el eufemismo (a veces remilgado) de la ironía (muestra de inteligencia y sentido del humor). Está bien, aunque el eufemismo puede ser también ingenioso y bienhumorado. Lo peor es cuando el eufemismo es repetitivo, mostrenco, sin gracia. A propósito de eufemismos con mala follá, Juan J. Carballal aporta "interrupción voluntaria del embarazo". Efectivamente, el aborto no es una interrupción (no se vuelve a reanudar nada) ni suele ser estrictamente voluntario.
 
José Antonio Martínez Pons propone que lo de la "materia oscura" del universo se enuncie mejor como "materia transparente". Me parece muy bien, pues entiendo que, a través de esa materia, se pueden ver otros cuerpos.
 
Luis Cáceres denuncia esa superchería de los "grados negativos" o de "temperatura negativa" cuando estamos bajo cero. Tiene razón. En cambio, no la tiene tanta cuando se queja de la voz "los mercurios" para aludir a los termómetros. Hombre, es una metonimia que no hace daño a nadie. Sí me parece horrenda la expresión que estraga a don Luis, "una hora antes", para referirse a la de Canarias desde la Península. En efecto, es una hora menos pero no antes.
 
Javier de Arvizu vuelve con la cuestión batallona de si tenemos que decir español o castellano para nuestro idioma común. Es conocida mi opinión: se pueden utilizar ambas fórmulas, como hizo el famoso diccionario de Covarrubias, coetáneo del Quijote. En cada caso hay que administrar la doble dimensión histórica y geográfica. Por cierto, don Javier, en España no existe la "Real Academia de la Lengua Española" como usted dice. Se llamó siempre "Real Academia Española".

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