Se confirma otra vez que los tanques cuentan más que las palabras cuando están apoyados por una voluntad política, en este caso agresiva. Después de muchas reuniones diplomáticas, declaraciones y hasta la firma de un alto el fuego entre los presidentes de Rusia, Georgia y Francia como presidenta de la UE, los tanques rusos siguen en Georgia, ocupan Gori, por ejemplo, y después del pillaje la someten a bombardeos. No parece que todo el despliegue diplomática haya servido de algo.
El lunes Nicolas Sarkozy publicó una tribuna en Le Figaro (procedimiento poco habitual, pues los presidentes prefieren la televisión) en la que exige que Rusia cumpla lo firmado y retire sus tropas de Georgia. Al comienzo de su texto, Sarkozy juzga "irresponsable" la intervención militar georgiana la noche del 7 al 8 de agosto en Osetia del Sur. Yo creía que esta zona formaba parte de Georgia, al menos jurídicamente, y a fin de cuentas también el Reino Unido envió su ejército a la "provincia rebelde" de Irlanda del Norte. Ahora bien, estas comparaciones históricas son muy aleatorias, ya que la situación en Osetia y Abjazia era muy confusa antes de este conflicto, como lo sigue siendo ahora.
Ni Sarkozy ni nadie del lado, digamos, occidental, ha definido claramente cuál debería ser el futuro de esas "provincias rebeldes", y hasta se dice que Rusia podría mantener en ellas sus "fuerzas de paz". Pero ¿qué fuerzas de paz ni qué ocho cuartos? ¡Si son las primeras en haber atacado!, protesta el presidente Saakashvili. En realidad, el único que se ha expresado con claridad es Medvedev cuando declaró que había que descartar totalmente que "después de lo ocurrido" (la "agresión" georgiana) Osetia del Sur y Abjazia siguieran formando parte de Georgia. Sabe perfectamente que esas "provincias rebeldes" no son independentistas, sino pro-rusas, y que la mayoría de la población prefiere Moscú, y no Tbilisi, como capital.
Angela Merkel, por no mencionar a Condoleezza Rice, también ha realizado viajes diplomáticos: encuentro con Medvedev en Sochi (el balneario preferido de Santiago Carrillo), y con el presidente de Georgia en Tbilisi. Hemos notado que siempre que ha viajado sola, sin Sarkozy ni delegación europea que valga. También hemos observado que Merkel es quien más firmemente ha apoyado a Georgia, sorprendiendo a todo el mundo al declarar que ese país puede y debe ingresar en la OTAN lo antes posible. Esa es la ambición de Shaakashvili.
Tanto en su artículo como en recientes declaraciones, Nicolás Sarkozy se ha mostrado muy orgulloso de que la UE, impulsada por Francia (y por él) haya estado diplomáticamente presente en el conflicto. Cierto es que, acompañado por Bernard Kouchner, viajó a Moscú y a Tbilisi, propuso un alto el fuego, firmado pero no respetado, y ahora amenaza a Rusia con reunir un Consejo de ministros extraordinario de la UE si Putin no retira las tropas. Seguro que la amenaza ha hecho temblar al ruso. Veremos si en las próximas horas, o días, los tanques rusos se mueven... y hacia donde.