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Carmelo Jordá

El señor que tenía 123 escaños

Rajoy demuestra, una vez más, que es incapaz de entender un aspecto básico de nuestra democracia parlamentaria: que es, precisamente, parlamentaria.

Este martes nos hemos enterado de que Mariano Rajoy "tiene 123 escaños". Nos lo ha dicho él, hablando de sí mismo en tercera persona como un futbolista argentino. Cualquier día le oiremos palabras como jerarquía pronunciadas con un inconfundible acento porteño. ¿Demasiadas retransmisiones deportivas?

Pero, más allá del uso de esa tercera persona mayestática, lo que llama la atención de la frase es eso de tener 123 escaños, como quien tiene un coche o una colección de Clicks de Playmobil, y esta segunda comparación es mucho más apropiada, me temo.

Analicemos el asunto: ¿se acuerdan de aquello de que cada uno de los diputados representa a la nación? ¿De eso de que su voto es "personal e indelegable", que dice nada más y nada menos que la Constitución? Pues no, según Rajoy él no sólo controla el voto de esos 123 diputados, es que lo posee.

Hay otro aspecto de la cuestión que merece atención: Rajoy dice tener 123 diputados, pero en realidad ni siquiera Arriola sabe los diputados que tendrá después del 26-J. Es una posición negociadora irreal, algo que ha pasado, que ya no existe y que el presidente trata de vendernos como algo impresionante comparándolo con los 40 que según él tiene Albert Rivera.

Pero lo más llamativo es esa idea de que tener 123 diputados te da no sabemos qué derechos divinos sobre el poder, como si los hubieses sacado de una espada clavada en una piedra. ¿Para qué dan en realidad 123 diputados? Lo hemos visto en los últimos meses: para ir a otras elecciones y de pura chiripa, que si Sánchez e Iglesias hubiesen logrado media docena más cada uno lo más probable es que ahora estuviésemos disfrutando de un gobierno de progreso y de cambio… o de cambio y de progreso.

Rajoy demuestra, una vez más, que es incapaz de entender un aspecto básico de nuestra democracia parlamentaria: que es, precisamente, parlamentaria. Por eso, para gobernar hay que ser capaz de conformar mayorías. Es obvio que el popular es capaz de ser el más votado, pero hasta ahora no ha sido capaz ni tan siquiera de intentar sumar a otros a un proyecto que, al fin y al cabo, ni siquiera existe más allá de querer reservar habitación en Moncloa a perpetuidad.

No, lo cierto es que en nuestra democracia parlamentaria tener 123 escaños no te da derecho a nada y lo cierto es que si quieres sumar a alguien a tu mayoría tendrás que aceptar las condiciones que te ponga. Y eso no es poco democrático. sino que es nada más y nada menos que la esencia de nuestro sistema.

Un sistema que será mejor o peor, pero que sobre todo no está pensando para que Rajoy sea inquilino eterno de Moncloa, ni siquiera teniendo 123 escaños.

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